Categoría: Resumen

¿Quién teme a la naturaleza humana?

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Por Javier Prieto González (Estudiante de Sociología en la UNED – C. A. La Laguna – Tenerife) y Rubén Crespo Gómez (Estudiante de Sociología en la UNED – C. A. Talavera de la Reina – Toledo).

El texto que se muestra a continuación es el resultado de la revisión y combinación de los trabajos por los autores arriba descritos realizados durante el curso 2010/2011 en grado de Sociología en la UNED, en la asignatura Metodología de las Ciencias Sociales.

Los trabajos se realizaron sobre el libro ¿Quién teme a la naturaleza humana? de los hermanos Castro Nogueira: Laureano, Luis y Miguel Ángel; publicado en 2008 en la Editorial Tecnos.1 Por lo interesante que nos ha parecido la propuesta metodológica para las ciencias sociales del nuevo paradigma bio-psico-social de los hermanos Castro, los textos originales de los dos trabajos han sido combinados y sintetizados con el fin de ofrecer una amplia y oportuna reseña amplia este magnífico libro.

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1. RESUMEN

La dimensión natural del ser humano, su naturaleza biológica y su origen evolutivo, constituyen una de esas incómodas evidencias que todo el mundo acepta pero que nadie sabe, realmente, cómo administrar.2

Con estas palabras los autores, un biólogo, un filósofo y un antropólogo social, comienzan el libro y dejan entrever, como punto de partida, las complejidades entorno al concepto de la naturaleza humana. Es este un libro, lleno de propuestas innovadoras, que tratará de reintroducir y revalorizar la noción de naturaleza humana en la ontología y la metodología de las ciencias sociales. Los hermanos Castro no han escatimado en el uso de firmes argumentos para rescatar el programa naturalista —no sin tomar las cautelas necesarias— y proponerlo como un desafío a las ciencias sociales para reabrir de nuevo el debate naturaleza-cultura (Naturaleza y Cultura han convivido como espacios separados durante bastantes siglos).

En el proceso de construcción de los cimientos de “lo social” como objeto específico, las ciencias sociales han olvidado y han dejado de lado el verdadero concepto de naturaleza. A partir de las recientes teorías en el ámbito de la Biología Neodarwiniana, de la Sociobiología (Wilson), de la Antropología Cognitiva (Sperber) y de la Psicología Evolucionista (Comsmiedes y Tooby), se retoma el programa naturalista como punto de partida para realizar una reconceptualización de los programas dominantes de las ciencias sociales, tanto en lo ontológico como en sus técnicas de investigación. Sólo así, las ciencias sociales y las humanidades lograrán desprenderse de las construcciones especulativas que habían elaborado hasta ahora sobre la naturaleza humana. A partir de una correcta reconsideración de la filogénesis de nuestra mente en concordancia con los principios de la selección natural será posible abordar empíricamente los fenómenos socioculturales. No obstante, los autores acotan debidamente el terreno de juego de la discusión y establecen los antecedentes y las limitaciones del programa naturalista. En este sentido se intenta evitar la interpretación ideológica de las teorías neodarwinistas para que no sean subsumidas por un nuevo darwinismo social.

Para una mejor comprensión de las ontologías sociales y de los procesos de socialización, los hermanos Castro proponen el programa de investigación naturalista, cuyos principios elementales son: a) considerarla cultura humana como un fenómeno singular, como parte de nuestra biología; b) reconocer el carácter adaptativo de la cultura; c) conocer la arquitectura mental de nuestra especie; d) explicar la cultura humana a partir de la filogenia y los mecanismos psicobiológicos. Se trata, en definitiva, de promover la integración de la investigación naturalista y social, pues todo asunto humano es siempre biosocial y nunca sólo biológico o sólo sociocultural.3

Por tanto, los autores desarrollan una teoría basada en la convicción de que existe en la naturaleza humana cualidades que nos hace ser un tipo especial de homínido, lo que denominan Homo suadens4, dotado de mecanismos psicobiológicos que le permite transmitir la información asimilada de generación en generación por la necesidad que tenemos de conseguir el reconocimiento de los demás y que nos lleva a aceptar como bueno aquello valorado socialmente como positivo y rechazar lo que se considera negativo. En este contexto, la cultura assessor (la del Homo suadens) es, junto a la selección natural y los procesos valorativos del sistema límbido, un sistema con capacidad para generar asimetrías en las conductas sociales. Los individuos assessor están diseñados para interpretar en clave valorativa las conductas, normas y creencias que siguen: lo que un grupo social hace es lo que se debe hacer.5

A lo largo del libro se hace una extensa crítica al Modelo Estándar (paradigma dominante) de las ciencias sociales, pues éste ofrece una visión del hombre y de la sociedad donde la mente humana es concebida como una tabla rasa6 (El buen salvaje / John Locke). De esta manera todos los problemas sociales serían resueltos a través de un esfuerzo orientado hacia la socialización y la educación. Esto es lo que los autores llaman la trampa ilustrada, ya que no se puede admitir que “lo social” anteceda siempre temporalmente y ontológicamente al individuo. En este sentido, el libro supone un enfrentamiento con la ontología sociológica prevalente que han venido desarrollándose desde los padres fundadores hasta hoy. En el capítulo 13 se hace, desde la perspectiva micro-ontológica del Espacio-Tiempo Social, un examen crítico sobre El suicidio de Emile Durkheim y La distinción de Bordieu. Éste último recibe un tratamiento más fino debido a la noción de habitus7, de la cual fue su creador Bourdieu. Pero el habitus sería una herramienta teórica inutil sino se ve completada con otra, el fluxus (la dimensión bio-psico-social). Por tanto, la vida social debe de entenderse en el eje habitus-fluxus. La conducta social de los individuos de una comunidad con cierta base de creencias, no se sometería —como sostenía Bourdieu— a una representaciones del mundo impuestas sobre ellos y que traspasarían su subjetividad social, sino, más bien, obedecería a una condición natural de implegarse afectivamente con otros con los que se compartiría en estar en flujo.

En oposición al paradigma constructivista y rechazando los supuestos holistas y atomistas, los autores se posicionan en cierta forma de relativismo ilustrado, es decir, una propuesta metodológica —no exenta de dificultades— que combine diferentes planos analíticos: biológico, neurológico, cognitivo, psicológico, social y cultural. De esta manera, lo que ha omitido desde sus inicios la teoría sociológica es la disposición antropológica para generar plikas, burbujas e impliegues8 en los cuales el individuo habita. El ser humano crea burbujas, microclimas autógenos que le procuran placer, un placer que refleja la capacidad antropológica del ser humano para generar bienestar cultural. La adhesión a creencias está relacionado con un entrar en flujo a través de espacios atmopoiéticos y sinneónticos9 con otros a los que se uniría por medio de ellos.

El libro se estructura en cuatro partes bien diferenciadas, aparte de la Introducciónque es un resumen de la obra, breve en extensión pero amplio por la densidad conceptual (sienta las bases a la vez que se exponen los elementos clave). En la primera parte se explora los fundamentos básicos del programa naturalista; la segunda parte gira entorno a la tesis central del aprendizaje assesor propio del Homo suadens; la tercera parte —en la que nos centraremos en los siguientes epígrafes— trata de presentar el programa naturalista como un reto a las ciencias sociales. De un lado se presentan las críticas al Modelo Estándar (ME) de las ciencias sociales, sobre todo por parte de la Psicología Evolucionista (PsE), y por otro lado, se aborda la reconceptualización que debe afrontar toda investigación sobre los fenómenos socioculturales. Una refundación que exige cuatro cuestiones primordiales: a) la naturaleza del vínculo social y su proyección en la ontología del Espacio-Tiempo Social (ETS); b) los procesos de socialización y aprendizaje (el habitus y los procesos microsociales de subjetivación); c) una nueva fenomenología de las creencias; d) examen adecuado de los fenómenos emocionales imbricados en los vínculos sociales primordiales. La cuarta parte y última es un profundo ensayo metafísico sobre el Homo suadens.

2. PRINCIPALES CONCEPTOS, TÉRMINOS Y CATEGORÍAS10

2.1. Críticas al Modelo Estándar de las ciencias sociales

Los defensores del programa naturalista creen en la refundación de las disciplinas sociales y proponen un profundo ajuste sobre los cimientos de las mismas. En este sentido, la mayor parte de las críticas alModelo Estándar ha venido de la mano de los psicólogos evolucionistas. Se denuncia el grave error cometido por las ciencias sociales al asumir nuestra mente como una tabla rasa infinitamente moldeable. Cosmides y Tooby analizan los elementos básicos del paradigma teórico y metodológico dominante en las ciencias sociales (ver Anexo I) y reducen a tres los fallos estructurales del ME: a) la lógica central del ME descansa sobre concepciones anticuadas y erróneas del desarrollo mental; b) el ME reposa sobre una defectuosa comprensión del viejo debate naturaleza-cultura: mantener viva la oposición entre determinismo genético y determinismo ambiental como si fuera un juego de suma cero; c) el ME requiere de una psicología imposible, es decir, se busca un modelo de capacidades cognoscitivas de propósito general. A tales interpretaciones erróneas del ME, Cosmides y Tooby proponen un nuevo sistema conceptual de la naturaleza humana: el Modelo Causal Integrado (MCI) (ver Anexo II).

Las críticas que formulan Cosmides y Tooby desde el marco dela PsicologíaEvolucionista(PsE), nos dirán los hermanos Castro, son acertadas, sin embargo resultan incompletas ya que no se hace un análisis suficiente de las condiciones históricas y epistemológicas que propiciaron la génesis y la dominación del ME.

Los principios del ME se fundamentaron en la facticidad de los social, un factum que pocos teóricos sociales se atreven a cuestionar: que lo social antecede a lo individual lógica, ontológica y temporalmente y que el individuo es un complejo producto de sus anclajes sociales11. No obstante, la psicología evolucionista ha encontrado argumentos razonables como la hipótesis de la modularidad de dominio específico: la mente humana está constituida por módulos originados por nuestra filogénesis derivada de las presiones selectivas que tuvieron lugar en los ambientes más ancestrales. Dichos módulos emergieron adscritos a dominios específicos (resolución de problemas adaptativos al ambiente). Aunque las condiciones ambientales en las que se encontraban vinculados han cambiado, tales módulos siguen activos en nuestros cerebros. No obstante, el manejo empírico de esta hipótesis no es nada fácil si se tiene en cuenta que la reconstrucción de la modularidad de dominio específico debe extender su análisis en un proceso que recorre millones de años.

Otra hipótesis también muy interesante es la modularidad masivasi existe evidencia favorable a la especificidad de dominio, no es menos evidente que existen capacidades generales que recorren transversalmente nuestras habilidades cognitivas (razonamiento, memoria, motivación, etc.)12. No obstante, esta hipótesis no está exenta de la necesidad de tomarla con prudencia, de lo contrario se puede caer en el empleo falaz de los vínculos entre estructuras modulares universales y fenómenos culturales universales; tal como pasa con el sofisma “culturaleza” cuyo ejemplo se presenta notablemente en la polémica obra La tabla rasa13 de S. Pinker (ver Anexo III).

Los hermanos Castro describen que el ME es el resultado de la voluntad de poder que impulsó el nacimiento de las nuevas ciencias sociales. Las nuevas disciplinas (sociología, antropología, economía, historia, etc.) tuvieron que librar duras batallas —a nivel teórico y pragmático— para definir sus objetos de estudio y sus campos académicos. Esta es la razón por la que las ciencias sociales y las humanidades se distanciaron de la biología, la fisiología y la psicología. Por otro lado, dicho distanciamiento se produjo también como consecuencia de la contaminación ideológica (intereses ideológicos racistas, xenófobos y elitistas) del pensamiento naturalista que representó el darwinismo social durante la segunda mitad del siglo XIX.

