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Después de las campañas electorales, menos ‘humo’

Mariano Rajoy fuma un puro en el Congreso cuando era ministro de Interior, en 2001. Foto: Gorka Lejarceg, en Elpais.com

El pasado 14 de noviembre publiqué en este blog La manipulación de los mensajes políticos, más cuando son poco explícitos donde, entre otras cosas, hablaba de la manipulación de los mensajes políticos que suelen realizar los medios de comunicación habituales. Puse algunos ejemplos, entre ellos, la famosa polémica sobre el pronunciamiento de Rajoy de derogar y reformar la última Ley Antitabaco, a raíz de una entrevista que le hicieron en Antena 3 esa misma semana, a pocos días antes de las elecciones del 20-N.  Mi conclusión fue que Rajoy no dijo de forma explícita que fuera a derogar o reformar dicha Ley, pues una cosa es lo que queda al análisis de lo implícito, pero otra es que los periodistas u otros agentes divulgadores fueran diciendo de forma rotunda que Rajoy iba a cambiar la Ley Antitabaco. Cuando suceden estas cosas, las interpreto como una manipulación cínica con intenciones de hacer brotar una polémica a raiz de unas declaraciones cuyo emisor nunca tuvo tal intención.

Pero ahora me encuentro con el artículo de Emilio de Benito publicado el 24 de noviembre en El País, titulado Vender humo durante la campaña (se puede ver también al final de esta entrada), donde el autor confiesa que «es difícil aclarar qué había detrás de aquellas palabras de Rajoy, aparte de un intento para congraciarse con los sectores que protestaron cuando se aprobó la ley». Se trata de un artículo donde se hace un análisis más recto y honesto de todos los que se hicieron con anterioridad, cuando Rajoy contestó a la pregunta sobre la Ley Antitabaco. El periodista recupera el contexto de la contestación del político para llegar, con una buena argumentación y coherencia, a la conclusión de que es poco probable que «vaya a haber cambios en la regulación del tabaco en España. Y mucho menos para dar marcha atrás a la actual ley. Así que las declaraciones de Rajoy probablemente quedarán como una anécdota, puro humo de un calentón en plena campaña electoral».

Hasta aquí todo correcto. Pero… ¿Por qué en su día no se hizo, tanto en este medio (El País) como en otros, este tipo de análisis? Puede ser que Emilio de Benito no estuviese disponible esa semana, pero ¿Sólo es Emilio el de los buenos análisis? ¿No hay otros que hagan también buenos análisis como Emilio? ¿O tal vez no convenía de momento hacer un análisis tan exhaustivo? Seguramente que Emilio hubiese hecho el mismo análisis tanto al día siguiente en que Rajoy se pronunciara sobre la Ley Antitabaco, como el que ha hecho poco más de una semana después. ¿Qué hay por medio entre estas dos fechas? Unas elecciones. Entonces ¿Cuál es el misterio? No quiero parecer un ingenuo en este sentido, así que dejo que cada uno lo interprete como quiera. Sólo diré que es mejor leer los periódicos después de las elecciones que antes. Cuando las campañas electorales se acaban, la prensa vende menos ‘humo’.

Rubén Crespo
26 de noviembre de 2011
 

PD.: En lo que es más el tema en cuestión de la controvertida Ley Antitabaco, quisiera recomendar un libro: La cruzada antitabaco vista por los infieles de Susana Rodríguez Díaz. La autora, doctora en Sociología por la UNED, remprende una interesante sociología, y recoge la percepción social de un  hábito de amplio arraigo colectivo como venía siendo la costumbre de fumar. Susana enfoca este hábito principalmente en torno al conflicto de las acciones  institucionales que ha venido a denominarse «cruzada antitabaco».

 
 
 

Vender humo durante la campaña

Artículo de Emilio de Benito publicado el 24 de noviembre en El País, titulado Vender humo durante la campaña:

Las palabras de Rajoy sobre un posible cambio para suavizar la ley antitabaco provocan un desconcierto generalizado – Nadie cree, sin embargo, que los cigarrillos reconquisten los espacios vetados

Fue una de las pocas sorpresas de la reciente campaña electoral. El candidato del PP, Mariano Rajoy, fumador confeso, manifestó que a él le gustaba más «la primera ley» antitabaco [la de 2005, que permitía dejar espacios con humo en la hostelería]. «Sé que la mayoría de la gente está en contra de esta ley que prohíbe fumar en cualquier sitio», y que incluso prevé que «no haya [sitio] para fumadores», dijo quien será el próximo presidente de Gobierno. «Pero yo creo que podemos arbitrar una fórmula sobre una base: al no fumador no se le puede perjudicar, yo en eso estoy total y absolutamente de acuerdo». Esta idea de «arbitrar una fórmula» fue interpretada -dentro de lo difícil que ha sido hasta ahora aventurar las verdaderas intenciones de Rajoy- como una idea de revisar la ley.

Aquellas declaraciones fuera de programa despertaron la inquietud entre quienes más habían luchado porque saliera adelante la norma, e incluso el escepticismo de los que más se opusieron a ella. La sugerencia -que no promesa- fue considerada más una salida improvisada o, como mucho, una declaración de principios que una propuesta clara de reforma.

Es difícil aclarar qué había detrás de aquellas palabras de Rajoy, aparte de un intento para congraciarse con los sectores que protestaron cuando se aprobó la ley. O un desahogo de una persona que se admite fumadora y a quien puede molestarle que haya cortapisas para darle caladas a los puros que tanto le gustan. En el programa electoral del PP no hay ninguna mención a cambiar la ley. Y las declaraciones pillaron con el paso cambiado incluso a la secretaria de Políticas Sociales y exministra de Sanidad del PP, Ana Pastor, quien se vio obligada a defender a su jefe sin comprometerse en nada. «Estoy totalmente de acuerdo con Mariano Rajoy: preservar la salud para nosotros es fundamental y no jorobar la vida a la gente», fue lo más lejos que se atrevió a llegar.

Que Pastor no desmintiera a Rajoy era esperado, pero la coletilla de que se trataba de «no jorobar» a la gente dejó abiertas todas las puertas.

La propuesta pilló por sorpresa a todos, incluso a los miembros de su propio partido, que en el Congreso habían votado -Rajoy incluido- la norma que entró en vigor el 2 de enero de este año. Durante el debate el PP mantuvo que se indemnizara a los locales que habían hecho obra con la anterior ley, y defendieron que hubiera cubículos para fumadores en cualquier local que quisiera. El martes pasado, ya después de las elecciones, la postura oficial en Génova, sede del PP, seguía siendo remitir a aquellas declaraciones de Rajoy.

Las reacciones a las palabras de Rajoy han sido inmediatas. Y, en su mayoría, contrarias. Los más claros han sido los médicos, para quienes la ley actual, con su salvaguarda casi absoluta de la salud de los no fumadores, es una decisión sobre la que no cabe marcha atrás.

«Los ingresos de niños asmáticos han bajado un 15% en el hospital La Paz de Madrid y, en el mismo centro, se espera una reducción de los ingresos por infarto de miocardio (entre 1.400 y 3.000), ya que el corazón se recupera antes que los pulmones del impacto del tabaco», explica Rodrigo Córdoba, vicepresidente del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, una organización de asociaciones médicas que ha sido la principal defensora de la ley. «La norma ha dado resultados y la población la ha acogido de buen grado. A excepción de alguna anécdota curiosa, no se ha producido ninguno de los cataclismos que propugnaba el sector de la hostelería», apunta Francisco Rodríguez, presidente del mismo organismo.

El presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Juan José Rodríguez Sendín, ha ido más lejos. «No creo que el futuro presidente vaya a hacer nada. Valoro sus declaraciones en el sentido de que dice que le gustaba más la ley anterior porque esta prohíbe más, pero es que no es cuestión de gustos. De lo que se trata es de ahorrar vidas y problemas de salud y gasto sanitario», afirma en referencia a las más de 50.000 muertes anuales que se producen en España asociadas al tabaquismo, de las que unas 3.000 se dan en fumadores pasivos, 1.000 de ellas entre trabajadores de la hostelería.

«A Rajoy le salió así porque no pertenece al sector sanitario. Lo que está claro es que nadie se identifica con el problema [del cáncer producido por el tabaquismo pasivo] hasta que no lo tiene en la familia», añade Rodríguez Sendín, quien insiste en que «la gente todavía cree que esto son cuestiones de científicos, y no lo ven como algo que les afecta». Pero «los objetivos en salud no pueden cambiarse ni por dinero ni por nada», recalca. «La libertad plena responsable es aquella en la que, con tus decisiones, no atentas contra la libertad y la salud de otros», insiste el médico.

De hecho, el presidente de la OMC cree que la actual norma es insuficiente, y apunta a un aspecto que ya se debatió en el País Vasco en febrero y que ha sido puesto sobre la mesa recientemente por la Asociación de Médicos británicos. «Nadie se atrevió a regularlo, pero hay que hacer algo con la protección de los niños en los coches. Igual que no está permitido pegar a un niño, el menor que se ve expuesto en un viaje de cuatro horas al humo de los pitillos de sus padres está siendo maltratado», afirma tajante. «Está claro que no es un daño intencionado, pero de la misma manera que el código de tráfico castiga a quien tira una colilla del coche porque hay que cuidar el medio ambiente, ahí se está produciendo un daño».

Pero más allá de posibles avances, las declaraciones de Rajoy ni siquiera son tenidas muy en cuenta por Fumadores por la Tolerancia, la organización que más activamente se ha manifestado contra las leyes antitabaco, tanto la actual como la anterior. «Un político en campaña electoral no deja de ser un político en campaña», dice su portavoz, Javier Blanco, quien admite que este ir y venir de intenciones y declaraciones es «un mareo». «De todas formas, si de verdad lo piensa, ahora lo va a tener fácil, pero hasta ahora solo Gorka Maneiro, de UPyD, ha sido claro».

Maneiro, en una intervención en febrero en el parlamento vasco, cuando se debatía la ley antitabaco autonómica, calificó las leyes nacionales y la del Gobierno vasco de «excesivamente restrictivas». «No respetan la libertad individual de quienes pretenden tener un lugar para fumar».

Aquellos cinco minutos de discurso pueden ser el resumen de los argumentos de quienes creen que la ley que entró en vigor en enero fue demasiado lejos. Maneiro calificó a los Gobiernos nacional y vasco de hipócritas por permitir la venta de un producto que es perjudicial, y afirmó que para eso lo mejor era que se prohibiera la venta. Calificó al Estado de «autoritario, paternalista e intervencionista», y destacó algo que hasta las asociaciones médicas que más ferozmente lucharon por endurecer la legislación antitabaco admiten: la ley anterior, menos estricta porque incluía que pudiera haber espacios para fumadores en los locales de hostelería, podía haber servido. «Únicamente faltaba que se cumpliera y se hiciera cumplir, cosa que no se hizo».

Blanco, que agradece estas manifestaciones, cree que es posible dar marcha atrás en algunos aspectos de la nueva ley. «Por ejemplo, ahora que estoy en un aeropuerto» -dice por teléfono- «agradecería que hubiera un sitio para fumadores digno, con una mesa y sillas donde sentarse a leer el periódico sin molestar a nadie». Otros temas que él ve dudosos en la actual ley son las limitaciones a fumar al aire libre, «donde no hay riesgo para la salud». «Es verdad que en los parques infantiles los niños verán fumar a sus padres, y quizá no será el mejor ejemplo, pero deben ser estos quienes los eduquen», afirma. En la misma línea cree que debería permitirse que hubiera espacios para fumadores en los locales de ocio.

