Etiqueta: Globalización

Incertidumbres, retos y potencialidades del siglo XXI. Grandes tendencias Internacionales

En Cisolog: http://cisolog.com/sociologia/incertidumbres-retos-y-potencialidades-del-siglo-xxi-grandes-tendencias-internacionales/ Durante los días 11, 12 y 13 de noviembre de 2009 tuvo lugar el XI FORO DE TENDENCIAS SOCIALES: Incertidumbres, retos y potencialidades del siglo XXI. Grandes tendencias … Continúa leyendo Incertidumbres, retos y potencialidades del siglo XXI. Grandes tendencias Internacionales

Reseña amplia de La Sociedad Dividida de José Félix Tezanos

En Cisolog: http://cisolog.com/sociologia/resena-amplia-de-la-sociedad-dividida-de-jose-felix-tezanos/ Cada vez nos encontramos más inmersos en una transición social sin parangón, solamente comparable a la que tuvo lugar cuando las sociedades agrarias tradicionales pasaron a las sociedades industriales … Continúa leyendo Reseña amplia de La Sociedad Dividida de José Félix Tezanos

El sistema educativo de Finlandia

Fuente: http://wwwunmundoperfecto.blogspot.com

Sobre esa grande y compleja que es la globalización, se ha hablado dicotómicamente de dos dimensiones: la negativa y la positiva. La negativa, por la explotación que han realizado los países industriales avanzados a los países menos desarrollados; aunque esto, cuando se usa como sujeto en plural: ‘paises’, tiene algo de falacia, pues las élites corporativas representa una pequeñísima parte de la población de sus respectivos países. Además, y paradójicamente en el propio proceso globalizador per se, estas élites han pasado a un plano de organización global del cual es difícil saber su adscripción a algún país determinado. En cuanto la dimensión positiva de la globalización, cabe destacar la gran oportunidad que nos brindan hoy las tecnologías de la información y el conocimiento. También, en este aspecto, las élites corporativas han hecho lo suyo por controlar su poder a través de los mass media. No obstante hay todavía margen, y, por ejemplo, a través de Internet se puede saber mucho de lo que ocurre en el resto del mundo. Podemos ver cómo les van las cosas -bien o mal- a otros países. Podemos comparar nuestra suerte con otros y, precisamente en este ejercicio, podemos encontrar la clave del progreso que necesitamos. Se trata, pues, de reconocer lo positivo de otras sociedades y hacer autocrítica con lo negativo de la nuestra. Como ejemplo de tal ejercicio, propongo echar un vistazo al sistema educativo de Finlandia a través de tres vídeos en youtube vía http://www.emprendeyaprende.mex.tl/ que enlazo más abajo.

No son pocos los que lo dicen, El sistema educativo de Finlandia es hoy uno de los más valorados y un gran referente a nivel internacional por el nivel académico de sus estudiantes. Resulta sorprendente que el modelo de Finlandia, que no ha cambiado apenas nada desde 1970, tenga hoy menos del 1% de fracaso escolar; sin embargo en España, que en las últimas décadas ha experimentado unas cuantas reformas, los estudiantes que no terminan la educación obligatoria son casi el 30%.  Con este simple dato ya basta para despertar la curiosidad y echar un vistazo al modelo educativo finlandés.

En los vídeos se podrá ver un sistema educativo que apuesta casi totalmente por la educación pública. Sólo existen en Finlandia 27 colegios privados, menos del 1% del total de los centros escolares. Además, tanto públicos como privados son gratuitos, evitando así los conflictos de desigualdad y discriminación social. Antes de ponerse a recortar en educación así como así, cosa que por desgracia está pasando en España actualmente, deberían los responsables políticos tomar nota y no pensar en la educación en términos de gastos, sino de inversión (existen estudios que confirman que por cada euro invertido en educación en España se producen cuatro a medio/largo plazo). Un ejemplo en Finlandia que corrobora la importancia de esta inversión es el caso de Nokia. Gracias a la apuesta del estado finlandés por la integración de la innovación en el sistema educativo, Finlandia pudo sobrellevar la crisis de los 90.