Las ciencias sociales fueron postulando una noción de la naturaleza humana a la medida de su interpretación de la facticidad y el orden que caracteriza al superorganismo cultural. Es en este proceso de inferencia donde las ciencias sociales han construido una imagen tergiversada de la naturaleza humana. Fue Durkheim el protagonista que impulsó el giro copernicano de las ciencias sociales, presentando, tras las apariencias de la facticidad de la vida psíquica individual y del orden natural del mundo, un nuevo conjunto de fuerzas y significaciones sociales. Durkheim intentó dotar a la ciencia social de un objeto propio, el hecho social. Frente a las estrategias psicologizantes e individualistas, Durkheim defendió la explicación de lo social por lo social. Su realismo social no sólo pretendía acreditar epistemológicamente la nueva ciencia de la sociedad, sino hacerse un lugar entre los discursos científicos de la época14, de lo cual deja constancia en su obra Las reglas del método sociológico (ver Anexo IV).

La génesis y el estatuto ontoepistemológico de los conceptos han significado siempre un asunto crucial en la filosofía del conocimiento desde los clásicos. Entorno a esta cuestión se habían mantenido tres posiciones: a) los conceptos son representaciones de realidades ideales cuya existencia se tiene como origen objetivo de la representación (realismo platónico-aristotélico); b) los conceptos son términos que designan un conjunto de impresiones constantes que proceden de la percepción sensible (nominalismo empirista); c) los conceptos tienen un origen empírico pero se encuentran vinculados por el entendimiento de categorías a priori que construyen el corpus cognitivo del sujeto trascendental. Pero la sociología de Durkheim supone un nuevo giro a esta gran cuestión al definir los conceptos y las categorías en función de su procedencia social: el hombre se nutre y se sirve de un orden categorial que le antecede y que se dispone ante él como convención15. En palabras de Salvador Giner: Poseemos sensaciones y experimentamos deseos, pero los ordenamos conceptualmente según lo que el mundo social nos impone, aunque pensemos que sean nuestros.16

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2.2. Alternativas al Modelo Estándar de las ciencias sociales

La ontología social tradicional del ME necesita una insondable reconceptualización que supere las contradicciones de los binarismos clásicos: holismo-individualismo, micro-macro, cuantitativo-cualitativo, producción-reproducción… El dualismo imbricado en la teoría social necesita repensar la verdadera naturaleza humana como una naturaleza bipolar de lo social. Según los hermanos Castro, se debe empezar por negar su facticidad, tal y como ésta ha sido considerada en la tradición sociológica.

A partir de los nuevos avances del programa naturalista, es posible refundar los paradigmas teóricos de las ciencias sociales. No obstante, antes hay que aclarar cierta contradicción crucial que supone las dos direcciones a las que apunta la investigación naturalista. Por un lado afirma la existencia de una naturaleza común universal; y del otro, indica que el Homo suadens está instalado en un mundo de representaciones y prácticas moldeadas con muchos relieves, aristas y asimetrías. Los autores atribuyen esto a una forma de relativismo ilustrado (no confundir con relativismo constructivista):

La lógica del aprendizaje assesor que caracteriza a Homo suadens constituye, por una parte, la condición de posibilidad de la facticidad y objetividad de lo social porque éstas, antes que el producto voluntarioso de una abstracción científica de segundo orden o de la constitución ontológica de lo real, son propiedades de nuestra mecánica cognitiva y, por otra parte, en la medida en que como tal mecanismo no se encuentra sujeto a restricciones de contenido —salvo las relativas a predisposiciones psicobiológicas instalas en nuestra filogénesis—, hace posible la producción y circulación de los más variados y contradictorios conjuntos praxeológicos.17

Los autores convienen la tarea urgente para las ciencias sociales de dotarse una genuina fenomenología de las creencias, puesto que las creencias son la forma primigenia de todo saber. Sólo así se entenderá la radical importancia del bienestar psicobiológico porque éste ha estado siempre en la filogénesis de nuestra especie y es el que promueve el aprendizaje social.  El bienestar debe ser incorporado al análisis como variable esencial para la explicación de los procesos sociales a través de los cuales atribuimos sentido a nuestra existencia.

Por otro lado, en post de una desconstrucción del ME y para un mejor entendimiento del Homo suadens y el bienestar en la cultura, se analizan el Espacio-Tiempo Social (ETS)18 y los procesos de subjetivación. En los procesos de subjetivación (configuradores de individuos o sujetos) existen tres elementos de orden histórico-cultural: Socius, Corpus y Animus; y dos elementos de orden psicobiológico: Habitus y Fluxus. (Se podrá ver una definición de cada elemento en el Anexo V).

El Habitus (la dimensión psicobiológica) y fluxus (la dimensión bio-psico-social) constituyen los anclajes psicobiológicos responsables del mantenimiento de la realidad social: realidad formateada por las complejas tramas de racimos espacio-temporales (plektopoi) en los que habitamos verdaderamente los hombres. Habitus y fluxus despejan de una vez por todas la dimensión espacio-temporal de la naturaleza humana que las ciencias sociales han de volver a repensar seriamente si no quieren seguirse viendo en lagunas tautológicas fundadoras.

Concluirán los autores que existen tres espacio-tiempos decisivos para el hombre y la naturaleza humana: a) plektopoi19 o pliegues del ETS, diferentes en cada época histórica de la cultura; b) burbujas20 oimpliegues y plikas21 (espacios-tiempos locales y pragmáticos de valores compartidos y de topología variable y a menudo efímera); c) los espacios mentales (virtuales) de cada sujeto en cuyo seno habita simulando y escaneando los dos espacios anteriores. Este último es anterior a los otros dos en la filogénesis humana y la auténtica condición de posibilidad.

En el último capítulo de la tercera parte del libro, se exponen, desde una perspectiva nano-ontológica, los errores teórico-conceptuales de El Suicidio de Durkheim y La distinción de Bourdieu. En el primero se mostrará como Durkheim manipula categorialmente el concepto de imitación para dejar la estrategia psicologizante lejos del objeto de estudio que ansiadamente pretendía para la nueva disciplina, la Sociología. A partir de los análisis de R. Ramos22, se llegará a la conclusión de que el mayor error metodológico de Durkheim fue, por un lado, no haber definido operacionalmente las supuestas corrientes suicidógeneas que atraviesan la sociedad fruto de grandes transformaciones y crisis sociales anómicas y, por otro lado, no haber analizado sus efectos en los tejidos microsociales. De haber procedido así, habría explicado las diferencias en las tasas de suicidio de los diversos países europeos que él mismo analizó. En cuanto a La distinción, se concluye que Bourdieu no fue capaz de captar las dimensiones críticas a través de los verdaderos plektopoi de la experiencia.

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3. DISCUSIÓN CRÍTICA

Una reflexión de los hermanos Castro alejada del habitual tratamiento por parte de las ciencias sociales, del malestar en la cultura, centrando su atención en el bienestar, logrando con ello alumbrar las áreas sombrías de cada programa de investigación tratado en la obra ¿Quién teme a la naturaleza humana? Homo suadens y el bienestar en la cultura: Biología evolutiva, metafísica y ciencias sociales.

En el conjunto más amplio de las ciencias sociales, la Sociologíajunto la Antropología, la Economía, etc., se ocupan de un campo de realidades humanas de la que también trabajan otras ciencias del comportamiento, como la Psicología. Losmás recientes estudios sobre psicología evolutiva y transmisión cultural apuntan que la verdadera clave de la hominización no estuvo apoyada en la emergencia de la razón y el lenguaje, sino en las sólidas sensaciones de placer que cargan ciertas conductas, fundamento de aprendizaje social, cuando son elementos de aquiescencia por el grupo. El bienestar que nos arropa, nos habita, nos configura, en una escasez de burbujas y envolturas compartidas trabadas por el deseo del deseo de los otros. Se trata de representaciones imbuidas en un aprendizaje social de deseos y emociones enlazados a placeres/displaceres del sistema límbico, ejercitados en el ámbito de la sexualidad humana como en el de otros instintos básicos23. El placer antropológico generador de bienestar cultural, es decir, el anhelo en configurar una mejor vida con otros24.

Desde la esencia del Homo suadens, la representación de nuestra naturaleza, podemos discernir el alcance de bienestar y su lógica en la dinámica social. La transmisión cultural assessor, se conforma en una lógica más empírica y firme cuando se trata de explicar los fenómenos de aprendizaje que determinan a Homo suadens. La constitución en la articulación básica para dar cuenta de la cultura como sistema de herencia, radica en las creencias y prácticas adquiridas mediante el aprendizaje, transmitiéndose por medio de la aprobación y reprobación de la conducta. Una discusión que proponen los autores, en la complejización de las relaciones entre las ciencias sociales y la naturaleza humana, fuera del sinoptismo del ME. En la que tratan de explicar el desarrollo de las ciencias sociales bajo tres tesis básicas:

  1. La contradicción y divergentes representaciones de la naturaleza humana.
  2. La idea de naturaleza humana en reflejo a las tradiciones teóricas proyectadas a las necesidades teóricas y metodológicas de cada autor.
  3. La necesidad que las ciencias sociales y las humanidades se acerquen a las investigaciones naturalistas, fundamentalmente la de la biología evolucionista y de las ciencias cognitivas, pues de este modo serán capaces de cristalizar adecuadamente nuestra naturaleza común.

Las ciencias sociales se sitúan en el tratamiento de los fenómenos culturales, como poblacionales, la expresión ecológica de la dinámica de las representaciones. La cultura es una herramienta metodológica que nos permite situar y precisar la verdadera naturaleza y contenido de lo social, una segunda naturaleza que desborda el elemento biológico, y externo a las conciencias individuales. Fenómenos éstos que deben ser considerados como producto de la interacción entre los dispositivos evolucionados de nuestra mente y las circunstancias ambientales. La conceptualidad del término ha sido considerado como el de mayor importancia parala Sociología. Lacultura presenta diferentes aristas y contenidos, pudiendo identificarse el componente socio-estructural, un referente conductual y una base material. Los conceptos cultura y sociedad se establecen como conceptos íntimamente imbricados, cuyo sentido no puede entenderse cabalmente si no es en su reciprocidad relacional.