El portavoz de Fumadores por la Tolerancia admite un aspecto que ha sido decisivo para que los consumidores de tabaco hayan perdido el apoyo público sobre el alcance de los límites al tabaco. «Otra cosa es que haya guarros que tiran las colillas al suelo, en la arena de los parques o las dejan en las playas, o quienes fuman sin preguntar si a los demás les molesta, pero eso se soluciona con campañas, no con prohibiciones», insiste.

Fumadores por la Tolerancia, que ha eliminado de su nombre la palabra club para desligarse de los posibles clubes de fumadores, cree que este tipo de establecimientos no han prosperado como se esperaba. «No tengo datos, pero es verdad que al principio hubo un boom, y que luego se ha apagado mucho. Claro que es que la ley no lo pone nada fácil», afirma Blanco.

Lo que sí que puede deducirse de las palabras de Rajoy -y de la postura que mantuvo su grupo durante el debate de la ley- es que no parece que vaya a haber una nueva vuelta de tuerca en la ley. Todavía no hay datos concluyentes del impacto de la norma (ha pasado menos de un año desde que entró en vigor), pero a medio plazo se puede suponer por dónde va a ir la evolución. En California, el Estado de EE UU que lidera la lucha contra el tabaquismo, la tasa de fumadores está en el 13%. En España ronda el 30%. En EE UU ya ha bajado del 20%.

Y eso que hay margen para actuar. Australia es el último ejemplo. Ese país ha decretado que las cajetillas pierdan la imagen de marca. Todas, sean del fabricante que sean, tendrán el mismo aspecto: un papel verde-marrón, una foto de los estragos del tabaco, la leyenda correspondiente y, debajo y con una tipografía más pequeña y única, el nombre de la marca y de la variedad. Phillip Morris ya lo ha recurrido.

Son algunas de las ideas que se barajan. Y, aunque parezcan muy nuevas, no lo son tanto. Ya en 1999 la Organización Mundial de la Salud, ante la epidemia de tabaquismo que ya se adivinaba propuso que el tabaco se vendiera en farmacias y con recetas, con el argumento de que se trataba de un producto que solo sirve para paliar el síndrome de abstinencia de los adictos, igual que sucede con la metadona y los consumidores de heroína.

Todo esto, sin embargo, queda muy lejos. A falta de una concreción mayor, no parece que en los próximos cuatro años, al menos, vaya a haber cambios en la regulación del tabaco en España. Y mucho menos para dar marcha atrás a la actual ley. Así que las declaraciones de Rajoy probablemente quedarán como una anécdota, puro humo de un calentón en plena campaña electoral.

 
 
 

El día de después. Un análisis de las Elecciones 2011 y el sistema electoral actual

Se acabó la jornada electoral del 20-N y, al contrario que el sábado, hoy toca la jornada post-reflexión del día de después. Al igual que sucede con el día siguiente del sorteo navideño de la lotería nacional del 22 de diciembre, en el día siguiente de una jornada electoral, también hay contentos y apenados. Pero no es lo mismo, evidentemente. Tras comprobar que el número de lotería no ha sido premiado ni en la pedrea, las expresiones que se producen (‘no pasa nada, otro año será’; ‘la mejor lotería es la de la salud’, etc.) no son comparables a las que se producen al comprobar que el partido al que has votado no ha obtenido la mayoría o los resultados esperados (‘lo que nos espera’; ‘voy a ir haciendo las maletas’, etc.). La libertad de expresión es algo que hemos ido conquistando a lo largo de muchos años; pero una cosa es tener la libertad de expresar tus ideas acorde con una ideología, y otra bien diferente, es cómo cala este tipo de expresiones en los individuos situados en la posición ideológica contraria. Se trata de saber cómo se articula la tolerancia en este tipo de manifestaciones. Cuando se han confirmado los resultados electorales, existen algunas manifestaciones que toman la deriva del triunfalismo y el desquite; y otras, toman la del fatalismo y la desilusión. Esto ha pasado siempre en todas las elecciones desde que existe Democracia en España. Ahora bien, no se exactamente como se produce la percepción social de este tipo de manifestaciones polarizadas, sobre todo en aquellos sectores donde los individuos están muy posicionados con respecto a la ideología. Me gustaría saber si de verdad hay un respeto por la libertad de expresión (se escucha y se intenta comprender, aunque no se esté de acuerdo), o si con el transcurso de la convivencia democrática ha habido una tendencia a reprimir la denuncia hacia el que con sus expresiones atenta su ideario y su doctrina (‘mira lo que dice éste, me callo… pero cuando cambien las cosas, ya me tocará a mí’). Mientras que en el primer caso lo podríamos considerar en el marco de la tolerancia positiva: «tomar en cuenta al adversario» ha de entenderse no sólo en el plano psicológico-diplomático (afabilidad, cortesía, «comprensión») sino en el plano lógico-dialéctico, lo que sólo puede ocurrir cuando las posiciones del adversario sirvan efectivamente para con-formar, aunque sea por la vía de la contrafigura, las posiciones propias. En el segundo caso, hablaríamos de la tolerancia negativa: no tomar en consideración las posiciones u opiniones del contrario; dejarle que actúe o que hable sin ofrecerle resistencia, sin replicarle, es decir, ejerciendo la tolerancia como «paciencia» o simplemente como indiferencia o desprecio derivado de la prepotencia.

Pero no es mi intención hablar hoy de la Historia de las Ideas Políticas o como éstas se manifiestan en el plano horizontal de la ciudadanía. Sólo quiero hacer un breve análisis sobre los resultados electorales de ayer y ver como el sistema de circunscripciones electorales asignadas por provincias, según la vigente Constitución española, permite tener más representatividad en el Congreso a partidos que han obtenido bastante menos votos que otros que no han conseguido ningún escaño.

Ayer, antes de las 22:00 h. y con poco más del 50% de los votos escrutados, ya casi se podía confirmar la mayoría absoluta del PP. Durante la campaña electoral, los sondeos transmitían con alto nivel de confianza que Rajoy ganaría las elecciones. Todavía quedaba saber si conseguiría la mayoría absoluta, pregunta a la que intentaron dar respuesta muchos analistas en diversos medios de comunicación en los días anteriores a la jornada electoral.

Al final, los resultados de las elecciones generales al congreso 2011 son los que se presentan en la siguiente tabla a la izquierda. A la derecha, los resultados del 2008, para ofrecer una comparativa inmediata.

Resultados Elecciones Generales al Congreso 2011 comparados con los de 2008. Fuente: http://resultados.elpais.com/elecciones/generales.html

No tengo la pretensión de hacer aquí un análisis exhaustivo sobre los resultados electorales. Éstos pueden encontrarse en los medios de comunicación más habituales. Sólo destacaré algunos aspectos.

En primer lugar y en cuanto al escrutinio se refiere, es importante notar que la participación, un 71,69%, no ha sido tan baja como algunos analistas previeron antes de comenzar la campaña electoral. Es cierto que ha bajado un 2,16 % con respecto a las elecciones del 2008. Ayer hubo 9.710.080 abstenciones, y en el 2011 fueron 9.171.245 abstenciones. Es decir, un poco más de medio millón de personas más que en 2008 decidieron no ir a votar ayer. Ese 2,16 % de votantes que habían aumentado el número de abstenciones, se convierte en más de 500.000 votantes, lo cual, no es un dato para pasar a la ligera y que necesita de un análisis más profundo. No obstante, no parece que el fenómeno de la desafección política –por lo menos a la hora de ejercer el derecho al voto– haya tenido serias repercusiones que inviten a pensar un panorama pasivo de la mayoría de la ciudadanía. Otra cosa sería que hagamos este análisis por estratificación de edades. Por otro lado, tanto los votos nulos como los votos en blanco han aumentado con respecto al 2008. Mientras los votos en blanco han experimentado un ligero aumento, los votos nulos se han duplicado. Esto también necesitará de un análisis más particular.

Pasando ya a los resultados electorales de los partidos, empezamos por que el PP ha conseguido la mayoría absoluta más abultada de su historia con 186 escaños (10 escaños más de lo necesario para tener mayoría absoluta), y ha superado en 3 escaños a la que consiguiera Aznar en las elecciones del 2000 (hay un dato que notificar sobre estas últimas: la participación estuvo 3 puntos por debajo de la de ayer). Con poco más de medio millón de votos más que en 2008 (un incremento del 5% de sus votantes con respecto a 2008), el PP se ha adjudicado 32 escaños más. La otra cara de la moneda del bipartidismo ha sido el gran debacle del PSOE, que con 110 escaños se queda muy lejos de los 125 conseguidos por Almunia en las elecciones del 2000, e incluso lejos de los 121 conseguidos en 1979, elecciones donde hasta ayer los socialistas habían cosechado el peor resultado electoral al Congreso. El PSOE ha perdido más de cuatro millones de votos con respecto al 2008; es decir, en poco más de 3 años, el PSOE ha perdido a casi un 40% de sus electores. Es una cifra escalofriante y que hará reflexionar mucho a sus militantes. ¿Dónde se han ido los 4.315.455 votos de los 11.289.335 que el PSOE consiguió en 2008? Pues seguramente, una gran parte se hayan ido a los 552.683 que ha aumentado el PP con respecto a 2008, y el resto se ha diversificado entre las diferentes alternativas que ofrecen los partidos denominados minoritarios.  De aquí se puede extraer cierta conclusión: parece que el lema «no les votes» (#nolesvotes) o «no votes a PPSOE» (con el objetivo de desmoronar el bipartidismo), que empezó a gestarse en los prolegómenos y con más intensidad después del 15M, ha tenido escasa influencia en el PP. Ha influido bastante más, como parece obvio, en el PSOE. Sin embargo, esta conclusión no es suficiente porque se debe tener en cuenta la estrategia del voto de castigo que muchos han usado. Otro dato importante a destacar es que el numero de partidos representados en el congreso sube en tres, sin contar los partidos de coaliciones.

Para concluir este análisis, quiero apuntar algunas cuestiones que están relacionadas con las ventajas y desventajas que obtienen los partidos políticos en el sistema electoral actual en España. Si la primera vez que nos explican como se obtiene la mayoría en un sistema democrático con la regla aritmética que estipula que si en un colectivo de 100 personas , 51 votan por una opción, esta opción prevalece sobre la(las) que hayan elegido las otras 49.  Es decir, la mayoría absoluta sería siempre 50+1, o lo que es lo mismo, el 51%. Si observamos la tabla superior de la derecha, la de los resultados electorales del 2011, vemos que el PP ha obtenido un 44,62% de los votos, lo cual está algo lejos de ese 51% que habíamos dicho que se necesitaba para obtener la mayoría absoluta. Sin embargo, en número de escaños, tiene 186, 10 más de los necesarios para obtener la mayoría absoluta (176) en los 350 escaños de que se compone el Congreso de los Diputados.  ¿Por qué sucede esto? En breve, la explicación.

Otra cuestiones, también muy interesantes, son:  ¿cómo es posible que UPyD con un 4,69% de los votos tenga dos escaños menos que AMAIUR con un 1,37% de los votos? o ¿cómo es posible que EQUO con un 0,88% de los votos (215.776 votos) no haya logrado ningún escaño y haya quedado por debajo del BNG, CC-NC-PNC y FAC con bastantes menos votos en algunos casos? (En esta última cuestión no he incluido a COMPROMÍS-Q puesto que es socio de EQUO en Valencia). Vuelve la pregunta: ¿Por qué?