Resumo algunas de las peculiaridades del sistema educativo de Finlandia: los niños empiezan a leer y escribir a los 7 años; prestan una gran importancia al sistema de patios (cada 45 minutos de clase concentrados, 15 minutos de recreo); los profesores tienen un alto nivel de reconocimiento. La nota para entrar en las carreras de magisterio suelen ser más altas que en España y no existen oposiciones para entrar a trabajar en los colegios. Esto parece indicar que existe una mayor vocación del docente y no se suele ver la carrera de magisterio como residual, es decir, aquello que se estudia porque la nota media no alcanzó para estudiar otras titulaciones. Si bien, hay que decir que esto último, en el caso español, es producto de una generalización, y habría que estudiarlo de forma más exhaustiva. Si efectivamente existe en España menor vocación docente, habrá que preguntarse por qué. Quizás no sea algo intrínseco a la propia profesión en sí, sino a que la rigidez y la propia burocracia de nuestro sistema educativo desanima tal vocación. También -cómo no- habría que buscar otro tipo de causas en el conjunto de la sociedad, pues la educación no sólo está (no debería sólo estar) en las escuelas.

Si el modelo que se describe en el reportaje les ha ido a los finlandeses bastante bien después de más de cuatro decenios, podríamos preguntarnos: ¿sería posible aplicarlo en España? Evidentemente, antes de dar respuesta a esta cuestión, es necesaria cierta reflexión sobre las diferencias que hay entre nuestra sociedad y la de los finlandeses. Debe haberlas, pues mientras en España se ha realizado un planteamiento similar en las últimas reformas educativas, sobre todo en la voluntad de integrar mayores recursos en la orientación educativa: equipos pedagógicos, trabajadores sociales, psicólogos, etc., aun así, las medidas para disminuir el fracaso escolar y el número de repetidores no consiguen ser lo suficientemente eficaces. Se podría decir que mientras que en Finlandia los resultados avalan la práctica, en España la teoría no alcanza la práctica.

 

 

 

Rubén Crespo
18 de diciembre de 2011

Cura para ingenuos en las sociedades corporativistas

Las sociedades en las que nos ha tocado vivir –evidentemente hablo sobre las sociedades occidentales ‘desarrolladas’– han recibido últimamente muchas denominaciones y calificativos: sociedad de la información, sociedad científico-tecnológica, sociedad de post-industrial, sociedad hipermoderna, sociedad del conocimiento, sociedad del consumo… Pero hay una que me parece muy destacable: sociedad corporativa o sociedad corporativista. Pero no entendidas estrictamente como corporativismos (concepto sociológico de funcionalismo estructural), sino como la sociedad de las empresas, donde -como dice Zygmun Bauman- el Poder se ha divorciado de la Política; es decir, donde las grandes corporaciones transnacionales, difíciles de ubicar en un lugar geográfico determinado, ostentan hoy un poder inconmesurable, tanto en el panorama económico como en el sociopolítico y cultural. Como cura contra la ingenuidad, quiero dejar hoy un par de vídeos que ilustran muy bien esto que quiero decir.

El primer vídeo es una de las mejores escenas de la película Network, un mundo implacable (Sidney Lumet, 1976). Un análisis sobre el poder de la televisión, que retrata un mundo competitivo donde el éxito y los récords de audiencia imponen su dictadura. Howard Beale, veterano presentador de un informativo, es despedido cuando baja el nivel de audiencia de su popular programa. Sin embargo, antes de abandonar la cadena, en una reacción inesperada, y ante el asombro de todos, anuncia que antes de irse se suicidará ante las cámaras, pegándose un tiro en directo. Este hecho sin precedentes provoca una gran expectación entre los televidentes y los propios compañeros de Howard. La escena que enlazo es el «cruel orden natural de las cosas» en las sociedades corporativistas.

El segundo vídeo reproduce el discurso que Salvador Allende pronunció en 1972 en la ONU, donde no sólo denunciaba la hostilidad de EEUU, sino para denunciar algo mucho peor: la falta de control sobre las multinacionales y su papel nefasto en lo que hoy se conoce como la dimensión negativa de la globalización. Era el capítulo anterior del neoliberalismo que hoy gobierna el mundo. Si esta última afirmación es muy contundente, al menos se deberá reconocer que las grandes corporaciones transnacionales ejercen una poderosa influencia en la gobernabilidad de los estados a escala global. (Véase: lobbying, o cabildeo en su terminología española).