El concepto de cultura en las ciencias sociales es más concreto, es un todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre en cuanto miembro de la sociedad. La cultura se ha entendido, básicamente como elemento de determinación de las conductas, como mecanismo adaptativo, como sistema coherente, como comportamiento pautado. Donde se engarzan todos los elementos materiales, cinéticos y psíquicos inherentes a la misma. Una articulación institucionalizada en mecanismos de comportamientos societarios, donde el hombre se configura como artífice y esclavo de sus propias creaciones, un recipiente vacío y pasivo (Cosmides y Tooby 1992). Un producto de su cultura, en la que el hombre se educa, en que las acciones individuales, exceptuando las referidas con fines biológicos, obedecen a causas que se hallan en la propia cultura.25 Un intento de los autores en llegar a un punto sin observar, inescrutado, con el interés en ocuparse de la estructuración y desestructuración de la naturaleza humana y su cultura, con un espíritu metafísico e innovador, en otorgar una tangibilidad a la policromía de todas las realidades y enfoques existentes. Emerge pues, el sistema teórico y metodológico de la Psicología Evolucionista; el Modelo Estándar de las Ciencias Sociales. La psicología evolucionista preserva la naturaleza biológica común a todos los seres humanos, pero con un papel más activo de los mecanismos innatos en la génesis de la cultura. Y como objetivo determinar cómo influyen los módulos cognitivos, como adaptaciones al modo de vida cazador-recolector de nuestros antepasados, en la cultura. Sirviéndose de ésta para averiguar qué clase de dispositivos psicológicos la han hecho posible.26

El ME de las ciencias sociales es un tipo ideal weberiano que no puede complacer enteramente a la cientificidad social. Un potente marco de pensamiento que ha determinado las fronteras y aptitudes de la investigación en las ciencias sociales, fundamentalmente la antropología y la sociología. Las teorías actuales apuntan a desarrollar las bases de una naturalización de los valores; la tesis del Homo suadens, desbaratando la perspectiva de falacia naturalista de Hume, en la introducción del método de las ciencias naturales en materia de moral.27 La idea de naturaleza humana que opera el modelo estándar delinea al ser humano, continuando a Locke, como una tabla rasa sometida por las diversas tradiciones culturales en la que se localizan sumidos los individuos.28 Este modelo según John Tooby y Ledas Cosmides, alude a una concepción de las sociedades humanas según la cual lo social sólo puede explicarse por lo social (lo cultural por lo cultural), y apartado de otras magnitudes de orden psicobiológico (Castro 2008:772).29Pinker va más lejos y refuta esta última concepción y propone que tenemos que averiguar sobre el funcionamiento de la mente y su subordinación con la naturaleza humana, indefectible para comprender el germen y dinámica de las transformaciones culturales y sociales, puesto que inequívocamente sin naturaleza no existe cultura.

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4. CONCLUSIÓN

La cultura es la que ha conformado y conforma la personalidad humana, la que permite su supervivencia y desarrollo, en cuanto a mecanismo útil de adaptación al medio. En una realidad cultural polimórfica, es necesario establecer la dinámica de diversas observaciones de la misma, y desde las perspectiva de las ciencias sociales, tener muy en cuenta la lógica biológica y cultural. Fundamentalmente la parte tercera de este libro como su fase introductoria, que es la que se nos solicita tratar en este ejercicio, hace un estudio pormenorizado en proponer un modelo, como el impacto del mismo; de la naturaleza humana semejante a la vez opuesta; del que plantea el programa naturalista, la naturaleza de Homo suadens.

Las fuerzas culturales son tan poderosas que pueden llegar a anular y reorientar otras predisposiciones genéticas; el factor cultural se ha alzado por encima del biológico. El reconocimiento minucioso en la propuesta y en el interés de conciliar por parte de los hermanos Castro Nogueira, con las disciplinas de la biología evolutiva, la metafísica y las ciencias sociales, hacen de este ejercicio, una decidida y variada proyección de manifestaciones, desde la lógica darwinista, por el pretendido lazo biología/cultura. Una cultura como un producto de nuestra naturaleza, de nuestro desarrollo cerebral.

A lo largo del texto, se resume una tarea harto complicada de ejecutar; la de tratar de hilvanar los diversos discursos sobre la cultura y sus soportes conceptuales, como la exposición del Modelo Estándar de las ciencias sociales y la tesis de Homo suadens. Siempre desde la amalgama dialéctica de naturaleza humana/cultura, y hasta qué punto se imbrica en el orden biológico toda nuestra expresión y sentir cultural. La reanudación del programa naturalista, en su génesis en la biología darwinista y su engarce con la cultura, todo esto con la decidida intención de mostrar una amplia batería de pensamientos e intentando reconstruir las ciencias sociales, en la búsqueda de tratar ciertas realidades que abandonaron; lo olvidado por las Ciencias Sociales, y que se deben observar estableciendo para ello, modelos que resuelvan estos vacíos.

Un ejercicio teórico que abraza la biología como la filosofía, por el interés en la exploración de que a continuación del bienestar cultural subyacen las “burbujas”, estimulantes para nosotros. Un alegato onto-epistemológico por el cual se señala el interés en el que las ciencias sociales y las humanidades se aproximen a las investigaciones naturalistas, ubicando el objeto de observación, a los fenómenos culturales, resultado de la correlación de los mecanismos evolucionados de nuestra mente y las condiciones ambientales.

En conclusión, los hermanos Castro Nogueira hacen un importante balance de los progresos del programa naturalista y de su capacidad para abordar los fenómenos sociales a partir de factores psicobiológicos. En este sentido, las ciencias sociales, en una tarea de refundación, deben retomar el concepto de la naturaleza humana y reincorporarla a una perspectiva biosocial. Sólo así se podrá dar cuenta de una forma más pertinente la explicación de los fenómenos socioculturales.

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ANEXO I. Elementos básicos del paradigma teórico del ME de las ciencias sociales según Cosmides y Tooby

  1. El ME no niega la naturaleza animal del ser humano. Admite que la cultura y la vida social resultan de nuestra particular constitución biológica, pero tal constitución no determina ni la cultura ni la vida social.
  2. La cultura de cada grupo es mantenida y transmitida en y por el grupo, de generación en generación y de forma continua, a través del aprendizaje y la enseñanza.
  3. Las diferencias entre grupos humanos no pueden ser explicadas por la genética, pues ésta es común a todos los miembros de la especie.
  4. Los adultos muestran profundas diferencias de comportamiento y organización mental
  5. El nivel sociocultural es autónomo y autocausado. La causa de los hechos sociales ha de buscarse en otros hechos sociales, no en los individuos o en sus experiencias psicológicas.
  6. La psicología individual puede ser considerada como un sistema de engranajes que hacen posible el aprendizaje y permiten la acción de la cultura sobre la mente de cada individuo.
  7. La selección natural ha reemplazado en nuestra especie los sistemas genéticos especializados de las demás especies. La cultura desmonta el componente biológico, la supera y se presenta como una segunda naturaleza.

ANEXO II. El Modelo Causal Integrado (MCI) de Cosmides y Tooby

Se trata de un nuevo sistema conceptual de la naturaleza humana frente al ME de las ciencias sociales y que mantiene las siguientes tesis:

  1. La mente humana se forma por un conjunto de mecanismos de gestión de la información contenidos en el sistema nervioso.
  2. La mayoría de estos mecanismos cumplen específicamente funciones adaptantes a los problemas ambientales (elección de pareja, aprendizaje del lenguaje, etc.)
  3. Estos mecanismos se presentan como sistemas modulares de contenido específico.
  4. Los mecanismos de contenido específico de tratamiento de la información  crean una parte del contenido particular de la cultura humana.
  5. Estos contenidos circulan de unas mentes a otras en forma de representaciones. Tal circulación es posible por la imitación, el aprendizaje, la enseñanza y gracias a nuestra compleja arquitectura mental (mecanismos cognitivo-representativos análogos).
  6. Este sistema de producción y circulación de representaciones da lugar a fenómenos epidemiológicos en los que las representaciones se mueven a partir de dos clases de factores: cognitivos (las características de nuestra estructura mental evolucionada) y locales (ecológicos, económicos, demográficos, técnicos).

ANEXO III. La Tabla Rasa de Pinker

La tabla rasa30 es un ensayo crítico hacia los confusos e interesados modos en que la noción de naturaleza humana ha sido usada por las ciencias sociales y las humanidades. Con el título de La tabla rasa Pinker hace referencia a la idea que la mente humana carece de una estructura inherente y que la sociedad puede escribir en ella a voluntad. Esta doctrina, contraria a cualquier forma de innatismo y a la consideración del instinto como elemento relevante en la explicación del psiquismo y el comportamiento humanos, es para su autor la base fundamental del ME de las ciencias sociales.

La defensa a ultranza que Pinker hace del proceso que la herencia desempeña en la génesis de la conducta y el pensamiento humano no puede evitar cierta tendencia descontrolada a identificar estructuras cognitivas y emocionales modulares, dando lugar a una productividad inflacionaria de universales cognitivo-culturales. Pinker recoge una lista de hasta 400 universales culturales ligados a estructuras modulares de nuestro cerebro. Como programa de investigación resulta interesante por su capacidad heurística, pero no puede ser admitido como una descripción empírica de nuestra arquitectura mental, pues el análisis de la herencia de los caracteres no puede seguir otro camino teórico y metodológico que el del estudio particular de cada caso.

El término “culturaleza” parte del sofisma de identificar el éxito o fracaso de un fenómeno socioeconómico directamente relacionado con la misma naturaleza humana. Así, por ejemplo, la culturaleza comunista sería incompatible con la condición humana. Como dice Wilson, el marxismo sería una teoría magnífica aplicada a una especie equivocada. Pinker interpreta que la ambición de rehacer la naturaleza humana convirtió a sus líderes en déspotas totalitarios y en asesinos de masas.

En este último sentido, Pinker muestra sus intenciones de ajustar cuentas con el nazismo y los regímenes comunistas en términos de incompatibilidad con la verdadera naturaleza humana. Al final, Pinker no esconde cierta admiración por el neoliberalismo que incluso supone que es el más compatible con la naturaleza humana.

Hay que decir que las hipótesis de Pinker han sido analizadas por Jose Antonio Nieto y Luis Castro Nogueira31 en otro ensayo anterior. Los hermanos Castro comparten con Pinker el deseo de que las ciencias sociales asuman el proceso de evolución humana tal como es descrito por la biología actual y reflexionen sobre nuestro origen a partir de esa referencia fundamental, pero discrepan el modo en que Pinker explica el recelo de las ciencias sociales al origen de lo biológico.

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ANEXO IV. La Sociologíade Durkheim y Las reglas del método sociológico.

Emile Durkheim es el autor que mejor representa el deseo de construir la ciencia social sobre la decisión consciente de tomar los hechos sociales como cosas, en su exterioridad y poder coercitivo sobre el individuo. De todo ello Durkheim, y como padre fundador de la Sociología, da cuenta en su obra Las reglas del método sociológico:

La sociedad no puede concebirse como la mera agregación de individuos. Lo social exige la presencia de ciertas funciones y son éstas las que constituyen su ser. La división del trabajo no afecta a los individuos sino a alas funciones sociales que ellos desempeñan y mientras estas funciones se hallen presente, aunque se encuentren distribuidas de manera diferente, la sociedad seguirá existiendo y, si cabe, aún más intensamente.

La ciencia social no puede progresar por la vía de la investigación de las condiciones psicológicas individuales pues, aunque lo social exige lo individual, lo supera. El individuo es condición necesaria de la vida social en tanto que materia prima sobre la que trabajan las fuerzas sociales, pero su contribución consiste en actitudes muy generales y sumamente plásticas, incapaces por sí mismas de dar lugar a la esfera social. Las representaciones, las emociones y las tendencias colectivas no surgen de los estados de conciencia individual; antes bien, son estos los que se ven producidos por aquellas.

La socialización es, en sí misma, el medio a través del cual el individuo adquiere su condición de tal, emergiendo sobre ese sustrato biológico indiferenciado que es la naturaleza humana hasta llegar a constituirse como una personalidad social. El alcance del proceso de socialización se muestra en toda su profundidad al considerar la construcción social del conocimiento.

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ANEXO V. Definición de los cinco elementos de los procesos de subjetivación.