Estas circunstancias se debe a que el presente Sistema Electoral, que está reglamentado en la Constitución española, asigna las circunscripciones por provincias. ¡Cuidado! No se debe confundir el sistema de circunscripciones electorales con el Sistema D’hont, que se trata de fórmula electoral que permite obtener el número de cargos electos asignados a las candidaturas, en proporción a los votos conseguidos, independientemente de a cuantas circunscripciones se quiera aplicar. Como bien ha explicado mi compañero Fran Recio en el CECPS:

El problema del Sistema Electoral es que la Constitucion establece como circunscripcion electoral la provincia, de modo que hay muchas circunscripciones «pequeñas», es decir, en las que se eligen pocos diputados, de modo que en estas circunscripciones los paritdos minoritarios no obtienen representación (partidos que obtiene por ejemplo un 10 por ciento de votos). […]

Otra falacia, en relacion al Sistema Electoral, es que beneficia a los partidos politicos nacionalistas. Eso no es cierto, otra cosa es que sus votos en el congreso se coticen cuando no hay mayorías absolutas por el gobierno de turno. Los partidos nacionalistas suelen concurrir en Cataluña y Pais Vasco en pie de igualdad con los partidos nacionales de modo que si hay 6 escaños se los reparten equitativamente (por ejemplo: 2 pnv, 2 pp, 2 psoe). Ademas cataluña y pais vasco cuentan con circunscripciones electorales más bien grandes (Barcelona, Vizcaya) en las que la adjudicacion de escaños es rigurosamente proporcional.

Quienes salen perjudicados por el sistema son los partidos que obtienen poco porcentaje de votos en muchas circunscripciones (UPyD, IU). Es decir, estos partidos están infrarepresentados en beneficio de PP y PSOE, y no de los partidos nacionalistas. Esto es así objetivamente. […]

Si la circunscripción electoral fuera la comunidad autonoma UPyd e IU obtendrían muchos más escaños, el PP y el PSOE bastantes menos, y el PNV y CIU se quedarían más o menos igual.

Si la circunscripción electoral fuera el territorio nacional en su conjunto UPyd e IU obtendrían muchos más escaños de los que tienen, PP y PSOE perderían bastantes escaños y PNV y CIU también perderían, al difuminarse un tanto su peso demográfico.

Lo dicho por Fran Recio, quizás, se pueda ilustrar mucho mejor a través del siguiente gráfico, realizado por Yube Yubero, compañero en la UNED y el CECPS.

Cómo quedaría el parlamento con un sistema de representación proporcional. Suponiendo un mínimo de 150000 votos para poder participar en el reparto de escaños. Gráfico elaborado por Yube Yubero
Rubén Crespo
21 de Noviembre de 2011

La manipulación de los mensajes políticos, más cuando son poco explícitos

Como dice Nicholas Carr en su libro Superficiales. ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes?: «más información, pero menos conocimiento». Gracias a las TIC: más información, y por tanto, más manipulación. Cada vez cuesta más encontrar credibilidad en los medios de comunicación, tanto en los tradicionales como en los más innovadores. Si me dicen que Esperanza Aguirre ha dicho que «Franco era socialista», y, además, me lo muestran en un vídeo, mi curiosidad apremia y quiero verlo. Pero resulta que cuando la señora puesta en entredicho pronuncia la frase, se corta lo siguiente del vídeo y se pasa a otra escena. No puedo juzgar pues, y dejo de verlo. Falta contexto; contexto que ha sido descartado intencionadamente. Otro ejemplo: la famosa polémica sobre el pronunciamiento de Rajoy de derogar y reformar la última Ley Antitabaco. Estuve escuchando íntegramente la entrevista que le hicieron en Antena 3 esta semana, y no oí de forma explícita que Rajoy fuera a derogar o reformar dicha Ley. Una cosa es lo que queda al análisis de lo implícito, pero otra es que periodistas u otros agentes divulgadores fueran diciendo de forma rotunda que Rajoy va a cambiar la Ley Antitabaco. Me parece una manipulación cínica con intenciones de hacer brotar una dialéctica a raiz de unas declaraciones cuyo emisor nunca tuvo tal intención.

Muchos denominan a las sociedades en las que vivimos actualmente sociedad de la información. Pero tiene un lado negativo. Como decía al principio, más información no implica más conocimiento. Hoy más que nunca, es necesario someter al análisis no sólo el contenido, sino también al continente. Dicho en otras palabras y desde la perspectiva sociolingüística: necesitamos constantemente analizar lo dicho (o enunciado) y la enunciación mísma, manteniéndose en guardia ante las intenciones del emisor y observando las expectativas que éste quiere generar en los receptores. ¡Ay de nosotros si no somos críticos con toda la información que nos llega!

Rajoy y Rubalcaba (EFE)

Luego existen múltiples mensajes donde se intenta mostrar comparaciones de forma incoherente. Pero curiosamente en estos casos, el contexto si le es útil al emisor, sólo que no lo presenta con todas sus características en forma proporcionada, y sólo enfatiza aquellas que le sirven mejor a la intencionalidad de su mensaje. Sirva de ejemplo de esto que digo a la gran cantidad de noticias que hubo en los medios de comunicación sobre el cara a cara, respecto a que un candidato había mirado unas 48 veces sólo a sus papeles, y el otro casi 600. Si dejamos sólo el titular, la interpretación subjetiva podría generar dos posiciones claramente diferenciadas y opuestas a la idoneidad o buena práctica de consultar las fuentes en un debate cara a cara. No obstante, el texto que seguía al titular de estas noticias venía a indicar más claramente la seguridad que mostraba el candidato que menos miraba a sus papeles. ¿Y esto es así? ¿Seguro? ¿No es necesario valorar otras características del contexto para saber si es así? Evidentemente, encontramos aquí otra manipulación de quien emite este tipo de mensajes. Tenemos que estar continuamente en guardia. ¡Ay de nosotros si no somos críticos con toda la información que nos llega!

Es cierto que los tres ejemplos que he puesto (Noticias que he leído en diversos medios, como El País entre otros), las manipulaciones perjudican al PP. No hace falta buscar mucho para encontrar otras manipulaciones de los mensajes que perjudiquen al PSOE o a otros movimientos como el 15M. Todavía recuerdo la sangrante portada del ABC el día 16 de Octubre con la imagen de los sucesos de Roma, que no se correspondía para nada con las manifestaciones que tuvieron lugar en las ciudades españolas y en la mayoría de otros países. De alguna manera, las campañas electorales de los partidos se extienden a los medios de comunicación (argumentario político, noticias con posicionamiento del periodista, mensajes subliminares, etc). Todos los partidos lo hacen. Evidentemente, PP y PSOE más por su extensión y poder. Pero mi percepción es que el PSOE lo está haciendo más descaradamente. También veo lógico que así lo haga, más, cuando las encuestas vaticinan un desastre electoral para ellos. Digamos que el PSOE está intentando por todos los medios que la situación adversa se convierta en la «paradoja de la profecía suicida», es decir, que un pronóstico bien fundado llegue a incumplirse precisamente por haber sido verificado antes de producirse. Este ejemplo siempre suele ilustrarse con las previsiones de Malthus.

Realmente este artículo está basado en un texto que compartí con mis compañeros del CECPS. Recibí algunos comentarios sobre el carácter indeterminado del discurso de Rajoy y sobre que no contesta de manera explícita a las preguntas más concretas que le hacen. No les falta razón. Al final los discursos de los políticos de los partidos mayoritarios están muy encorsetados y no suelen salirse del guión que tienen marcados como estrategia electoral. Otra vez elecciones generales, una campaña más, y vemos, a nuestro pesar, que nuestros políticos no han aprendido mucho y siguen tomando a la conciencia de la ciudadanía de forma superficial. También escuché la entrevista que le hicieron a Rubalcaba en Antena 3 al día siguiente, y, al igual que en el caso de Rajoy, casi nada nuevo observo. Es cierto que los estilos de los dos candidatos principales son muy diferentes, pero al final, el argumentario de uno y de otro, respectivamente, es siempre el mismo y nada sincero. El de Rajoy es que ellos son la única alternativa para dar la vuelta a una situación penosa (el principal lema es «crear empleo», no es para menos, claro. Y el término «Economía» se relaciona en casi todas las temáticas). El de Rubalcaba es «¡Cuidado, que viene la derecha! y os vais a enterar de lo que son recortes, no como los que hemos hecho nosotros en el 2010» (Casi todo el argumentario se basa en mostrar la oposición e introducir incertidumbre). Es verdad que el discurso de Rajoy es impreciso y ambiguo; con decir que ellos arreglarán la situación porque ya lo han hecho en otra ocasión, parece que es suficiente; pero ¿la situación es similar a 1996? O son sensaciones mías o piensan que todos somos ingenuos. Nos gustaría que nos dijeran «cómo» van a llevar a cabo esas propuestas e intenciones que manifiestan de manera superficial. También, cómo no, sería de agradecer que nos hicieran más partícipes a los ciudadanos a la hora de llegar a consensos para decidir la idoneidad de las estrategias politicas. Creo que la Política 2.0 va a tener que esperar algún tiempo más.

Rubén Crespo
14 de noviembre de 2011

Reflexiones sobre ‘La política vigilada’. Nuevo libro de Antoni Gutiérrez-Rubí

El pasado jueves, 27 de octubre, Antoni Gutiérrez-Rubí, asesor de comunicación y consultor político, presentó en Madrid su último libro titulado La política vigilada. La comunicación política en la era de Wikileaks. El acto tuvo lugar en el Círculo de Bellas Artes (sala María Zambrano), y contó con la intervención de Gumersindo Lafuente, adjunto al director de El País y José de la Peña Aznar, director de Educación y Conocimiento en Red de la Fundación Telefónica. Además, el acto pudo seguirse a través de Twitter en @fundacionTef #politicavigilada, y por streaming en la web de la Fundación Telefónica.

Hace aproximadamente cuatro meses, el 30 de julio, Antoni tuvo la cortesía de recibirnos junto al Círculo de Bellas Artes de Madrid a algunos compañeros del CECPS (Círculo de Estudiantes de Ciencia Política y Sociología). Gracias a los contactos previos que había mantenido mi querido amigo y compañeros de la UNED, Israel González, pudimos pasar más de una hora con él charlando sobre algunos de sus últimos libros como Filopolítica: filosofía para la política32 Tendencias de cambio (2010-2020), y POLÍTICAS. Mujeres protagonistas de un poder diferenciado. Más concretamente sobre el primero de los mencionados, le pasamos un cuestionario que, en pocos días más tarde, Antoni nos devolvió contestado y que publicamos en la web del CECPS. La entrevista se puede ver también en una de mis entradas en este blog: Entrevista del CECPS a Antoni Gutiérrez-Rubí.

De derecha a izquierda: Antoni Gutiérrez-Rubí, Rubén Crespo, Rafael Domingo, Israel González y Ricardo, en la Calle Alcalá, cerca del Círculo de Bellas Artes de Madrid. Foto: Rubén Crespo.

Además, al exponerle nuestras iniciativas y nuestra propuesta del proyecto de Asociación del CECPS, Antoni nos aconsejó perseverar en la ética horizontal para no ahogar la energia creativa de la comunidad con los formalismos jerárquicos de estructuras asociativas más típicas del siglo pasado. Para nuestro proyecto, Antoni nos transmitió conceptos como porosidad, talento, creatividad, informalidad, vizcosidad, horizontalidad en la comunicación, la transmisión y creación del conocimiento… En definitiva, ideas que, sin generar compromisos y ataduras, permitan espontáneamente la creatividad de una manera más dinámica y horizontal.