  • Elementos de orden histórico-cultural:
  1. Socius (compañero en latín): es la dimensión de la complicidad social y afectiva (inseparablemente) de cualquier proceso de subjetivación. El Socius hace referencia a las prácticas y relaciones sociales y muy especialmente a las sintonías empáticas que constituyen las burbujas o impliegues en los que se alojan psicoespacialmente los hombres. El Socius se halla radicalmente condicionado por las estructuras sociales pero no se disuelve en ellas. ElSocius no existe sin Corpus ni Animus.
  2. Corpus (cuerpo, en latín): es la dimensión pulsional, instintiva y orgánica, inseparable de los dispositivos emocionales objeto de aprendizaje histórico-cultural (reivindicada por N. Elías y M. Foucault). El Corpus no existe sin Socius ni Animus.
  3. Animus (alma, en latín): es la dimensión imaginaria tanto a nivel colectivo como individual. No existe sin Socius ni Corpus.

  • Elementos de orden psicobiológico:
  1. Habitus (hábito, en latín): es la dimensión psicobiológica (introducida por Bourdieu) que explica ciertos aspectos entrópicos de la reproducción social.
  2. Fluxus (flujo, en latín): es la dimensión bio-psico-social (introducida por Sloterdijk como burbujasy los hermanos Castro como impliegues y/o plikas32 ) responsable de la empatía y fascinación compartidas, las derivas psico-socio-afectivas y el mutuo entretejerse de unos hombre con otros en un entrar en flujo.

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NOTAS

  1. CASTRO NOGUEIRA, Laureano; Luis y Miguel Ángel (hermanos). (2008): ¿Quién teme a la naturaleza humana? Madrid: Tecnos. []
  2. CASTRO NOGUEIRA, Laureano; Luis y Miguel Ángel (hermanos). (2008): ¿Quién teme a la naturaleza humana? Madrid: Tecnos. p. 19. []
  3. Ibíd. p. 21. []
  4. De suadeo: aconsejar, aprobar. []
  5. Ibíd. p. 209. []
  6. En filosofía, tabula rasa o tabla rasa hace referencia a la tesis epistemológica de que cada individuo nace con la mente “vacía”, es decir, sin cualidades innatas, de modo que todos los conocimientos y habilidades de cada ser humano son exclusivamente fruto del aprendizaje a través de sus experiencias y sus percepciones sensoriales. []
  7. El concepto de habitus es una de las contribuciones fundamentales de Pierre Bourdieu a la sociología y uno de los términos clave de su construcción teórica. Este concepto, no obstante, no ha sido inventado por él: se remonta a Aristóteles: habitus es la traducción latina que Aquino y Boecio dan al concepto aristotélico de hexis. En estos autores, el habitus juega un papel clave como término intermedio, por un lado, entre el acto y la potencia -mediante el habitus se transforma la potencialidad inscrita genéricamente en los seres en una capacidad concreta de realizar actos-, y por otro, entre lo exterior y lo interior -explicaría la interiorización de lo externo, ligando así la historia pasada a las actualizaciones presentes-. Esta problemática sería desarrollada, ya en nuestro siglo, fundamentalmente por la fenomenología -Husserl y Merleau-Ponty- que proporciona ya una teorización sistemática -pero siempre en términos de percepción y acción individual- del concepto proporcionando unos análisis de la percepción y la acción individual que serán retomados por Bourdieu. Por otro lado, el concepto se encuentra también en la obra de algunos sociólogos clásicos: Durkheim, Mauss y Weber lo utilizan -sin definirlo ni teorizarlo-; y otros autores, como Mannheim, utilizan conceptos -en su caso “estratificación de la experiencia”- muy similares en su función teórica. Sin embargo, es en Bourdieu donde el habitus va a recibir al mismo tiempo una formulación sistemática y sociológica. Véase más sobre el concepto de ‘habitus’ en el Diccionario Crítico de las Ciencias Sociales []
  8. Espacio-tiempos locales y pragmáticos (cotidianos) de valores compartidos y de topología variable y a menudo efímera. []
  9. Se trata de términos propios de los autores: atmopoiésis sería como un metainvernadero del ser; y sinneontes son aquellos que respiran juntos (intercambian fluidos). []
  10. En este apartado se analiza la tercera parte del libro: El desafío naturalista a las ciencias sociales y, a lo largo de los cinco capítulos de que se compone, se recogen las principales críticas y alternativas que el programa naturalista ofrece al Modelo Estándar de las ciencias sociales. []
  11. Ibíd. p. 245 []
  12. Ibíd. p. 247 []
  13. Pinker, S: La tabla rasa, Paidós, Barcelona 2005. []
  14. CASTRO NOGUEIRA, Laureano; Luis y Miguel Ángel (hermanos). (2008): ¿Quién teme a la naturaleza humana? Madrid: Tecnos. p. 270. []
  15. Ibíd. p. 272 []
  16. Giner, S.: Teoría sociológica clásica, Ariel, Barcelona, 2001, p. 248. []
  17. CASTRO NOGUEIRA, Laureano; Luis y Miguel Ángel (hermanos). (2008): ¿Quién teme a la naturaleza humana? Madrid: Tecnos. p. 288. []
  18. Los conceptos fundamentales del ETS se recogieron anteriormente en la obra: CASTRO NOGUEIRA, L.: La risa del espacio, Tecnos, Madrid, 1997. []
  19. Plektopoi: racimos de espacio-tiempos (a la vez materiales e imaginarios, a la vez sociales y personales) plegados por n dimensiones que se entrelazan y repliegan entre sí de modo tan irreductible como impredectible y enigmático. []
  20. Burbujas (Sloterdijk, 2004): son el entretejido extático de los sujetos en el espacio interior común donde se nutren mudamente aquellos que viven en verdad juntos. []
  21. Los hermanos Castro denominan impliegue a todo proceso bio-psico-social de entretejerse afectivamente unos individuos con otros y plika (de im-plicarse o im-plegarse) a la culminación de ese proceso con la formación de verdaderas comunas amnióticas (Sloterkijk) dotadas de altos niveles autoinmunológios y eficaces mecanismos de protección, cierre y clausura. []
  22. Ramos, R.: Un tótem frágil: aproximación a la estructura teórica de El suicidio, REIS, nº 81, 1998. []
  23. Vid. Castro Nogueira L. et alia. Metodología de las Ciencias Sociales. Una introducción crítica. Tecnos. Madrid 2008. []
  24. Vid. Carretero A. “Athenea Digital”. Nº 16, pp. 153-156 Barcelona (otoño 2009) reseñas. []
  25. Vid. Castro Nogueira L. et alia. “Darwinismo y ciencias sociales: Una interpretación evolucionista de la cultura”. Ludus Vitalis, vol XVII, nº 32, 2009, pp.281-306 []
  26. Vid. Castro Nogueira L. et alia. “Quién teme a la naturaleza humana”. Revista de libros, nº 102, Madrid junio 2005 []
  27. Vid. Álvarez R., Castrozeda C. “Darwin y nosotros, tal como estamos”. Énxoda: Series Filosóficas, nº 24, 2010, pp. 9-17. UNED, Madrid. []
  28. Vid. Castro M. et alia. “Evolución y cultura: Una aproximación naturalista a las ciencias sociales. Éndoxa nº 24, 2010, pp. 219-245. UNED. Madrid. []
  29. Vid. Castro Nogueira L. et alia. Metodología de las Ciencias Sociales. Una introducción crítica. Tecnos. Madrid 2008. []
  30. Pinker, S: La tabla rasa, Paidós, Barcelona 2005. []
  31. Nieto, J. A. y Castro Noguerira, L.: El cableado neuronal innato de Pinker repudia la cultura: intertextualidad e ínter sexualidad, en Empiria. Revista de Metodología de Ciencias Sociales, nº 11, pp. 133-173, 2006. []
  32. Los hermanos Castro denominan impliegue a todo proceso bio-psico-social de entretejerse afectivamente unos individuos con otros y plika (de im-plicarse o im-plegarse) a la culminación de ese proceso con la formación de verdaderas comunas amnióticas (Sloterkijk) dotadas de altos niveles autoinmunológios y eficaces mecanismos de protección, cierre y clausura. []

Incertidumbres, retos y potencialidades del siglo XXI. Grandes tendencias Internacionales

En Cisolog: http://cisolog.com/sociologia/incertidumbres-retos-y-potencialidades-del-siglo-xxi-grandes-tendencias-internacionales/ Durante los días 11, 12 y 13 de noviembre de 2009 tuvo lugar el XI FORO DE TENDENCIAS SOCIALES: Incertidumbres, retos y potencialidades del siglo XXI. Grandes tendencias … Continúa leyendo Incertidumbres, retos y potencialidades del siglo XXI. Grandes tendencias Internacionales

Reseña amplia de La Sociedad Dividida de José Félix Tezanos

En Cisolog: http://cisolog.com/sociologia/resena-amplia-de-la-sociedad-dividida-de-jose-felix-tezanos/ Cada vez nos encontramos más inmersos en una transición social sin parangón, solamente comparable a la que tuvo lugar cuando las sociedades agrarias tradicionales pasaron a las sociedades industriales … Continúa leyendo Reseña amplia de La Sociedad Dividida de José Félix Tezanos

Esquemas de fórmulas y teoría de ESTADÍSTICA APLICADA A LAS CIENCIAS SOCIALES I

En la UNED, la amplia mayoría de las asignaturas, hasta ahora, se preparan a partir de uno o más manuales que los equipos docentes suelen especificar como material obligatorio de estudio. La mayoría los compramos; los menos, y los que tienen suerte de estar cerca de los centros asociados, pueden disponer de ellos en forma de préstamo a través de las bibliotecas. En mi caso, yo casi siempre he tenido la suerte de poder comprármelos. La verdad, la mayoría de estos manuales no suelen tener precios muy asequibles (sobre este asunto puede verse Crítica constructiva a McGraw-Hill en este mismo blog). Hay otro modo de adquirir estos manuales a un mejor precio, en el mercado de segunda mano. No obstante, si se opta por esta última opción, recomiendo al estudiante que se asegure, aparte de que el libro esté bien conservado, que no esté subrayado y carezca de notas en los márgenes. En una ocasión compré algunos manuales de segunda mano, y aunque me dijeron que estaban poco subrayados y a lápiz, a la hora de estudiar me condicionó mucho, pues a mi me gusta sacar mis propias conclusiones sobre lo que considero fundamental en el texto y me gusta subrayarlo yo mismo. Al final, antes de iniciar cada capítulo, me pasaba un buen rato borrando los subrayados previos que había hecho el anterior poseedor del libro.

Hay asignaturas cuyo número de créditos asignados en los planes de estudio son el mismo que en otras pero, por increíble que parezca, el volumen de los manuales son bastante más grandes que los de otras, habiendo una importante diferencia cuantitativa en cuanto a la extensión de textos. Sea por la propia naturaleza de los objetivos perseguidos por cada asignatura o por un mal ajuste en el diseño de los contenidos para adaptarlos a los nuevos estudios de grado, es algo que habría que revisar, pero este no es el asunto que voy a tratar aquí.

El asunto es sobre los resúmenes y esquemas de los manuales de las asignaturas que algunos estudiantes elaboraron en su día y decidieron compartirlo con otros estudiantes. Por los foros y en plataformas específicas de apuntes de la UNED pueden encontrarse este tipo de resúmenes a los que me refiero. Yo nunca he estudiado ninguna asignatura (en mi caso de Grado de Sociología) por un resumen elaborado por otro estudiante. Aunque para muchos pueda significar un atajo, sobre todo cuando nos enfrentamos a una asignatura de esas cuyo manual es muy voluminoso, no lo recomiendo. Hay resúmenes muy buenos que pueden servir para superar la asignatura, pero la esencia de estudiar está en aprender y no en aprobar. No es que quiera hacer gala de lo que casi todo estudiante sabe que es —o debería ser— lo correcto. Cuando uno estudia por los resúmenes de otro compañero se atiene a lo que ese compañero haya seleccionado como fundamental. Si sólo se estudia por un resumen y no se lee ni siquiera, al menos una vez, el libro básico de la asignatura, se pierden muchos matices y la perspectiva general de la asignatura. Cuando se estudia sólo por unos simples resúmenes o esquemas, al estudiar una serie de conceptos extraídos de su contexto original, se estará corriendo el riesgo de no entender el verdadero significado de esos conceptos, y lo peor, hacer un esfuerzo de memorizar una serie de contenidos que podrán cumplir su objetivo a corto plazo, es decir aprobar; pero a medio y largo plazo, los olvidaremos enseguida, precisamente porque, al omitir el contexto, no sabremos identificarlos en otros aspectos de la vida.