Cuando supimos de la salida a la venta de su nuevo libro, a través del CECPS y con bastante antelación, creamos un anuncio del evento de la presentación del libro para informar a todos los miembros del Círculo. Algunos compañeros asistieron al acto (yo tenía previsto asistir, pero al final me fue imposible). Al día siguiente, Rafael Domingo tuvo la amabilidad de compartir en el CECPS las sensaciones que le había transmitido la presentación del libro:

Mereció la pena subir los cinco pisos de escalera (¡¡y qué escaleras!!) , del CBA.  […]  Fue estimulante escuchar a Antoni, que con su vehemencia característica, nos puso en posición de «prevengan» ante la que se le viene encima a la sociedad en su conjunto, respecto a los nuevos paradigmas, aún por descubrir, de la relación de los individuos con sus representantes. Lúcido y directo, nos dijo que, o se hace bien y rápido esta «revolución del método», que él ha denominado «política vigilada/democracia vigilante», o el riesgo es alto de fractura profunda y posiblemente irreversible, entre voluntad cívica y poder real, con el «populismo fascistoide» al acecho, para ocupar un lugar de primacía. Yo no estoy tan convencido de que la inmediatez vaya a ser una clave absolutamente determinante para que eso ocurra así, pero sí comparto con Antoni la premisa de que hay que hacerlo «bien»… aun a sabiendas de que no sabemos, de verdad, en qué consistirá esa cualidad (transparencia, capacidad en vez de jerarquización, ejemplaridad, humildad, horizontalidad, etc., por ahí pueden ir las cosas). Mi sensación es que los acontecimientos van a llevar un ritmo rápido, pero no tan acelerado como parecía deducirse de las palabras del amigo Antoni; serán nuestros hijos (para los de mi generación), o nuestros nietos, los que vivan inmersos en este nuevo entorno que se está empezando a gestar ahora… Lo que sí me sugirió lo hablado ayer, es que la gente debe tomar YA postura militante en estas cosas… y el ejemplo del CECPS sobrevoló mi pensamiento, escuchando las reflexiones de todos… La gente es consciente de que estamos ante el momento histórico más determinante de los últimos años, equiparable (y eso se verá en los e-books de los que estudien este período, en el futuro….seguro), con los hitos de la civilización más relevantes de la humanidad. Se palpa, se percibe, se respira… Pero la inercia de siglos del paradigma social de una relación distante (por intereses mutuos, no solo de los poderosos), entre ciudadanos y apoderados políticos y económicos, pesa todavía mucho…, aunque la balanza ya se ha empezado a mover hacia el otro lado…

Por su parte, mi compañera de la UNED, Silvia Brasa, también se tomó la molestia de transmitir sus reflexiones a mí y a algunos compañeros dela UNED.

Sobre las reflexiones que me ha provocado la presentación del libro de Antoni Gutierrez Rubí:

Algo que ya hace tiempo me ronda, y es más que evidente, es que la política va por detrás de las inquietudes sociales. Aunque esto ha sido así a través de la historia, se hace más notable y notorio con el acceso que Internet nos proporciona. Rafael Domingo hizo una reflexión sobre la desaparición de las élites muy interesante y que Antoni compartía en cuanto a un surgimiento de «mediadores» como lo llamaba él. Pienso más en interlocutores que no se caracterizan por quienes son, por ostentar un cargo o un estatus económico como nos decía el autor y es que Internet, es el medio en el que la publicidad es mas efectiva: rápido, impactante en toda la medida que tu creatividad se extienda, gratuito y que puede llegar a mas personas.

Internet nos ofrece información en tiempo real, pero ¿hasta que punto estamos capacitados para filtrar, analizar, sesgar investigar? Sindo (director adjunto del País) contestaba que en eso la prensa está mas al día, cierto. La prensa se ha digitalizado pero es el mayor escaparate de cuáles son las limitaciones de los lectores. ¿Os habéis parado a leer los foros de opinión?  […]  Es increíble que teniendo el privilegio hasta de poder escoger qué información nos interesa más, contrastarla de inmediato haya tanta gente que se moleste en registrarse para dejar insultos u observaciones radicales hasta límites insospechados en una sociedad tan aparentemente global y abierta. Tengo la extraña sensación de que la era de la globalización y la comunicación nos ha posicionado culturalmente de un modo más estático, defensivo, temerosos de perder una identidad…

La política no ha sabido gestionar el hecho de que ahora estén desnudos ante la sociedad. Por mi manera de ser y pensar me resulta harto imposible no «pensar-decir-hacer» lo mismo en todos los ámbitos de mi vida. Puedo cambiar de opinión ante algo que tal vez no he interiorizado pero eso es evolución, lo que no me parece viable es vender unos valores o principios de los que se carece en la intimidad, pero sé que esto es la norma. No acabo de comprender como el hecho de que tengamos unos medios que nos conecten y nos hagan interactuar han servido para vender humo personal, social, ideológico más que en ninguna otra época, más, si cabe, en el cara a cara donde se puede disimular. Cierto es que Internet nos permite «googlear» a cualquiera y pillarle en un renuncio en segundos, pero, por muy buen actor que seas, estás expuesto a una imagen con movimiento y voz… Todo cambió con los primeros debates televisados…. La cercanía a los líderes se incrementó y se les dio una nueva dimensión de idealización porque eran más cercanos, pero sólo en lo público había un control de lo privado. Me encantó la reflexión de Eva (compañera también de la UNED) en ese sentido: controlar tu nombre en la red es controlar tu espacio vital. Es más difícil que boicoteen tu personalidad si tú eres dueño de tu identidad en Internet. Y es que ahora perder la dignidad o que alguien la pisotee es más fácil que nunca y más difícil de evitar.

[…] el espionaje tal y como se entendía hace diez años ha sido abofeteado por wikileaks. Esto es falso. El hecho de que tengamos mas acceso no quiere decir que lo sepamos todo o que podamos saberlo todo y mucho menos que estemos capacitados para juzgarlo o creernos participes capaces de tomar medidas por el mero hecho de que Internet, de algún modo, ha dado legitimidad al saber.

¿Hasta que punto el hecho de que la creencia a la que induce esta apertura de información, sea la necesidad de una horizontalidad, no nos somete también? ¿Realmente esa horizontalidad es posible o es utópica? Todos necesitamos referentes, que nos enseñen, que nos induzcan a superarnos, a sobrevivir en las mejores condiciones en definitiva y a esos referentes siempre les situamos en un plano superior…

Las redes nos proporcionan mas visibilidad que da una nueva dimensión al hecho de que no somos un granito de arena solitario, sino que formamos parte de un desierto en el que puede un solo grano provocar un ligera brisa que mueva a todos los de alrededor y a su vez a más y más y se convierta en una tormenta de arena que mueva dunas (véase la primavera árabe); pero dudo que nos paremos a analizar por la velocidad que tienen los acontecimientos incrementada por la facilidad de acceder a los datos si está bien que corra una brisa o que como muchos granitos se mueven vamos a dejarnos llevar por el huracán. ¿Cuantos de los que acamparon en Sol siguen creyendo en la original idea? ¿Cuantos han pasado de «indignados» a «desilusionados» o «frustrados», ahora por doble motivo? ¿Hasta qué punto el hecho de ver que es tan fácil provocar un movimiento social en la red no nos induce aún más al egoísmo? Si todos estos ya se mueven para cambiar el mundo ¿para que voy a hacerlo yo? ¿qué puedo hacer yo, un simple granito de arena?

Me gustó especialmente una frase: «Internet no te pregunta de donde vienes si no hacia donde quieres ir». Discrepo, con Internet o con la posibilidad de viajar a Plutón, el ser humano tiende a clasificar, enumerar y dar magnitud a todo y todos. Tan importante sigue siendo el de dónde vienes porque valoraré de otro modo que me puedas llevar de la mano al lugar al que quiero ir o acompañarte en tu camino ya que ahora son infinitos y mas visibles.

Finalizó Antoni su presentación con la reflexión de que siempre se ha defendido la libertad levantando empalizadas y que lo que toca es abrirlas… en Internet, de algún modo, se abren con la patada en la puerta. Y la transparencia, por mucho que deje ver todo, no modifica el color del cristal con que se mira.

El acto de presentación del libro se puede ver en diferido a través de la web de Fundación Telefónica en el siguiente link: Presentación del libro: La Política Vigilada de Antoni Gutiérrez-Rubí, o haciendo click sobre la siguiente imagen:


Entrevista del CECPS a Antoni Gutiérrez-Rubí

Reproduzco aquí la entrevista que realizamos desde el CECPS a Antoni Gutiérrez-Rubí para resaltar su compromiso con nuestra sociedad (gran parte de su obra se puede leer y descargar gratuitamente en su website: Antoni Gutiérrez-Rubí. Artículos y Reflexiones. Animo a todos los estudiantes y ciudadanos en general a que se acerquen a su obra y a que mediten sobre sus reflexiones, pues muchos de nosotros lo consideramos un semillero de ideas; un pensar a partir de los que ya han pensado. Como dice Victoria Camps en el prólogo de Filopolítica: filosofía para la política: “Siguem moderns, llegim els clàssics. El verso de Foix guía a Gutiérrez-Rubí a lo largo de sus argumentos”.

Antoni Gutiérrez-Rubí. Foto extraída de blogs.elpais.com

Antoni Gutiérrez-Rubí es asesor de comunicación y consultor político. Es miembro de las principales asociaciones profesionales como ADECEC (Asociación de Empresas Consultoras en Relaciones Públicas y Comunicación), EAPC (European Association of Political Consultants), ACOP (Asociación de Comunicación Política), DIRCOM (Asociación de Directivos de Comunicación) y afiliado al Col·legi de Publicitaris i Relacions Públiques de Catalunya (Societat Catalana de Comunicació i Estratègia Polítiques.

Es profesor de los másters de comunicación de distintas universidades como la Universidad de Navarra, la Carlos III, la URJC, la Pontificia de Salamanca, la UAB, la UCM, la UIMP, la UPEC, el ICPS o el Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset. Escribe habitualmente en El Periódico de Catalunya, El País, Público, Expansión o Cinco Días, entre otros.

Autor de los libros: Filopolítica: filosofía para la política; 32 Tendencias de cambio (2010-2020) junto a Juan Freire; Micropolítica. Ideas para cambiar la comunicación política; Lecciones de Brawn GP. Las 10 claves empresariales para competir con éxito; y Políticas. Mujeres protagonistas de un poder diferenciado.

En sus libros y artículos se aprecia un gran esfuerzo intelectual a favor de la convergencia entre las formas de conocimiento y avances interdisciplinares. En sus reflexiones, subyace un especial y riguroso comercio fronterizo entre las ciencias cognitivas, la tradición filosófica y la tradición espiritual… como el mismo argumenta: “Se impone una triple reacción: más meditación, más espiritualidad y más filosofía”.

 

AMPLIAR EL CÍRCULO DEL NOSOTROS

ENTREVISTA

CECPS: En su artículo « LA POLITICA MEDITADA » argumenta que las emociones debieran ser valoradas y reconocidas al mismo nivel que las aptitudes y actitudes. ¿Piensa que los avances de la psicobiología que avalan empíricamente el papel que usted reclama para las emociones ponen en evidencia los prejuicios de la izquierda ante prácticas espirituales como la meditación?

AG-R: Hay un recelo prejuicioso en parte de la izquierda convencional hacia la espiritualidad y hacia las prácticas alrededor del autoconocimiento y la meditación. Una mezcla de desprecio y desconfianza. No en vano, el epicentro de buena parte del pensamiento progresista sigue anclado en las viejas ecuaciones del “materialismo histórico”. A ello, hay que añadir el sustrato de determinados compartimentos laicistas que reducen o simplifican el laicismo a anticlericalismo, por ejemplo, y en algunas actitudes desconfiadas hacia lo religioso. El conjunto es una mirada displicente a los aportes de compromiso social que se nutren de otras fuentes menos ideológicas (en el sentido más tradicional del término) y que se sustentan en la conciencia personal, la espiritualidad o el compromiso social de inspiración religiosa.

CECPS: Como usted afirma en su obra: “En el escenario actual de crisis e incertidumbre social se han castigado duramente los delicados equilibrios emocionales que la vida moderna exige a las personas” ¿En qué medida son conscientes los políticos y la ciudadanía en general de los beneficios de la meditación?… ¿Qué beneficios nos ofrece la meditación?

AG-R: La meditación aporta equilibrio, conocimiento, armonía y socialibilidad. Cada uno de estos atributos enriquece, enormemente, la praxis política. Equilibrio: la política necesita ponderación y flexibilidad. Conocimiento: la política que se construye desde el individuo y su realidad, permite ofrecer escenarios de superación en base al humanismo. Armonía: necesitamos una mayor coherencia entre lo que somos, lo que decimos que somos y lo que hacemos. Y, finalmente, sociabilidad: el autoconocimiento que se obtiene a través de la meditación permite transcender de lo individual para reconocernos en el “nosotros”. Todos los caminos para el reencuentro personal, para la conciliación entre nuestro espíritu y nuestra vida favorecen comportamientos más sociales.

CECPS: En sociedades en las que los ritmos mediáticos de la política se han entregado a la improvisación y a la inmediatez táctica, la meditación y la dimensión espiritual de la persona -como usted argumenta en su obra- parecen representar un demérito o un defecto; en primer lugar: ¿De qué tipo de espiritualidad estamos hablando?… y segundo: ¿De qué elementos depende el que podamos revertir esta situación en la que la comunicación política está instalada en el “tactismo cortoplacista”?

AG-R: Estamos hablando de una espiritualidad que te obliga a la reflexión, a la introspección, a pensar antes de hablar, a pensar antes de actuar. Precisamente, la política formal está atrapada en una cadena reactiva alimentada por la fugacidad y fragilidad del hecho noticioso, por la competencia mediática entre medios, por la reducción de la praxis política a la política para y en los medios y por el ciclo cada vez más corto de las noticias. Este cuadro favorece la precipitación, el apriorismo, el prejuicio y la reacción poco evaluada o reflexiva. Justo lo que no necesitamos para la renovación de la política.

CECPS: De su libro “FILOPOLITICA” se desprende que el “ejemplo público” de “lo bueno” y de “lo bello” construye virtud cívica y genera confianza y esperanza… ¿Qué papel juega la inteligencia emocional en este proceso? ¿Qué papel debería jugar la filosofía?

AG-R: Los datos son abrumadores. La evidencia empírica de la relevancia de las emociones en la configuración cognitiva está fuera de toda duda. Pensamos lo que “sentimos”. Y sentimos lo que “percibimos”. El triángulo percepción (sentidos) – sentimientos (emociones) – y conocimiento (pensamientos, ideas) es indiscutible. La política de las emociones es aquella que reconoce el papel determinante de los sentimientos en el compromiso y la acción política. Sin emociones, no podremos comprender los estados de ánimo de las personas. La praxis política se ha vuelto “insensible” y aquí ha empezado la brecha de legitimidad y de proximidad con la ciudadanía.

La filosofía debe volver a ocupar el epicentro de la acción política. Se trata de recuperar las preguntas, las grandes preguntas del ser humano y de la sociedad. Se trata de desandar para volver a reencontrarnos con las reflexiones profundas, con los grandes temas para revitalizar y volver a “iluminar” el pensamiento político. Hay que volver a los clásicos. Y reestablcer, de nuevo, una gran alianza entre política y filosofía.

CECPS: A su vez, en “FILOPOLITICA” escribe lo siguiente: “Superar la crisis significa comprender que el camino era equivocado”… “seguir un solo camino es retroceder”… ¿podríamos decir que ante el dominio del “pensamiento único” el 15-M -así como otros movimientos de resistencia pacífica similares- representa la esperanza para el cambio que nuestras sociedades y democracias necesitan?

AG-R: A mi juicio, una de las grandes aportaciones del espíritu, de la cultura del 15M es la no resignación. El 15M es una rebelión frente a lo inevitable. Es una llamada la conciencia de que el determinismo sin esperanza no es inexorable y que el curso de la crisis y la incapacidad de la gobernabilidad de los poderes económicos y financieros por parte de la política, “nos condena” a quedarnos sin alternativas. Nos condena al papel de espectadores, el paso previo para ser, después, víctimas del desorden. El 15M se rebela contra el destino. Y significa una esperanza para empoderar y recuperar el control de lo colectivo desde la perspectiva del horizonte compartido. Es un no al “sálvase quien pueda”.

CECPS: En las plazas de multitud de ciudades españolas la empatía de miles de ciudadanos hacia las causas de indignación comunes, publicas y generales ha permitido entretejer una estructura de relaciones para la resistencia pacífica como posible motor del cambio hacia una sociedad más justa y democrática, esto ha generado grandes cuotas de simpatía por parte de la ciudadanía, como así lo demuestran las encuestas, pero… ¿Empatizan los políticos con el malestar social, la precariedad y las propuestas de los “indignados”, es decir, comprenden los líderes políticos el estado emocional y las necesidades de la sociedades que aspiran a gobernar?

AG-R: La política formal ha descubierto, alarmada, que ha perdido el privilegio de la política. Otra de las aportaciones importantes del 15M es el empoderamiento político de muchas personas que sienten que pueden hacer cosas “sin partidos, sin sindicatos, sin políticos”. Incluso hay quien cree –a mi juicio, equivocadamente- que se puede dirigir lo colectivo casi sin instituciones. Aunque soy consciente de la profunda crisis de legitimidad y de reconocimiento social que la actual representación pública de la democracia tiene para una importante mayoría social.

Los partidos han reaccionado con cautela. Aunque no todos reconocen el valor social y político de lo que representa el 15M. Han pasado del desconcierto, a la incredulidad. De la ignorancia al respeto. Y del respeto al interés (o a la pretensión instrumentalizadora). Es una evolución positiva que reconoce el carácter cívico, democrático y la energía social que ha significado el 15M (de las acampadas, al 19J, y de ahí a la amplísima simpatía social que han obtenido). Pero, en general, han creído que el tiempo iba a desgastar, a diluir, la ola democrática. Y el tiempo solo va a tensionar la capacidad organizativa y propositiva de las incipientes estructuras de coordinación. Pero ya no evitará la convicción mayoritaria de la ciudadanía que es que la política formal, tal como es su praxis actual, ya no responde a los retos a los que nos enfrentamos. Las plazas se han vaciado, las redes pueden languidecer o empequeñecer pero la energía vital se ha quedado ya entre nosotros. La próxima ola nos desbordará a todos si la política formal no comprende que esta es, seguramente, la última oportunidad.

CECPS: En sus reflexiones sobre el relato político, expresa: “El discurso político ha de ser un relato épico, transformador, movilizador”… ¿Qué elementos fundamentales necesita integrar el relato político actual para estar en coherencia con el “debe ser” de esta afirmación?

AG-R: El relato político debe permitir una interpretación serena sobre las causas, una reflexión profunda sobre los porqués y una pedagogía inclusiva e integradora sobre las respuestas. Hay que volver a hacer pensar a la ciudadanía sobre de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde vamos. Y qué podemos hacer, con quién y cómo para cambiar el curso inexorable de los acontecimientos. También debe contribuir a dar una visión moral y ética del compromiso individual, de cada uno de nosotros, en el horizonte colectivo. El relato político debe emplazar a los ciudadanos a pensar y a comprometerse.

CECPS: ¿Qué quiere decir con la frase: “LOS TRISTES NO GANAN ELECCIONES”? y… en el actual contexto de incertidumbre y complejidad… ¿Qué tipo de alegría podría ser bienvenida?

AG-R: La seriedad, el rigor, la responsabilidad no deben convertirnos en seres huraños, hoscos, hostiles. Cuando afirmo que los tristes no ganan elecciones quiero enfatizar, a través de una frase sorprendente y visual, tres cosas: la política debe ilusionar, emocionar y motivar la acción. La política debe contagiar un espíritu positivo, alegre, integrador para poder rearmarnos de “felicidad”. Como decía Albert Camus: “Ya que no vivimos tiempos revolucionarios, aprendamos, almenos, a vivir el tiempo de los rebeldes. Saber decir no, esforzarse cada uno desde su puesto en crear los valores vitales de los que ninguna renovación podrá prescindir, mantener lo que vale, prepapar lo que merece vivirse, y practicar la felicidad para que se dulcifique el terrible sabor de la justicia, son motivos de renovación y de esperanza.”

CECPS: “NO NOS REPRESENTAN” ha sido el lema ante la degradación de una praxis política desleal a los valores de la “dignitas democrática”; valores con los que se debieran identificar las personas que con la confianza de la ciudadanía –y habiendo jurado lealtad a su función pública- gobiernan las instituciones y administran los bienes y recursos públicos. Por el contrario, existen multitud de casos de desviación y evasión de responsabilidades políticas que generan desconfianza y descrédito… ¿Sería conveniente un pacto anticorrupción?… ¿Nos ofrecen las nuevas tecnologías alguna posibilidad de mejorar los procesos de participación y de representatividad democrática, así como, algún tipo mecanismo de control ciudadano que nos permita mejorar los niveles de confianza y credibilidad en el sistema, en sus instituciones y en los políticos que deben dignificar las funciones y los procesos?…

AG-R: Como apunto en mi artículo Economía transparente, en plena crisis económica y financiera, e inmersos en profundas reformas estructurales (en el marco de los planes de estabilidad europea), Internet puede suponer una oportunidad para combatir la economía oculta, uno de los principales problemas para la recuperación económica de España, e impulsar el cambio hacia una economía transparente basada en el libre acceso a la información y el conocimiento.

Para darnos una idea de la profundidad del agujero negro de la economía oculta, basta con compararla con la economía digital. La actividad económica entorno a Internet supuso en 2009 el 2,2% del PIB, generó unos 100.000 empleos directos y puede elevar su aportación al PIB español hasta el 5,1% en 2015.

Combatir la economía sumergida es un reto inexcusable e inaplazable.  Para ello, será fundamental el impulso del eGobierno o Open Government que parece que es sólido y constante. Más Internet no sólo puede actuar como alternativa (nuevo modelo productivo) y complementariedad (nuevos mercados y modelos de negocio) a la economía “del ladrillo y sombrilla”, sino que puede suponer una oportunidad para combatir la economía oculta, impulsando el cambio hacia una economía transparente basada en el libre acceso a la información y el conocimiento.

CECPS: ¿Es la “brecha digital” de los políticos -con sus causas generacionales- un obstáculo para el cambio hacia una mayor amplitud de los espacios de interacción democráticos y representativos? ¿y la exclusión tecnológica de una gran parte de la ciudadanía que no ha tenido ni tiene acceso a internet?