Ahora, bien, dicho todo lo anterior, tengo que admitir que algunos resúmenes de otros compañeros, los que yo he considerado buenos resúmenes, en algunas asignaturas me han servido como complemento y, sobre todo, para repasar cuando he andado con tiempo escaso. Una vez que uno se ha leído y estudiado el manual de la asignatura, cuando se lee el resumen elaborado por otro o por uno mismo, los conceptos que intentamos refrescar no son objetos anidados; en nuestra cabeza se produce una especie de rellamada al contexto donde leímos por primera vez esos conceptos y que inconscientemente se almacenó en nuestra memoria.

Yo no suelo hacer resúmenes de las asignaturas que estudio. Más bien por falta de tiempo que por otra cosa. Pero en su defecto, lo que si hago es, a partir de la segunda lectura, subrayar y tomar anotaciones en los márgenes del libro. Luego, ya, repasar todas las veces que pueda; o mejor dicho, todo lo que el tiempo disponible me permita. Por esta misma razón es por la que intento justificar el uso (buen uso) de los resúmenes o esquemas, es decir, cuando no tenemos tiempo para repasar releyendo todo el manual.

Tampoco es mi intención en esta entrada hacer un análisis sobre las técnicas de estudio, pero personalmente recomiendo la de las «tres erres». No la que muchos conocen como REGISTRO-RETENCIÓN-REPETICIÓN, sino a la de READ-RECORD-REVIEW  (Leer, volver a leer anotando y subrayando; y repasar todo lo que se pueda). También, la técnica de las «tres erres» podría ser simplemente READ-READ-READ, es decir, leer, leer y releer.

Y una vez soltado todo este rollo, paso a enlazar algunos de los resúmenes-esquemas que en algunas asignaturas de primero de Grado de Sociología en la UNED me dio tiempo a elaborar. Espero que al lector-estudiante que se los descargue le sean de gran utilidad, pero por favor, y perdón por mi insistencia, ten en cuenta los consejos iniciales que he intentando transmitir en esta entrada.

Esquemas de fórmulas y teoría de ESTADÍSTICA APLICADA A LAS CIENCIAS SOCIALES I

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Más recientemente este documento se ha pasado a limpio y se ha ampliado: Fórmulas y apuntes de Estadística aplicada a las Ciencias Sociales. Puedes verlo y descargarlo en Cisolog.

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Rubén Crespo
7 de enero de 2012

Resumen de TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN SOCIAL I

En la UNED, la amplia mayoría de las asignaturas, hasta ahora, se preparan a partir de uno o más manuales que los equipos docentes suelen especificar como material obligatorio de estudio. La mayoría los compramos; los menos, y los que tienen suerte de estar cerca de los centros asociados, pueden disponer de ellos en forma de préstamo a través de las bibliotecas. En mi caso, yo casi siempre he tenido la suerte de poder comprármelos. La verdad, la mayoría de estos manuales no suelen tener precios muy asequibles (sobre este asunto puede verse Crítica constructiva a McGraw-Hill en este mismo blog). Hay otro modo de adquirir estos manuales a un mejor precio, en el mercado de segunda mano. No obstante, si se opta por esta última opción, recomiendo al estudiante que se asegure, aparte de que el libro esté bien conservado, que no esté subrayado y carezca de notas en los márgenes. En una ocasión compré algunos manuales de segunda mano, y aunque me dijeron que estaban poco subrayados y a lápiz, a la hora de estudiar me condicionó mucho, pues a mi me gusta sacar mis propias conclusiones sobre lo que considero fundamental en el texto y me gusta subrayarlo yo mismo. Al final, antes de iniciar cada capítulo, me pasaba un buen rato borrando los subrayados previos que había hecho el anterior poseedor del libro.

Hay asignaturas cuyo número de créditos asignados en los planes de estudio son el mismo que en otras pero, por increíble que parezca, el volumen de los manuales son bastante más grandes que los de otras, habiendo una importante diferencia cuantitativa en cuanto a la extensión de textos. Sea por la propia naturaleza de los objetivos perseguidos por cada asignatura o por un mal ajuste en el diseño de los contenidos para adaptarlos a los nuevos estudios de grado, es algo que habría que revisar, pero este no es el asunto que voy a tratar aquí.

El asunto es sobre los resúmenes y esquemas de los manuales de las asignaturas que algunos estudiantes elaboraron en su día y decidieron compartirlo con otros estudiantes. Por los foros y en plataformas específicas de apuntes de la UNED pueden encontrarse este tipo de resúmenes a los que me refiero. Yo nunca he estudiado ninguna asignatura (en mi caso de Grado de Sociología) por un resumen elaborado por otro estudiante. Aunque para muchos pueda significar un atajo, sobre todo cuando nos enfrentamos a una asignatura de esas cuyo manual es muy voluminoso, no lo recomiendo. Hay resúmenes muy buenos que pueden servir para superar la asignatura, pero la esencia de estudiar está en aprender y no en aprobar. No es que quiera hacer gala de lo que casi todo estudiante sabe que es —o debería ser— lo correcto. Cuando uno estudia por los resúmenes de otro compañero se atiene a lo que ese compañero haya seleccionado como fundamental. Si sólo se estudia por un resumen y no se lee ni siquiera, al menos una vez, el libro básico de la asignatura, se pierden muchos matices y la perspectiva general de la asignatura. Cuando se estudia sólo por unos simples resúmenes o esquemas, al estudiar una serie de conceptos extraídos de su contexto original, se estará corriendo el riesgo de no entender el verdadero significado de esos conceptos, y lo peor, hacer un esfuerzo de memorizar una serie de contenidos que podrán cumplir su objetivo a corto plazo, es decir aprobar; pero a medio y largo plazo, los olvidaremos enseguida, precisamente porque, al omitir el contexto, no sabremos identificarlos en otros aspectos de la vida.

Ahora, bien, dicho todo lo anterior, tengo que admitir que algunos resúmenes de otros compañeros, los que yo he considerado buenos resúmenes, en algunas asignaturas me han servido como complemento y, sobre todo, para repasar cuando he andado con tiempo escaso. Una vez que uno se ha leído y estudiado el manual de la asignatura, cuando se lee el resumen elaborado por otro o por uno mismo, los conceptos que intentamos refrescar no son objetos anidados; en nuestra cabeza se produce una especie de rellamada al contexto donde leímos por primera vez esos conceptos y que inconscientemente se almacenó en nuestra memoria.

Yo no suelo hacer resúmenes de las asignaturas que estudio. Más bien por falta de tiempo que por otra cosa. Pero en su defecto, lo que si hago es, a partir de la segunda lectura, subrayar y tomar anotaciones en los márgenes del libro. Luego, ya, repasar todas las veces que pueda; o mejor dicho, todo lo que el tiempo disponible me permita. Por esta misma razón es por la que intento justificar el uso (buen uso) de los resúmenes o esquemas, es decir, cuando no tenemos tiempo para repasar releyendo todo el manual.

Tampoco es mi intención en esta entrada hacer un análisis sobre las técnicas de estudio, pero personalmente recomiendo la de las «tres erres». No la que muchos conocen como REGISTRO-RETENCIÓN-REPETICIÓN, sino a la de READ-RECORD-REVIEW  (Leer, volver a leer anotando y subrayando; y repasar todo lo que se pueda). También, la técnica de las «tres erres» podría ser simplemente READ-READ-READ, es decir, leer, leer y releer.

Y una vez soltado todo este rollo, paso a enlazar algunos de los resúmenes-esquemas que en algunas asignaturas de primero de Grado de Sociología en la UNED me dio tiempo a elaborar. Espero que al lector-estudiante que se los descargue le sean de gran utilidad, pero por favor, y perdón por mi insistencia, ten en cuenta los consejos iniciales que he intentando transmitir en esta entrada.

Resumen de TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN SOCIAL I

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Rubén Crespo
7 de enero de 2012

Resumen de INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA I

En la UNED, la amplia mayoría de las asignaturas, hasta ahora, se preparan a partir de uno o más manuales que los equipos docentes suelen especificar como material obligatorio de estudio. La mayoría los compramos; los menos, y los que tienen suerte de estar cerca de los centros asociados, pueden disponer de ellos en forma de préstamo a través de las bibliotecas. En mi caso, yo casi siempre he tenido la suerte de poder comprármelos. La verdad, la mayoría de estos manuales no suelen tener precios muy asequibles (sobre este asunto puede verse Crítica constructiva a McGraw-Hill en este mismo blog). Hay otro modo de adquirir estos manuales a un mejor precio, en el mercado de segunda mano. No obstante, si se opta por esta última opción, recomiendo al estudiante que se asegure, aparte de que el libro esté bien conservado, que no esté subrayado y carezca de notas en los márgenes. En una ocasión compré algunos manuales de segunda mano, y aunque me dijeron que estaban poco subrayados y a lápiz, a la hora de estudiar me condicionó mucho, pues a mi me gusta sacar mis propias conclusiones sobre lo que considero fundamental en el texto y me gusta subrayarlo yo mismo. Al final, antes de iniciar cada capítulo, me pasaba un buen rato borrando los subrayados previos que había hecho el anterior poseedor del libro.

Hay asignaturas cuyo número de créditos asignados en los planes de estudio son el mismo que en otras pero, por increíble que parezca, el volumen de los manuales son bastante más grandes que los de otras, habiendo una importante diferencia cuantitativa en cuanto a la extensión de textos. Sea por la propia naturaleza de los objetivos perseguidos por cada asignatura o por un mal ajuste en el diseño de los contenidos para adaptarlos a los nuevos estudios de grado, es algo que habría que revisar, pero este no es el asunto que voy a tratar aquí.

El asunto es sobre los resúmenes y esquemas de los manuales de las asignaturas que algunos estudiantes elaboraron en su día y decidieron compartirlo con otros estudiantes. Por los foros y en plataformas específicas de apuntes de la UNED pueden encontrarse este tipo de resúmenes a los que me refiero. Yo nunca he estudiado ninguna asignatura (en mi caso de Grado de Sociología) por un resumen elaborado por otro estudiante. Aunque para muchos pueda significar un atajo, sobre todo cuando nos enfrentamos a una asignatura de esas cuyo manual es muy voluminoso, no lo recomiendo. Hay resúmenes muy buenos que pueden servir para superar la asignatura, pero la esencia de estudiar está en aprender y no en aprobar. No es que quiera hacer gala de lo que casi todo estudiante sabe que es —o debería ser— lo correcto. Cuando uno estudia por los resúmenes de otro compañero se atiene a lo que ese compañero haya seleccionado como fundamental. Si sólo se estudia por un resumen y no se lee ni siquiera, al menos una vez, el libro básico de la asignatura, se pierden muchos matices y la perspectiva general de la asignatura. Cuando se estudia sólo por unos simples resúmenes o esquemas, al estudiar una serie de conceptos extraídos de su contexto original, se estará corriendo el riesgo de no entender el verdadero significado de esos conceptos, y lo peor, hacer un esfuerzo de memorizar una serie de contenidos que podrán cumplir su objetivo a corto plazo, es decir aprobar; pero a medio y largo plazo, los olvidaremos enseguida, precisamente porque, al omitir el contexto, no sabremos identificarlos en otros aspectos de la vida.