AG-R: La brecha digital ya no es, fundamentalmente, social. Aunque sigue generando profundas y graves discriminaciones. Por ejemplo, España es el país más caro en banda ancha (se sitúa como uno de los países más caros del mundo en el acceso a Internet, con una media de 34€ por persona y mes). Pero las nuevas brechas son territoriales (España puede acabar con redes a dos velocidades, ya que las zonas con mayor densidad de población cuentan con una amplia oferta de navegación, tecnologías como ADSL, VDSL o cable y mejores precios -incluso acceso a las nuevas redes de fibra óptica-, frente a la precariedad de las zonas menos pobladas que, según uno de los últimos informes de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, suponen más de la mitad del país).

Y también brechas actitudinales. Las élites directivas -empresariales y políticas- están  seriamente desconectadas de la nueva sociedad en la que actúan, una sociedad digital que construye valor, relación y proceso en base al dato y a la información, fundamentada en el binomio redes/personas). Las élites desconectadas dirigen estas sociedades autistas bajo patrones y modelos jerárquicos basados en la autoridad posicional, no en la reputación relacional. Dirigen empresas, pero se alejan –cada día más- de la comprensión de sus clientes en su inseparable condición humana, cívica y ciudadana. Este modelo se agota rápidamente.

En el caso de la política, la cultura digital cuestiona los formatos organizativos, las prácticas comunicativas y los procesos creativos o de agregación de valor. En definitiva, pone en jaque a la política analógica en un ecosistema social muy digital.


CECPS: En momentos de incertidumbre como los actuales y siendo conscientes de la contingencia a la que están sometidos los hechos socio-históricos… ¿Que tendencia social y política le preocupa más por sus potencialidades negativas? ¿Qué tendencia le genera más ilusión y esperanza por sus potencialidades positivas?

AG-R: La más preocupante es el reflujo conservador, temeroso, vulnerable que la crisis y sus dramáticas consecuencias tiene sobre los ciudadanos. La combinación de temor e incertidumbre paraliza las conciencias que pueden sentirse tentadas por las soluciones fáciles, a corto plazo. El rechazo al distinto, a lo colectivo y a lo global es la reacción conservadora a las dificultades. Es una reacción que puede llevarse por delante buena parte de nuestra arquitectura democrática.

Y, paradójicamente, se produce en nuestras sociedades una reacción contraria –y creo que mayoritaria- de toma de conciencia personal y colectiva muy esperanzadora. El reto es que estamos en una encrucijada insoslayable e impostergable que exigirá coraje y visión. Hay que aprender a vivir con menos para encontrar, juntos, soluciones globales, sostenibles.

CECPS: Muchos miembros del CECPS creemos que sería conveniente un mayor diálogo entre los políticos en ejercicio y la comunidad de científicos sociales y humanistas que de algún modo son silenciados en los principales medios de comunicación. ¿Sería oportuno que esta comunidad de científicos y humanistas emitiera un comunicado conjunto de apoyo a los indignados? ¿Estaría dispuesto a involucrarse en ello?

AG-R: Sí, estoy dispuesto a ello. De hecho, confío en el carácter ejemplar y exigente del pensamiento científico para estimular y obligar a una reacción política a la altura de los retos. Pero, lamentablemente, de lo que estamos sobrados es de constataciones y hechos empíricos que demuestran el carácter suicida de nuestro modelo de desarrollo y el carácter depravador de nuestro sistema financiero. Voces no hacen falta, aunque siempre sean bienvenidas. Lo que necesitamos son oídos para escuchar lo que el planeta y la sociedad grita en silencio: que hay que cambiar rápido y que ya no tenemos tiempo para aplazar las decisiones sin retorno.

Entrevista original publicada en el CECPS el 18 de julio de 2011

Entrevista del CECPS a MARÍA JESÚS FUNES sobre el fenómeno sociológico del 15M

Tras los acontecimientos de indignación que acaecieron tras el 15 de mayo de 2011, movimiento conocido como 15M, un buen número de miembros del CECPS (Círculo de Estudiantes de Ciencias Políticas y Sociología), plataforma que nació en el seno de la UNED a principios del 2011 para compartir conocimientos, recursos y debatir sobre temas políticos y sociológicos, consideramos de vital trascendencia este fenómeno sociopolítico sin precedentes en la historia de la Democracia en España, apoyamos el movimiento por una democracia más participativa y decidimos realizar algunas entrevistas a diversos profesionales y docentes de las ciencias sociales para saber su opinión al respecto. En esta entrada reproduzco la que realizamos a la socióloga y profesora en la UNED, María Jesús Funes:

María Jesús Funes. Foto extraída de http://tv.uvigo.es/

María Jesús Funes Rivas es Doctora en Ciencias Políticas y Sociología yProfesora en el Departamento de Sociología III, Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, desde 1.998. También es Coordinadora del Comité de Investigación de Sociología Política (FES), y co-responsable, junto a María Luz Morán del Grupo de Investigación Grupo de Estudios sobre Sociedad y Política (GESP – UNED/UCM). Imparte asignaturas como: Acción colectiva, poder y medio ambiente (Licenciatura de Ciencias Ambientales); Sociología de la Religión (Licenciatura de Ciencias Políticas y Sociología) y El descontento en las sociedades complejas (Máster en Problemas Sociales). Además, ha dirigido varios cursos de verano en la UNED y diversos seminarios sobre sociología política y acción colectiva.

Entre sus diversas publicaciones destaca una que tiene una clara relación con los sucesos que tratamos: el monográfico del que es coordinadora y coautora titulado Movilización social y creatividad política de la juventud, que cuestionaba en el 2006 la supuesta pasividad de la juventud y ya entonces aporta argumentos que podían hacer prever este tipo de acontecimientos (Monográfico de la Revista de Estudios de Juventud de España nº 75 (Instituto de la Juventud de España, Madrid: 2006).

Otros trabajos de interés relacionados con esta temática son también: Cultura Sociedad y Política (Informe de Juventud 2008). Instituto de la Juventud de España: 2008; y Movimientos Sociales: cambio social y participación (UNED – Madrid, 2003), que son editores y coautores María Jesús Funes y Ramón Adell.

Sus principales líneas de investigación se encuentran en el ámbito de la sociología política, acción colectiva, participación, movimientos sociales, cultura y socialización política. Los proyectos de investigación más recientes en los que ha participado son: «Jóvenes en situación de riesgo: la politización de las demandas juveniles»(2009-2010); y actualmente, «Mecanismos de Participación Local en perspectiva comparada: causas y consecuencias» (2010-2012).

Recientemente ha sido consultada sobre el fenómeno del 15M por diversos medios de comunicación. Entre ellos DivulgaUNED en: #indignad@s toman las calles, ¿Qué está pasando?; y Elpais.com en: Los internautas preguntan a María Jesús Funes.

Currículum ampliado de María Jesús Funes Rivas.

ENTREVISTA

CECPS: Ante fenómenos como el del 15-M, ¿cómo debería ser la actitud de un sociólogo que trabaje para una administración pública o para un partido político?

MJF.: Dependerá del tipo de trabajo que tengan asignados cada uno de ellos en la administración o en el partido. En principio, un sociólogo que trabaje para la administración pública no tiene por qué adoptar ninguna actitud especial más allá de la que adopte como ciudadano, salvo que se encuentre en un puesto que pueda tener alguna relación con la formación (como es mi caso), o con la comunicación política, o, por supuesto que se trate de cargos de alta responsabilidad, en cuyo caso su responsabilidad es distinta. En cuanto a un sociólogo que trabaje en un partido, también dependerá de cuál sea su función dentro de él, pero en este caso, si habría una cierta obligación de intentar sensibilizar a su colectivo para que se desarrollen mecanismos de observación y vigilancia muy atenta para poder comprender bien lo que está ocurriendo, dado que, desde mi punto de vista, los partidos son unos de los primeros aludidos en esta movilización.

CECPS: ¿Cree que el movimiento del 15-M solo ha sido utilizado por partidos políticos y algunos medios de comunicación según sus propios intereses pensando en el efecto que podía tener en las elecciones del 22-M?

MJF.: Puede que haya sido, sino sólo, si principalmente utilizado en ese sentido. En primer lugar porque podríamos decir que resulta bastante razonable que así sea dado que podía considerarse una cuestión menor junto a unos hechos tan relevantes como las elecciones. En segundo lugar, porque hay una cierta inercia a “no ver” y “no valorar” determinado tipo de prácticas. Vuelvo a los argumentos que desarrollo sobre todo en la Introducción y el primer artículo del monográfico nº 75 de la Revista del INJUVE, estas prácticas (las del 15-M) quedarían en lo que denomino en ese texto: “lo invisible, lo estigmatizado, lo prohibido”. Cierto tipo de acontecimientos se rechazan, se infravaloran, y acaban “casi” no viéndose, se invisibilizan a fuerza de querer negarlos. Hasta que llega un hecho de estas dimensiones en que no ha habido más remedio que quitarse la venda de los ojos, y eso es un poco lo que ha pasado con la prensa. Con los partidos puede que haya otras explicaciones añadidas.

CECPS: ¿Qué tipo de personas podemos encontrar entre los indignados? Se ha hablado de extremistas, de antisistema, etc. Aunque las propuestas van más encaminadas hacia una regeneración del sistema, ¿cree que las propuestas son realistas o podemos catalogarlas como utópicas?

MJF.: Sin lugar a dudas, hay mucha mezcla. Pero los verdaderos protagonistas no son los que se suelen denominar “antisistema” (también habría que tener claro qué se quiere indicar con ese término). Los protagonistas, la vanguardia de este movimiento, son los jóvenes formados, cualificados, políticamente motivados que se intuían como promesa en los últimos estudios de juventud; aunque la ceguera de la sociedad adulta, incluso la académica, no les daba relevancia. En el libro Cultura, Sociedad y Política del Informe de Juventud de 2008, hay una apartado dedicado a indagar sobre un sector social procedente del ámbito del hacktivismo, y de los jóvenes alternativos (que no necesariamente antisistema), los universitarios altamente politizados. Aquí veía yo hace unos años las posibilidades de cambios relevantes en la política, y a ellos creo que hay que atribuirles esta explosión de vitalidad democrática.

CECPS: Algunas personas piensan que este tipo de movimiento no terminará por afectar a la clase política, ya que están acostumbrados a todo tipo de críticas, ¿Está siendo efectivo el movimiento del 15-M? ¿Existen otras vías pacíficas para forzar cambios de actitud de los partidos políticos, gobiernos y sindicatos?

MJF.: No podemos saber cuánto va a afectar, pero, a estas alturas es casi imposible que no afecte. Creo que cada vez está más claro que este movimiento “podría” tener efectos comparables a los que tuvo el Mayo francés. Tal vez sea un poco optimista, no me gusta hacer futurismo, pero sí me prestaría a analizar más despacio posibles vías de impacto. Otras vías para forzar cambios de actitud,…??? Supongo que sí pero habría que dedicar varios seminarios a reflexionar sobre ello, porque se trata de instituciones muy desgastadas y un tanto anacrónicas. Por ahora, quedémonos con observar la opción que tenemos delante.

CECPS: Hasta ahora los principales partidos políticos de España no han atendido formalmente ninguna de las reivindicaciones de los indignados. ¿Cree que deberían adoptar –o atender al menos- las reivindicaciones del 15-M?

MJF.: Sí, creo que deberían plantearse que algún tipo de acercamiento, es imprescindible. El Movimiento, aunque ahora se amenos visible, sigue tomando fuerza, y su estrategia de diversificación, fragmentación y expandirse por las redes sociales, por otras redes sociales de las habituales de la juventud, lejos de diluirles puede llegar a hacerles más poderosos y sería una mala estrategia no estar pendiente.

CECPS: Después de la gran afluencia en diversas plazas de España y su gran calado en la opinión pública. ¿Cuál cree que será el siguiente paso? ¿Se transformará en un nuevo partido político o continuará por la senda de la desobediencia civil que en su día planteó Thoreau?

MJF.: El siguiente paso está siendo el de incardinarse en redes sociales de otro tipo, su estrategia de pasar a los barrios, a los pueblos, a los núcleos de la vida cotidiana, y de actuar como “movimiento vigilante” (véanse sus actuaciones en los casos de desahucio por impagos de viviendas), los convierte en un movimiento original y lo que hay que hacer es estar atentos observando. Desde luego, lo que no parece es que su tendencia sea convertirse en un partido, pero nada se puede saber aún.

CECPS: Ante las tentativas de coordinación en diversas ciudades españolas que se están llevando a cabo, e incluso ante la previsible exportación del fenómeno a otras ciudades europeas, como ya ha sucedido en Grecia, ¿cree que se irá conformando una masa crítica que se lo pondrá cada vez más difícil a los políticos y las elites dominantes actuales?

MJF.: Puede ser, hoy el efecto contagio es un elemento básico de la acción política de protesta, pero es pronto para saber qué calado puede tener.

CECPS: En la actual situación de soberanía de los mercados, la mayoría de indignados tiene una sensación de impotencia al ver como los mercados les pasan por encima, ¿es la del 15-M una de las mejores formas de acción ciudadana frente a los problemas económicos y sociopolíticos?

MJF.: No está claro si es la mejor, lo que podemos decir es que hasta el día de hoy, creo que es la única.

CECPS: Existe la percepción de cierto mutismo de las organizaciones sindicales, sin que ninguna de ellas se haya dirigido ni siquiera a los medios de comunicación. ¿Cree que los sindicatos deberían haber apoyado las reivindicaciones del 15-M?

MJF.: Creo que están desconcertados, por otro lado como la mayoría de actores y de ciudadanos. Por otra parte, este movimiento está expresando con mucha claridad su rechazo a las instituciones representativas tradicionales, y creo que los sindicatos entran en esa calificación. Supongo que temen lo que ha ocurrido otras veces, que actores políticos más relevantes acaben fagocitando el movimiento.

CECPS: Si le encargarse la universidad u otro organismo un estudio sobre el 15-M, ¿cómo lo abordaría, qué técnicas de investigación utilizaría?

MJF.: Hay toda un aparato teórico y metodológico preparado y bien definido para analizar este tipo de casos. Me dedico a enseñar eso a mis alumnos en el Máster de Problemas Sociales. De hecho, este curso hemos aprovechado para analizar las revueltas del norte de África. La teoría del proceso político y la teoría de la construcción social de la protesta, serían mis guías iniciales, pero, por supuesto, orientada desde el enfoque de la construcción de marcos cognitivos y de la construcción dramatúrgica de la acción para estudiar el peso de las acciones y los escenarios en la construcción del éxito y la evitación del fracaso, la dimensión simbólica de la acción…Un curso entero podríamos dedicar a ello. Tal vez me plantee dedicarle el curso próximo.

CECPS: Aunque los últimos barómetros del CIS reflejaban a la clase política como el tercer problema que preocupaba a la población española, parece que a los principales partidos políticos les ha pillado por sorpresa esta rebeldía ciudadana. Incluso los medios de comunicación han tendido a consultar más que nunca a los sociólogos para encontrar explicaciones ¿Cree que, a partir de un aumento del malestar social, se demandarán en el ámbito de la administración y otros sectores privados más profesionales de la Sociología?

MJF.: Espero que sí.

CECPS: Muchos miembros del CECPS creemos que sería conveniente un mayor diálogo entre los políticos en ejercicio y la comunidad de científicos sociales que de algún modo son silenciados en los principales medios de comunicación. ¿Sería oportuno que esta comunidad de científicos emitiera un comunicado conjunto de apoyo a los indignados? ¿Estaría dispuesto a involucrarse en ello?

MJF.: Sí, sin lugar a dudas. Lo he hecho a título individual. Lo haría también como profesional.

La entrevista original se publicó en el CECPS el día 16 de junio de 2011.

Entrevista del CECPS a JOSÉ FÉLIX TEZANOS sobre el fenómeno sociológico del 15M

Tras los acontecimientos de indignación que acaecieron tras el 15 de mayo de 2011, movimiento conocido como 15M, un buen número de miembros del CECPS (Círculo de Estudiantes de Ciencias Políticas y Sociología), plataforma que nació en el seno de la UNED a principios del 2011 para compartir conocimientos, recursos y debatir sobre temas políticos y sociológicos, consideramos de vital trascendencia este fenómeno sociopolítico sin precedentes en la historia de la Democracia en España, apoyamos el movimiento por una democracia más participativa y decidimos realizar algunas entrevistas a diversos profesionales y docentes de las ciencias sociales para saber su opinión al respecto. En esta entrada reproduzco la que realizamos al sociólogo y profesor en la UNED, José Félix Tezanos:

Jose Félix Tezanos. Foto extraída de http://www.periodistadigital.com

José Félix Tezanos Tortajada (Santander, 1946) es doctor en Ciencias Políticas y Sociología, Catedrático de Sociología (organizó y puso en marcha la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología y de la cual fue Decano). Actualmente es Director del Departamento de Sociología III(Tendencias Sociales) de la UNED y Coordinador del GETS (Grupo de Estudio sobre Tendencias Sociales). También es Director de la Fundación Sistema, donde ha coordinado e impulsado diversas   investigaciones y foros de estudio sobre el futuro.

Entre los muchos libros de los que es autor están: Tendencias en exclusión social en las sociedades tecnológicas. El caso español (1998),La sociedad dividida. Estructuras de clases y desigualdades en las sociedades tecnológicas (2001), El trabajo perdido. ¿Hacia una civilización post-laboral? (2001), La democracia incompleta. El futuro de la democracia post-liberal (2002). Como coautor o editor: España siglo XXI. La sociedad. Vol. 1 (2008), El horizonte social y político de la juventud española (2010), España. Una sociedad en cambio(2010), Estudios Delphi sobre tendencias económicas, sociales y políticas (2011). Estos y otros se pueden encontrar en Sistema Digital y en la Editorial Biblioteca Nueva, S.L.

Ha realizado numerosas investigaciones sobre tendencias sociales; exclusión social; estratificación social; ciencia, tecnología y sociedad. Actualmente, las líneas de investigación que tiene en marcha son: Tendencias Sociales de Nuestro Tiempo. Quinta fase. Principales tendencias del siglo XXI. Anticipando futuros yJuventud, Cultura y Educación. Tendencias, retos y necesidades.

Gran parte de sus investigaciones, sobre todo a través del GETS, y como quedan reflejadas en sus publicaciones, han venido marcando tendencias de incremento de la precarización laboral, el movimiento descendente de las clases medias, el paro juvenil, la exclusión social… En resumen, investigaciones que resaltan una pérdida paulatina del bienestar social al que se llegó con el keynesianismo, y un considerable aumento de personas que descienden en la escala social y que ven cada vez más truncadas sus oportunidades que, como él describe metafóricamente, ha ido produciendo una situación de inflamación en la sociedad, una sociedad cada vez más dividida en la que la crisis financiera está proporcionando todos los requisitos para que cualquier chispa pueda convertirse en revueltas sociales como la del 15-M. No son pocas las veces que ha expresado la necesidad de volver a crear un nuevo y gran pacto social.

Recientemente ha sido consultado sobre el fenómeno del 15-M por diversos medios de comunicación, y su último artículo en Sistema Digital habla sobre este fenómeno:, Los nietos del 68 habla sobre este fenómeno. Vid. también el artículo El paro juvenil, en el nº 199 de la Revista Temas.

Currículum ampliado de José Félix Tezanos Tortajada.

ENTREVISTA

CECPS: Ante fenómenos como el del 15-M, ¿cómo debería ser la actitud de un sociólogo que trabaje para una administración pública o para un partido político?

JFT.: El sociólogo debe ser capaz de hacer entender que el 15-M es un fenómeno que tiene que ser abordado y analizado como una cuestión social y no como un asunto de orden público o de estética urbana. Hay personas en la Administración Pública y en los partidos políticos que no conocen ni entienden bien las razones profundas que hay detrás de este movimiento

CECPS: Después de dos semanas de acampada, en los últimos días, a excepción de los incidentes de los desalojos en varios lugares de Catalunya, el 15-M ha perdido fuelle en los medios de comunicación. ¿Cree que solo ha sido utilizado por partidos políticos y algunos medios de comunicación según sus propios intereses pensando en el efecto que podía tener en las elecciones del 22-M?

JFT.: Es lógico que un movimiento de esta naturaleza tenga subidas y bajadas, períodos Guadiana, tanteos e intenciones… Me parece que lo importante en este momento es que los que participan en el movimiento sean capaces de imaginar una trayectoria de continuidad del mismo. Por ejemplo, es evidente que el objetivo de este movimiento no puede ser la acampada por la acampada. La acampada es un medio no un objetivo en sí mismo. Por ello, una vez logrado el propósito inicial, tendrían que ser capaces de fijarse objetivos de desarrollo que puedan ser entendidos por sectores más amplios de la sociedad y respaldados adecuadamente.

CECPS: ¿Qué tipo de personas podemos encontrar entre los indignados? Se ha hablado de extremistas, de antisistema, etc. Aunque las propuestas van más encaminadas hacia una regeneración del sistema, ¿cree que las propuestas son realistas o podemos catalogarlas como utópicas?

JFT.: Es posible que entre los indignados haya personas que quieran instrumentalizar parcialmente dicho movimiento. Pero, aunque haya grupos y sectores minoritarios que intenten instrumentalizarlos, cuando en un movimiento participa tanta gente y tan variada es difícil que sólo unos pocos logren arrimar el ascua a su sardina. En este sentido, los que participan en el movimiento del 15M debieran aprender de lo que ocurrió en algunos momentos en el movimiento alterglobalización. Este movimiento, que arrancó también con mucha fuerza, acabó perdiendo fuelle, entre otras razones, debido a algunos intentos de instrumentalización por parte de grupos violentos. Por eso es importante que movimientos de esta naturaleza sean capaces de concretar algunas propuestas específicas y alcanzables a corto plazo. En su momento el movimiento obrero, después de algunos tanteos iniciales, fue capaz de desarrollar una doble línea estratégica y programática, con un programa “máximo” a más largo plazo, y un programa “mínimo” en el que se concretaban los objetivos más necesarios a corto plazo.

CECPS: Algunas personas piensan que este tipo de movimiento no terminará por afectar a la clase política, ya que están acostumbrados a todo tipo de críticas, ¿Está siendo efectivo el movimiento del 15-M? ¿Existen otras vías pacíficas para forzar cambios de actitud de los partidos políticos, gobiernos y sindicatos?