Ahora, bien, dicho todo lo anterior, tengo que admitir que algunos resúmenes de otros compañeros, los que yo he considerado buenos resúmenes, en algunas asignaturas me han servido como complemento y, sobre todo, para repasar cuando he andado con tiempo escaso. Una vez que uno se ha leído y estudiado el manual de la asignatura, cuando se lee el resumen elaborado por otro o por uno mismo, los conceptos que intentamos refrescar no son objetos anidados; en nuestra cabeza se produce una especie de rellamada al contexto donde leímos por primera vez esos conceptos y que inconscientemente se almacenó en nuestra memoria.

Yo no suelo hacer resúmenes de las asignaturas que estudio. Más bien por falta de tiempo que por otra cosa. Pero en su defecto, lo que si hago es, a partir de la segunda lectura, subrayar y tomar anotaciones en los márgenes del libro. Luego, ya, repasar todas las veces que pueda; o mejor dicho, todo lo que el tiempo disponible me permita. Por esta misma razón es por la que intento justificar el uso (buen uso) de los resúmenes o esquemas, es decir, cuando no tenemos tiempo para repasar releyendo todo el manual.

Tampoco es mi intención en esta entrada hacer un análisis sobre las técnicas de estudio, pero personalmente recomiendo la de las «tres erres». No la que muchos conocen como REGISTRO-RETENCIÓN-REPETICIÓN, sino a la de READ-RECORD-REVIEW  (Leer, volver a leer anotando y subrayando; y repasar todo lo que se pueda). También, la técnica de las «tres erres» podría ser simplemente READ-READ-READ, es decir, leer, leer y releer.

Y una vez soltado todo este rollo, paso a enlazar algunos de los resúmenes-esquemas que en algunas asignaturas de primero de Grado de Sociología en la UNED me dio tiempo a elaborar. Espero que al lector-estudiante que se los descargue le sean de gran utilidad, pero por favor, y perdón por mi insistencia, ten en cuenta los consejos iniciales que he intentando transmitir en esta entrada.

Resumen de INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA I

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Rubén Crespo
7 de enero de 2012

¿Tiene futuro el estado autonómico?

RESUMEN CURSO DE VERANO UNED 2011:

¿TIENE FUTURO EL ESTADO AUTONÓMICO?

Impartido en el C.A. de Madrid (Escuela Pías) entre los días del 20 al 22 de julio de 2011.

Por el gran compañero de la UNED y del CECPS, Rafael Domingo que, además, se tomó las molestias y tuvo la generosidad de compartir este resumen con todos los compañeros del CECPS.

DESARROLLO DE PONENCIAS:

1. ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEL ESTADO AUTONÓMICO

Ponente: D. Antonio Torres del Moral. Catedrático de Derecho Constitucional de la UNED

El ponente Torres del Moral plantea de inicio su valoración positiva de la situación del Estado Autonómico en general, pero sin dejar de aceptar que con no mucho entusiasmo.

Nos indica que, el constituyente al encarar la elaboración de la Constitución de 1978, se planteó, más que objetivos finales, unos límites que se debían cumplir, entendibles en el contexto histórico en el que se llevó a cabo, que son:

a) Carácter democrático (se llegaba a ella tras 40 años de dictadura totalitaria)

b) Modelo de Estado monárquico parlamentario (pacto básico para evitar la ruptura)

c) Organización territorial descentralizada (para atender las exigencias nacionalistas)

d) Sistema económico basado en libre mercado, sin planificación estatal

Respecto a la organización territorial, se veía conveniente, además de la exigencia política, racionalizar la relación de los ciudadanos con sus gobernante, en cuanto a la prestación de los servicios públicos, desde una mayor cercanía, que se propugnaba como método más lógico e incluso más beneficioso para la economía.

Nos ilustra el ponente sobre el inicio histórico de España, como ente jurídico propio, que se produce en el siglo XVI con Carlos I de Austria , y se consolida con Felipe V de Borbón y el Decreto de Nueva Planta en el siglo XVIII. Este acto jurídico es el detonante de los problemas reivindicativos territoriales de los que son consecuencia, en cierto modo, las actuales tensiones nacionalistas, sobre todo en el ámbito de Cataluña.

La historia constitucional española ha sido pendular, con un cierto escoramiento hacia las posturas conservadoras y centralistas, por regla general.

En 1978 las tres reivindicaciones que se gritaban en las calles eran «Libertad, Amnistía y Estatuto de Autonomía», identificando la descentralización con la democracia como dogma primordial. La realidad y la experiencia posterior ha hecho ver a muchos que esa correlación no era tan inmediata, y menos si se atiende al Derecho Internacional (el caso de Francia es claro); tampoco se ha constatado que económicamente resulte más barato, sino más bien, todo lo contrario, aunque este aspecto tendría que ver con la mala gestión más que con el modelo mismo, como se verá en ponencias posteriores.

Es destacable conocer que la cesión política al nacionalismo vasco, que se concretó en la Disposición Adicional Primera de la CE, que dice: «La Constitución ampara y respeta los derechos históricos de los territorios forales. La actualización general de dicho régimen foral se llevará a cabo, en su marco, en el marco de la Constitución y de los Estatutos de Autonomía», y en la Disposición Transitoria Cuarta, que afecta a Navarra y a la posibilidad de su incorporación a la organización territorial vasca, en su caso, no sirvió para que ese nacionalismo, encarnado básicamente en el PNV, apoyase el texto constitucional, absteniéndose en su aprobación.

La previsión del constituyente era que tres únicas CCAA (las llamadas históricas: País Vasco, Cataluña y Galicia), accedieran a la autonomía plena, de manera rápida (artículo 151), en base al reconocimiento de los textos plebiscitados en la II República. El resto de posibles territorios autónomos deberían iniciar sus procesos en base al artículo 143, también llamado «vía lenta».

En la práctica, Andalucía reclama que su autonomía debía ser con el mismo nivel competencial que las «históricas», y se llegó a una situación en la que, a pesar de que el referéndum no fue aprobado en todas y cada una de las provincias (en concreto, en Almería), como marca el artículo 143.2, el Gobierno concedió el Estatuto de Autonomía. De forma continuada, Valencia, Canarias y otras, van obteniendo sus autonomías mediante leyes orgánicas, en base a la posibilidad que concede una redacción difusa del articulado de la Constitución en su Título VIII.

El caso de Navarra es atípico también, ya que se considera como Territorio Foral en vez de Comunidad Autónoma (sin referencia constitucional precisa de esa institución), y se procede a su «amejoramiento» competencial, como fórmula para dotarla de contenido material.

Las comunidades que acceden por la llamada «vía lenta», van a pretender aumentar sus propias competencias, en un tira y afloja permanente.

La reciente sentencia del Tribunal Constitucional sobre los recursos de inconstitucionalidad del Estatuto de Cataluña añade más confusión a esta indefinición, porque no admite artículos que son exactamente iguales a otros artículos de los Estatutos de Autonomía de otras CCAA, como los de Andalucía o Valencia, que quedan vigentes por no haber sido recurridos de inconstitucionalidad. Ésto deriva en un «problema dogmático» evidente, para todos los operadores jurídicos que precisen atender a esos articulados estatutarios. Para soslayar esta situación, se llevan a las Leyes y Reglamentos Autonómicos las redacciones que si se ajustan a la constitucionalidad formal, pero sin reformar los Estatutos, como debiera parecer lo lógico.

El ponente opina que se ha admitido que el Tribunal Constitucional opere como una tercera cámara legislativa, por la vía de los hechos, y critica abiertamente la actitud de sus miembros, contrastándola con la de los componentes del primer Tribunal, que supieron mantener su independencia mucho mejor y más dignamente que los que les sucedieron, y en especial, los últimos miembros actuales.

A pesar de esta situación, las posturas involucionistas respecto a la organización territorial autonómica no tienen predicamento relevante; el ponente opina que lo que sí es necesario es un proceso de reforma constitucional, aunque no lo ve factible ni esperable en un corto espacio temporal, por ser considerado un tema tabú por las fuerzas políticas de nuestro país.

2. EL ESTADO AUTONÓMICO VISTO DESDE EL DERECHO COMPARADO

Ponente: D. Agustín Ruiz Robledo. Catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Granada

El ponente nos plantea un escenario comparativo entre el Estado Autonómico (EA) y el Estado Federal (EF). Para ello, inicia con la justificación del EF como un mecanismo ideado para dos situaciones:

a) Unir territorios separados inicialmente —-> Estados Unidos de América

b) Descentralizar territorios unidos inicialmente —-> Brasil (en base a territorios), o Bélgica (en base a poblaciones)

Sus características son:

a) Entes autónomos preexistentes o simultáneos a la Constitución Federal.

b) Cláusulas residuales favorables al ente federal central.

c) Existencia de instrumentos de garantía constitucional para la resolución de los conflictos.

d) Participación de los entes federados en la aprobación y reforma de la Constitución Federal.

Los modelos federales son:

a) Modelo dual —–> Estados Unidos de América: esferas de poder separadas

por materias

b) Modelo cooperativo ——> Alemania: Esferas de poder por capacidades de actuación.

La legislación principal la asume el Estado Federal Central y la legislación accesoria y la

ejecución legislativa la asumen los Estados Federados (Länders). Con un órgano específico de cooperación territorial, en este caso el Bundesrat.

Se puede constatar que existe una cierta convergencia entre ambos modelos por la vía del gasto (EEUU), o por la definición mayor de las competencias (Alemania).

Hay una estructura formalmente simétrica pero, en la práctica, el tamaño o influencia de los entes federados dotan de cierta asimetría a los modelos. También hay casos de concesión asimétrica legalmente reconocida, como el de Canadá, con su realidad diferencial de Québec, que quiebran la tendencia observable hacia una mayor centralización, con un origen de temor hacia el mayor federalismo de su vecino del sur,

También está el caso de Bélgica, que trata de regular las ansias de autogobierno de su región del norte (flamencos).

En general, las uniones territoriales de entes separados inicialmente tienen un funcionamiento regular, frente a los territorios descentralizados a partir de una unidad previa.

En el caso del Estado Autonómico español, el objetivo era descentralizar los territorios para integrar a los nacionalismos periféricos históricos existentes en un proyecto unitario común como Estado. Se puede asimilar al caso de Bélgica más que a otros.

La comparación teórica entre EF y EA, se detalla en:

a) Entes subestatales preexistentes en el EF, mientras que en el EA no existen.

b) La participación en la aprobación y reforma constitucional, en el ámbito de las garantías, en el caso del EF, no se produce en el EA, salvando los casos de la participación indirecta de los senadores.

c) Ambos poseen un Tribunal de Garantías (Tribunal Constitucional en el caso de España)

d) En el EF no existe el «principio dispositivo» (¡¡Cuestión crucial, como veremos!!)

e) La cláusula residual competencial es favorable a los entes subestatales en el EF, siendo el ente central el beneficiado en el caso del EA.