JFT.: Mi opinión personal es que este movimiento sí puede afectar a eso que se llama impropiamente “clase política”. En concreto, me parece que puede influir en una mayor pérdida de crédito en las actuales élites dirigentes de los partidos de izquierda. En tal sentido, hay que ser conscientes de que en las últimas elecciones municipales y autonómicas no sólo se produjo un descalabro del PSOE, sino también una gran frustración de expectativas de Izquierda Unida que se quedó prácticamente en la mitad del porcentaje de votos que había tenido en 1995. En consecuencia, creo que desde el movimiento 15-M debería entenderse la necesidad de que los partidos de izquierda desempeñen de verdad un papel más concordante con lo que en este momento se necesita y se espera en la sociedad. Por lo tanto, sería bueno evitar las simplificaciones dogmáticas y que existiera un diálogo y un intercambio de análisis y puntos de vista; por supuesto, de manera muy abierta en toda la sociedad.

CECPS: Hasta ahora los principales partidos políticos de España no han atendido formalmente ninguna de las reivindicaciones de los indignados. ¿Cree que deberían adoptar –o atender al menos- las reivindicaciones del 15-M?

JFT.: Creo que deberían hacerlo y escuchar las reivindicaciones que se están planteando.

CECPS: En su libro La sociedad dividida (2001), manifestaba lo siguiente: «La capacidad de acción de los sectores y grupos sociales más infraposicionados -infraclases- y postergados -excluidos- se completa con un triple eje de influencias: El respaldo que proporcionen los partidos políticos a sus reivindicaciones,… las capacidades de reacción y movilización de los excluidos,… y por último, el eco social y político que alcancen sus intereses, dónde, el silenciamiento informativo y la demagogia juegan en su contra». ¿En qué medida piensa que los partidos políticos y los medios de comunicación son conscientes de las necesidades e intereses que emanan del movimiento 15-M?

JFT.: Creo que ese párrafo es un diagnóstico bastante certero de lo que está comenzando a pasar y va a continuar pasado. Creo que algunos líderes políticos y medios de comunicación aún no tienen claro qué es lo que está ocurriendo y por qué ocurre. No todo el mundo es consciente de los problemas que subyacen a este tipo de protestas. De ahí la necesidad de que los sociólogos y analistas profundicen en el estudio de estas tendencias y reivindicaciones.

CECPS: Después de la gran afluencia en diversas plazas de España y su gran calado en la opinión pública. ¿Cuál cree que será el siguiente paso? ¿Se transformará en un nuevo partido político o continuará por la senda de la desobediencia civil que en su día planteó Thoreau?

JFT.: En estos momentos es difícil saber cuál es el camino que se puede seguir. La experiencia histórica demuestra que los movimientos sociales que se sustentan en reivindicaciones fuertes acaban teniendo alguna proyección política. Recientemente esto ocurrió con el movimiento ecologista, que en algunos países acabó nucleándose en partidos políticos que tienen un creciente apoyo electoral. El caso de Alemania me parece significativo en este sentido.

Remontándonos un poco más a la historia, tenemos en caso del movimiento obrero, que se manifestó inicialmente en forma de actos de protesta rotundos, y a veces llamativos, como ocurrió con los movimientos incipientes de los “rompedores de máquinas”. Después surgieron sociedades de defensa de oficios de ámbito muy concreto. Luego sindicatos y más tarde partidos de raíz obrera, como fueron los partidos socialdemócratas y los partidos comunistas. Por ello, creo que no hay que desechar ninguna hipótesis y posibilidad de futuro. No obstante, a corto plazo me parece que lo más verosímil es que este movimiento se acabe dotando de algunas formas organizativas, y acabe fijando unos objetivos concretos y que intente influir más, inicialmente más bien como un movimiento social de carácter reivindicativo. Creo que, en cualquier caso, los movimientos sociales como tales están destinados a tener un peso creciente en nuestras sociedades en los próximos años.

CECPS: Ante las tentativas de coordinación en diversas ciudades españolas que se están llevando a cabo, e incluso ante la previsible exportación del fenómeno a otras ciudades europeas, como ya ha sucedido en Grecia, ¿cree que se irá conformando una masa crítica que se lo pondrá cada vez más difícil a los políticos y las elites dominantes actuales?

JFT.: Desde luego, en este momento existen distintas elites políticas. En lo que respecta a los núcleos del poder establecido creo que efectivamente tendrán una creciente contestación, si no hay cambios en la situación económica y laboral. La masa crítica me parece que ya existe y que incluso es más amplia que los sectores que hasta la fecha se han movilizado. Si estos sectores que ahora ya están movilizados se distancian de esa amplia masa crítica subyacente, el movimiento como tal no irá cobrando más fuerza, sino todo lo contrario. En cambio si saben sintonizar con esa extensa masa crítica, este movimiento irá en ascenso. Por supuesto, lo que pueda ocurrir en el futuro dependerá mucho de lo que hagan los partidos de izquierdas, especialmente la socialdemocracia, que es la que tiene más poder e influencia para inspirar un cambio de rumbo en nuestras sociedades. Y también dependerá de lo que se haga desde las instancias políticas. Por ejemplo, yo creo que el Parlamento tendría que abrir una Comisión para analizar los problemas subyacentes que están planteándose y para escuchar lo que plantean los jóvenes que están impulsando este movimiento.

CECPS: Ahora que ha empezado a manifestarse el conflicto latente que usted y el profesor Alain Touraine venían anunciando en sus estudios desde hace más de una década… ¿qué potencialidades negativas  y/u obstáculos encuentra para que se consume el propósito de ampliar los espacios democráticos qué llevan tiempo reclamando?

JFT.: Desde luego el primer obstáculo estriba en las posibles contradicciones internas en que pueda caer este movimiento, en la capacidad para tener un diseño estratégico viable y en no confrontarse con otros sectores de la sociedad que, en principio, no tendrían por qué discrepar de algunos de los objetivos que se plantean. También existe el riesgo de ofrecer imágenes internas (y comportamientos) que puedan provocar el rechazo de la sociedad y ser utilizados e instrumentalizados por poderosos sectores de los medios de comunicación social, que han acogido a este movimiento desde el principio de manera bastante hostil. En sociedades de la comunicación como las actuales no hay que despreciar estos efectos de imagen y la influencia que pueden ejercer, sobre todo, en aquellos sectores de la sociedad que no acceden habitualmente a Internet y otras vías alternativas de información.

CECPS: En la actual situación de soberanía de los mercados, la mayoría de indignados tiene una sensación de impotencia al ver como los mercados les pasan por encima, ¿es la del 15-M una de las mejores formas de acción ciudadana frente a los problemas económicos y sociopolíticos?

JFT.: La verdad es que estamos ante un asunto enormemente importante y que revela que se ha llegado a un punto en el que algunos poderes económicos predominan sobre el conjunto de la sociedad. Me temo mucho para que modificar esta situación se va a requerir un esfuerzo muy notable y que van a ser precisos grandes acuerdos, con participación de los principales sectores de la sociedad, para volver a algo similar a lo que fue el consenso keynesiano posterior a la II Guerra Mundial. Lo que ahora se necesita, en definitiva, es volver a priorizar el empleo (de calidad) y las políticas sociales, de bienestar social y de redistribución de la riqueza. En definitiva, es un problema de racionalidad social, ya que el actual modelo está fracasando en múltiples aspectos.

CECPS: Existe la percepción de cierto mutismo de las organizaciones sindicales, sin que ninguna de ellas se haya dirigido ni siquiera a los medios de comunicación. ¿Cree que los sindicatos deberían haber apoyado las reivindicaciones del 15-M?

JFT.: Francamente somos muchos los que nos hemos sorprendido del silencio de los sindicatos ante este movimiento. Quizás habría que pedir alguna explicación sobre esta forma de proceder, siendo conscientes en cualquier caso de que los sindicatos sí están realizando otras tareas e iniciativas en defensa del empleo digno. Mi impresión es que se han sorprendido sobre lo que está empezando a ocurrir en nuestras sociedades y tendrán que asimilar los nuevos hechos y tendencias para tomar postura.

CECPS: Si le encargarse la universidad u otro organismo un estudio sobre el 15-M, ¿cómo lo abordaría, qué técnicas de investigación utilizaría?

JFT.: En primer lugar, creo que habría que profundizar en el análisis de los datos objetivos sobre evolución de las condiciones de vida, trabajo y bienestar, especialmente de las nuevas generaciones, y trazar un mapa de tendencias que nos permita explicar qué es lo que está ocurriendo y hacia dónde nos podemos encaminar en las sociedades actuales, si no hay cambios y rectificaciones importantes. En segundo lugar, creo que en toda investigación sociológica la mejor vía de obtener información sobre la realidad es preguntando. Por lo tanto, habría que hacer encuestas y reuniones de grupo, entrevistas en profundidad, etc. De hecho, este tipo de enfoque metodológico complejo es el que hemos aplicado en nuestra investigación sobre “Juventud y exclusión social” que venimos realizando en el GETS desde hace cinco años y cuyos resultados se han recogido hasta la fecha en cinco libros.

CECPS: Aunque los últimos barómetros del CIS reflejaban a la clase política como el tercer problema que preocupaba a la población española, parece que a los principales partidos políticos les ha pillado por sorpresa esta rebeldía ciudadana. Incluso los medios de comunicación han tendido a consultar más que nunca a los sociólogos para encontrar explicaciones ¿Cree que, a partir de un aumento del malestar social, se demandarán en el ámbito de la administración y otros sectores privados más profesionales de la Sociología?

JFT.: Creo que efectivamente se va a producir esta demanda, pero hace falta que los sociólogos estén bien informados y documentados sobre estas cuestiones. De hecho, al principio de este movimiento todos hemos podido ver recogidas en los medios de comunicación social opiniones y percepciones un poco despistadas, cuando no bastantes genéricas y evanescentes. A veces, los propios medios de comunicación no han sabido a quién preguntar o no han acertado en las preguntas. Cuando se procede de esta manera el resultado es que la opinión pública puede acabar más desorientada y confusa que al principio.

CECPS: Muchos miembros del CECPS creemos que sería conveniente un mayor diálogo entre los políticos en ejercicio y la comunidad de científicos sociales que de algún modo son silenciados en los principales medios de comunicación. ¿Sería oportuno que esta comunidad de científicos emitiera un comunicado conjunto de apoyo a los indignados? ¿Estaría dispuesto a involucrarse en ello?

JFT.: En estos momentos el riesgo que corren algunos líderes políticos es cerrarse sobre sí mismos y no tener suficientemente en cuenta los nuevos datos de la realidad. A veces, la inercia de la actividad política conlleva cierto nivel de aislamiento, de forma que sólo se escuchan las opiniones de las personas afines y del entorno más inmediato. En algunos países europeos no está bien resuelto el papel de los asesores y los analistas en el ámbito político y hay demasiada inclinación al autismo. Una mayor dignificación de la política permitiría reclutar para estas tareas a personas capacitadas que podrían realizar una tarea bastante útil en esta dirección.

En cualquier caso, el papel de los expertos no es un papel directamente político. Es un papel asesor y de documentación y análisis. En consecuencia, creo que en el caso de los sociólogos, por ejemplo, lo mejor que podríamos hacer es mejorar los niveles de análisis y de aportación general, ya que no parece realista que todos los sociólogos puedan tener las mismas opiniones políticas. Por lo tanto, unos comportamientos o pronunciamientos corporativos podrían llegar a ser vistos como parte de un esquema corporatista de la política. Lo cual creo que no sería bueno para nadie. No obstante, los que creemos en el compromiso ético de la Sociología pensamos que sería necesario tomar posturas ante temas de gran alcance. Pero sin intentar forzar la imagen de que todos tengamos las mismas apreciaciones políticas, lógicamente.

La entrevista original se publicó en el CECPS el día 3 de junio de 2011.