La comparación en la práctica puede resumirse así:

a) No existe posibilidad de opción de modelo descentralización en el caso del EA español (opción federal inviable políticamente).

b) Ninguna reforma constitucional en el ámbito territorial, pero con abundante reinterpretación legislativa (Estatutos y Leyes Autonómicas) en sentido favorable a los entes subestatales.

c) Constatación en el nivel de gasto: año 2006 el Estado maneja el 47,4%, mientras que las CCAA el 52,6%.

d) Se produce un doble sistema doble de financiación: régimen general o común y régimen foral en determinados territorios (Navarra y País Vasco)

El EA se ha desarrollado en base a una lógica concreta:

a) En el texto constitucional de 1978 se admite un cierto «federalismo asimétrico implícito», en un primer momento.

b) En 1981 se acuerda homogeneizar el desarrollo por parte de las fuerzas mayoritarias., y en 1992 se unifica el despliegue autonómico.

c) Hay conceptos semánticos prestigiados (autonomía), frente a otros desprestigiados (centralismo), lo que genera una tensión centrífuga, tanto por parte de los intereses elitistas regionales como por la fuerza de los nacionalismos periféricos.

d) En el ámbito económico se camina hacia la globalización, y junto a cuestiones como la tendencia a la fusión funcional de órganos competenciales y al arraigo del principio de la igualdad, genera un una tensión centrípeta opuesta a la anterior.

Los objetivos que persigue el EA son integrar y organizar mejor los territorios, básicamente.

En cuanto a lo primero, no se ha logrado la plena aceptación en territorios con un sentido de autogobierno acusado, como han dejado patente recientemente destacados políticos nacionalistas moderados en Cataluña, y en cuanto a lo segundo, se ha constatado estadísticamente que los resultados organizativos y de uso de recursos territoriales merecen un rechazo cada vez más alto por parte de la valoración de los ciudadanos.

Para el ponente, el gran problema del EA ha sido y es la aplicación del «principio dispositivo», que se puede explicar en estas líneas adjuntas de la Revista de Derecho Político de la UNED:

«Dicho principio se incorporó a la Constitución mediante un compromiso constitucional «apócrifo», inspirado en el Estado integral de la II República, y confiere a las entidades territoriales una capacidad para proponer y codecidir la creación y modificación de su autogobierno. A pesar de su trascendencia, el principio dispositivo no ha sido hasta hoy objeto de especial atención por parte de nuestro Derecho Público, probablemente por considerar que ya había agotado su vigencia una vez instaurado el modelo autonómico. Sin embargo, las reformas estatutarias iniciadas con el nuevo Estatuto catalán de 2006 han reavivado el debate sobre la «apertura» del modelo, demostrando que el principio dispositivo se mantiene vivo en nuestra Constitución. Por su parte, la propuesta de reforma constitucional del Gobierno y el Informe del Consejo de Estado apuntan la posibilidad de abandonarlo, poniendo fin a la «desconstitucionalización» de la forma de Estado para lograr el «cierre» del modelo».

Para el ponente, las posibles soluciones, amén de lo anteriormente indicado, pasarían por asumir los conceptos de «federalismo asimétrico competencial» en relación con la integración territorial, y el de «federalismo competitivo y transparente de costes», en relación a la organización material de los recursos.

Como colofón, propone avanzar en una «cultura federal de lealtad», como en los EF ortodoxos.

3. LAS SENTENCIAS DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL SOBRE EL ESTATUTO DE CATALUÑA

Ponente: D. Enrique Álvarez Conde. Catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Rey Juán Carlos

En relación con el Estatuto de Cataluña son relevantes los recursos y sentencias sobre el mismo presentados por el Defensor del Pueblo, Andalucía, Castilla y León y Aragón, amén del presentado por el Partido Popular.

El funcionamiento real en España del Tribunal Constitucional ha consagrado un Estado jurisdiccional autonómico, en el que el Alto Tribunal se ha erigido en legislador definitivo para llenar las carencias dispositivas de la Constitución de 1978. Se ha asumido una serie de categorías dogmáticas, entre ellas que la Constitución se alumbró con un carácter abierto debido a la intención política de los constituyentes.

Así las cosas, la jurisprudencia del TC hasta la sentencia sobre el Estatuto de Valencia, se puede decir que ha tenido una aceptable dinámica, pero en el caso del Estatuto de Cataluña se quiebra dicha valoración.

La sentencia 31/2010 sobre el recurso presentado por el Partido Popular dio como resultado cuantitativo 14 artículos declarados inconstitucionales, 27 artículos interpretados en su constitucionalidad y llevados al fallo por el Tribunal, y 49 artículos interpretados en su constitucionalidad, pero no llevados al fallo por el Tribunal.

Una primera conclusión, a la vista de estos datos, es que se ha producido un abuso de las sentencias interpretativas y manipulativas, que han generado un problema de inseguridad jurídica.

La sentencia 137/2010 sobre el recurso del Defensor del Pueblo ahonda en la inquietud jurídica, porque en ella se hace una relación nominal de la clase de voto que hace cada magistrado (¡¡cuestión insólita en el ámbito jurisdiccional constitucional!!), pero sin explicación de la motivación de los mismos, ni siquiera remisión a otros votos particulares de otras sentencias relacionadas. Para colmo, las 49 sentencias no llevadas al fallo en la sentencia 31/2010, por el Tribunal, en esta sentencia del Defensor del Pueblo sí lo hacen, de manera chocante.

¿Por qué se comporta así el TC?

Según el ponente, la razón es la desesperada búsqueda de cohesión de un Tribunal “tocado” en su prestigio, a raíz de las sentencias previas y el polémico momento organizativo, con los plazos legales de renovación superados con creces, nombramientos polémicos, tensiones partidarias patentes en torno a esa renovación, etc. Ese intento de dar una imagen de unidad duró bastante poco tiempo, como se vio con la subsiguiente sentencia sobre la legalidad constitucional de la candidatura de BILDU.

Se puede admitir cierta inevitabilidad en estos comportamientos, pero han dejado sin resolución aspectos jurídicos claves, como la seguridad jurídica y el debido respeto a la labor del legislador, planteando un entorno preocupante.

Entrando en el detalle de las sentencias, se pueden relacionar varios análisis:

a) Los aspectos identitarios aparecen claramente inconstitucionales, pero la reinterpretación que hace el Tribunal, desvirtúa y vacía de validez jurídica la afirmación como nación que hace el preámbulo del Estatuto, para concluir que se puede considerar constitucional en cuanto “sólo” es una declaración de un hecho cierto del Parlamento, sin derivación a futuro.

b) Los derechos estatutarios también son muy opinables, y en el ámbito del régimen local, el TC hace gala de un titubeo palpable en su argumentación. En materia de Justicia, competencia exclusiva del Estado Central, constitucionalmente, el TC “inventa” un nuevo término: “la administración de la Administración de Justicia”, para salvar el artículo en cuestión, en un ejercicio semántico digno de tratados académicos. Curiosamente, en el nivel competencial general, el TC hace un ejercicio adecuado e incluso se puede afirmar, aparentemente, que se produce un retraimiento hacia el articulado del Estatuto anterior.

El condicionamiento de la legislación estatal por las resoluciones del TC sobre los Estatutos de Autonomía, en especial el de Cataluña que estamos analizando, es preocupante, con el agravante de los preceptos interpretados de éste último, que no han sido llevados al fallo definitivo, por lo tanto, no apareciendo en el texto del mismo, salvo que se le añadan cláusulas rectificativas o explicativas de esa reinterpretación jurídica.

El ponente concluye con su opinión sobre la razón que tuvieron los estatuyentes catalanes para redactar un texto original como el que salió del Parlamento de Cataluña, que no fue otra que un intento hábil de lograr un cambio jurisprudencia interpretativo del TC, que ha tenido los mismos efectos de una mutación constitucional, al entender que sería lo máximo a lo que podrían aspirar en esos momentos.

El TC, por su parte, ha adolecido de una soberbia y extra limitación como órgano supremo jurisdiccional en su actuación, tratando de prevalecer y sobreponerse a su negativo prestigio actual.

4. FINANCIACIÓN DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS. PRINCIPIO DE SOLIDARIDAD

Ponente: D. Darlos Nidal Prado. Director del Centro Asociado de Madrid de la UNED

Los principios básicos que consagra la Constitución de 1978 en su Título Preliminar, artículo 2 son los de unidad, autonomía y solidaridad.

Esta solidaridad, en el ámbito económico, se plasma mediante varios instrumentos: Fondo de Compensación Interterritorial y la garantía de unos niveles mínimos en la prestación de servicios públicos (art. 158) y la posibilidad planificadora de las necesidades colectivas, por parte del Estado (art. 131), pero, en la práctica, el reflejo efectivo de estos instrumentos ha sido “patético”, y más aún en las actuales condiciones económicas de crisis en las que nos encontramos.

La devaluación de su finalidad se ve en que, incluso se ha reducido el nivel mínimo sobre la renta media para acceder a dichos Fondos, y no sólo para el inicio de inversiones, sino para proyectos en marcha, aunque, eso sí, fijada su finalidad por la legislación.

Otro aspecto en contra es que el modelo tiene una cadencia quinquenal lo que hace inestable todo el sistema.

La historia sobre el modelo impositivo de las CCAA tiene dos hitos en el año 1993, con el pacto del PSOE con CiU, en el que se procede a una cesión de diversas figuras, y en el año 1996, con el pacto del Partido Popular , también con CiU, en el que se procede a un aumento mayor y general de esas cesiones previas del año 1993.

De todos es conocido la distinto tratamiento que tienen los Territorios Forales (Navarra y País Vasco), lo que opera como máxima aspiración para otros territorios, en concreto Cataluña, que ayuda a contaminar aún más las negociaciones financieras.

En el tema de los Fondos de Compensación, se han ido cambiando su denominación y contenido, a modo de método de “parche” para calmar esas tensiones financieras.

El funcionamiento del Consejo de Política Fiscal y Financiera es mejorable, pues su labor no ha tenido un fruto de consenso, debido a razones políticas. En concreto, el último acuerdo fue fruto de un acuerdo bilateral previo entre el Estado y Cataluña, que presentado a consenso en el Consejo, obtuvo el rechazo de todas las CCAA gobernadas por el Partido Popular, aun cuando no rechazaran los fondos aprobados por la mayoría.

Esta situación nos da la imagen actual, en este ámbito, de un vicio original (la negociación bilateral), y la de un principio de solidaridad totalmente desvirtuado.

La sentencia del TC sobre el Estatuto de Cataluña, en aspectos financieros, pone de manifiesto el intento de imponer un nivel de esfuerzo fiscal al conjunto de las CCAA, por parte de Cataluña, con matices claramente interesados para no perder su posición en el ranking autonómico fiscal, tras el desembolso de fondos solidarios. Dicha sentencia logra, en este caso sí, que la inconstitucionalidad de dicho articulado quede fijada de manera definitiva.

5. SISTEMAS DE GOBIERNO DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS

Ponente: D. Gerardo Ruiz Rico. Catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Jaén

El ponente inicia su intervención reconociendo que el tema es de los menos conflictivos, constitucionalmente hablando.

El diseño para las CCAA del artículo 151 se ha extrapolado en la práctica, caminando hacia una homogeneidad entre ellas, aunque no lo exige la Constitución.

También se ha producido un efecto de “mimetismo” respecto al modelo institucional estatal.

Las reciente reformas estatutarias han abundado en una mayor precisión del modelo de gobierno autonómico, y en el caso concreto de los de Andalucía y Cataluña, caminando hacia el paralelismo absoluto.

La vaguedad y simplicidad del esquema reflejado en la Constitución, no ha sido aprovechada, según el ponente, para avanzar más audázmente en las reformas de los modelos institucionales, seguramente por la prioridad asignada a los asuntos competenciales. Esa simplicidad se ve en la siguiente relación:

a) Asamblea Legislativa elegida por sufragio universal y proporcional, que asegure la representación de todos los territorios.

b) Consejo de Gobierno con funciones ejecutivas y administrativas.

c) Presidente del Consejo elegido por la Asamblea

d) Responsabilidad política del Presidente y de los miembros del Consejo ante la Asamblea.

La paradoja se produce con las autonomías nacidas por el artículo 143 (vía lenta), que no tienen la obligación de seguir esos requisitos fijados anteriores, pero que, por la homogeneización y mimetismo señalados, han acabado ajustándose a ese mismo esquema, pudiendo haber buscado otra arquitectura institucional.

La forma de gobierno es parlamentaria, pero se pueden advertir aspectos que la aproximan a la semi-presidencialista o presidencialista pura cuando observamos las funciones duales del Presidente, como representación máxima del ente autonómico y como cabeza de su ejecutivo, con amplios poderes hegemónicos en relación con su Consejo, aunque, eso sí, muy condicionadas a la propia posición del mismo dentro del partido político que lo sustenta.

Otro aspecto de ese acercamiento de modelos lo podemos ver en los casos de gobiernos de coalición, donde la hegemonía se aquilata a los acuerdos que firman los partidos coaligados, en su caso.

Para analizar correctamente los sistemas de gobierno debemos remitirnos, por tanto, no solo a la Constitución, sino a los Estatutos, las Leyes Autonómicas y los Reglamentos específicos.

En las disposiciones de Navarra, Castilla La Mancha y Andalucía existe la posibilidad de designación automática del Presidente, si no hay acuerdo en la votación, pasado un tiempo determinado, por ejemplo.

Aunque bien es cierto que, en general, “mimetizan” el modelo estatal, con llamada a consultas del Presidente del Parlamento autonómico de las diversas fuerzas representadas en el mismo, no pudiendo agotar o restringir las opciones de consulta, por parte de aquel, es decir, debe llamar a todas y cada una de las fuerzas políticas, aunque la fórmula de gobierno posible esté claramente anticipada por los resultados obtenidos en las elecciones. Posteriormente se vota, y si no se obtiene la mayoría absoluta, se va a una segunda votación, donde se necesita exclusivamente la mayoría simple.

Hay otras cuestiones no sustanciales en cada autonomía, que no pueden servir como elementos que lleven a hablar de una clara diferenciación del modelo de gobierno entre ellas, como por ejemplo, el método a seguir para llevar a cabo la moción de censura, entre otros.

Concretamente, la responsabilidad conjunta del Consejo de Gobierno es exceptuada en los casos del País Vasco o Asturias, que permiten la presentación de recusación individual de los consejeros.

También se ha introducido en el reciente Estatuto de Cataluña la delegación del Presidente en el Vicepresidente primero (Conseller en Cap), con atribuciones amplias, limitadas en los casos de presentación de moción de confianza o en la posibilidad de disolver el Parlamento.

Esta disolución, en el caso de Valencia, debe pasar por el conocimiento y aprobación del Consejo de Gobierno.

La figura del Presidente detenta el impulso exclusivo de la labor ejecutiva, en colaboración obvia del Parlamento, que es el que deberá aprobar sus iniciativas, claro está.

Como conclusión, hay un reforzamiento del poder legislativo del ejecutivo, mediante el uso de la herramienta legal de los Decretos Leyes.

6. ESTADO AUTONÓMICO Y AUTODETERMINACIÓN

Ponente: D. Javier Tajadura Tejada. Profesor de Derecho Constitucional de la Universidad del País Vasco

El ponente nos sitúa en el origen constitucional del EA, observando que lo que se produjo en España fue lo que se denomina “compromiso apócrifo”. Consistió en dejar abierta e indefinida la cuestión territorial en el texto, dilatando temporalmente la sucesión de acontecimientos que llevaran a una arquitectura definitiva. La causa o causas, fueron las relaciones de fuerzas y presiones existentes en aquellos momentos, como ya se ha apuntado en otros apartados de este resumen.

Se generó así un problema de indefinición constitucional, sobre el que se ha ido construyendo un proceso constituyente en materia territorial, con las leyes orgánicas votadas por mayoría parlamentaria exclusivamente, como instrumento básico. Este aspecto le ha supuesto un déficit democrático al ordenamiento del método en cuestión, ya que el carácter implícito del asunto requeriría la existencia de mayorías cualificadas (2/3 o 3/5, según los casos).

Un recurso dogmático ha supuesto el configurar lo que se denomina “bloque constitucional”, que no es sino reunir los Estatutos y leyes orgánicas competenciales, junto a la propia Constitución, como si formaran un conjunto homogéneo, al que referirse como fuente de derecho única.

Éste recurso tiene el inconveniente de que es difícil unir normas de rango tan diferente. Ante ello, el Tribunal Constitucional lo ha resuelto, parcialmente el asunto, en la sentencia última de Estatuto de Cataluña, pero es evidente que la resolución correcta, adecuada y definitiva pasa por una seria reforma constitucional, incluyendo la supresión del “principio dispositivo”, en opinión del ponente.

En cuanto al concepto del “derecho de autodeterminación”, no se admitió en la Constitución de 1978, de manera categórica, y solamente sería posible que estuviera reflejado si se produjera un nuevo proceso constituyente, tras la destrucción jurídica de la actual Constitución.

Esta posibilidad, contemplada en los mecanismos de reforma constitucional, no es muy plausible que las fuerzas nacionalistas la contemplen, a medio plazo cuando menos, ya que supondría que deberían dar por anulada toda su fuente de legitimidad, que también nace del propio resultado de ese “pacto constitucional”.

Esta realidad es fruto del llamado “pacto social” originario, que dio lugar, a su vez, al “acto constitucional”, en el sentido apuntado, atendiendo al límite lógico que aquel pacto comportaba.

El argumento, a veces esgrimido, de la fundamentación del derecho de autodeterminación en base al Derecho Internacional, ha sido rebatido jurídicamente en muchas ocasiones, incluyendo el Tribunal de los Derechos Humanos de Estrasburgo.

7. ELECCIONES Y PARTIDOS EN LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS

Ponente: Dña. Leyre Burguera Ameave. Profesora Tutora y Becaria de Investigación del Departamento de Derecho Constitucional de la UNED

La ponente, muy didáctica, nos aproxima inicialmente al marco normativo, que está compuesto por la Constitución, las Leyes Electorales de cada CCAA y el reflejo mimético de los Estatutos y Leyes Autonómicas en la legislación electoral del Estado Central.

Nos indica que las pautas electorales sólo estaban constitucionalizadas para las CCAA que accedían por el artículo 151 a su autonomía, mientras que el resto de autonomías no estaban obligadas a seguirlas. En la práctica, se han equiparado, con correcciones puntuales en la proporcionalidad y la llamada “barrera electoral”.

Esto ha llevado a una repetición de normas electorales, y en su ausencia, a una remisión a futuras Leyes Electorales, lo que produce un escenario de escasa creatividad, con regulaciones redundantes, reglamentistas y minimalistas.

El motivo de esta realidad lo podemos colegir de la nula confianza que se tenía en las Asambleas Autonómicas, como concepto subyacente.

El “sistema electoral”, como tal, es un conjunto de elementos interrelacionados. En España podemos hablar de hasta siete “sistemas electorales” diferentes. La mayoría de las CCAA tienen el mismo sistema, con Canarias muy diferenciada por su insularidad y el tema de la barrera electoral. Los aspectos del tamaño de las circunscripciones y de la barrera electoral son los que actúan como diferencias en la práctica. También influyen en los resultados las influencias de la política nacional y el fenómeno del “voto útil”.

Los datos de las últimas elecciones de este año nos dejan una realidad donde se produce un pluripartidismo mayoritario (Aragón, Asturias, Baleares, Valencia, Castilla y León, Canarias, Madrid y País Vasco), con un bipartidismo puro (Castilla La Mancha), o imperfecto (Andalucía, Cantabria, Extremadura, Galicia, Murcia y La Rioja), y los casos atípicos de las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla donde sólo gobierna un partido.

La ponente nos sugiere dos temas de debate interesantes, como son el de la corrupción política, tan actual hoy en día, y el tema de la interpretación que hacen los políticos de los votos de los ciudadanos, como argumento de defensa ante aquellos asuntos de corrupción que se puedan dar.

En cuanto a la posible reforma electoral, exigencia de los “indignados”, se están empezando a ver movimientos como los de Valencia, donde se habla de modelos mayoritarios, en un principio por parte de Camps, para pasar seguidamente a defender un modelo mixto, ya que la tendencia sociológica no permite aquel sin un previsible rechazo, ya que fomenta aún más el bipartidismo elitista; estos cambios obligarían a reformar el Estatuto, no sólo la Ley Electoral.

También se observan intenciones de reforma por parte del candidato Rubalcaba, con apuesta por el modelo alemán, que conllevaría un redimensionamiento de las circunscripciones electorales, con un necesario consenso de las fuerzas mayoritarias.

8. EL FUTURO DEL ESTADO AUTONÓMICO

Ponente: Dña. Aurora Gutierrez Nogueroles. Profesora de Derecho Constitucional de la UNED

La ponente, haciendo un acopio de todo lo comentado ya en las ponencias del curso, nos apunta que los artículos 137 y 150.2 de la Constitución de 1978 marcan toda la problemática autonómica en nuestro país. Las expresiones claves son, respectivamente: “El Estado se organiza territorialmente en municipios, en provincias y en las Comunidades Autónomas que se constituyan…”, y “Las Cortes Generales, en materia de competencia estatal, podrán atribuir a todas o a algunas de la Comunidades Autónomas la facultad de dictar, para sí mismas, normas legislativas en el marco de los principios, bases y directrices fijados por una ley estatal…”

La indefinición de ambas expresiones han marcado el proceso.

La cuestión uniprovincial fue un producto de reflexión política más que de racionalización competencial económica, llevando a ciertas realidades autonómicas “discutibles”.

Es evidente y constatable que España es uno de los estados más descentralizados, comparable con muchos de los Estados Federales actuales.

Se está muy cerca del límite competencial, opinando la ponente que es hora ya de su cierre definitivo.

La valoración política observada en un estudio del período 1998-2010 muestra una tendencia negativa sobre aspectos específicos, como la degradación del modelo autonómico como método óptimo para integrar a los nacionalismos extremos, o como instrumento económicamente favorable para el conjunto del país. A pesar de estos aspectos, el balance general sigue siendo positivo, con una mayoría de ciudadanos que quiere que el Estado Autonómico siga vigente, con sus reformas adecuadas.

El asunto de la idoneidad de una Cámara Alta como el actual Senado se debería afrontar definitivamente para hacer de ella una cámara al modo federal, que ayude a ese cierre autonómico, aunque se observa que es improbable que se haga la reforma constitucional necesaria para salvar el aspecto inherente del veto del Senado que conllevaría dicha función orgánica. La necesaria voluntad política para ello no está presente, hasta la fecha.

Otras posibilidades confederales no son posibles, al existir un solo estado soberano.

Las principales cuestiones que marcan el deterioro del sistema actual están, según la ponente, en las diferencias observables entre las distintas CCAA, quebrando en cierto modo el “principio de igualdad”, y las evidentes duplicidades institucionales, con su correspondiente reflejo económico en los déficit presupuestarios.

Las soluciones pasarían por buscar la funcionalidad en las decisiones competenciales, con reducción de órganos si es necesario y conveniente, y por el cerramiento del mapa territorial en la Constitución Española, fijando el marco definitivo sobre el que construir el futuro progreso del país.

Con esta intervención se cerró el curso.