Categoría: Citas Textuales

El «secreto del éxito» según Kasparov

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«Esos momentos decisivos son auténticas encrucijadas: cuando escogemos un ramal del camino sabiendo que no podremos volver atrás. vivimos para esos momentos que, a su vez, definen nuestras vidas. Aprendemos quiénes somos y lo que realmente nos importa. Luego, el «secreto» será perseguir esos retos en lugar de evitarlos. Esa es la única forma de descubrir y explotar todos nuestros talentos. Desarrollar nuestra propia pronta personal permite que tomemos decisiones mejores, que tengamos confianza en nuestros instintos, y que sepamos que, sea cual sea el resultado, nos habremos fortalecido. Ese, para cada uno de nosotros, es nuestro personal secreto del éxito».

Garry Kasparov en Cómo la vida imita al ajedrez (Debate, Ed. 2016, p. 19)

Ilustración: Anna Ropalo

Cita de «Camarón que se duerme (se lo lleva la corriente de opinión)»

Camarón que se duerme_El Roto

Así pues, cegados y ensordecidos por los medios audiovisuales y mudos por el uso reiterado de palabras e ideas ajenas, resulta necesario apartarse de esa arrolladora corriente y, a salvo en cualquiera de sus riberas, ver pasar su estruendo y echar una mano o acercar una rama a aquellos que, arrastrados por las enloquecidas aguas, pidan ayuda.

EL ROTO: Rabago García, Andrés. 2012. Camarón que se duerme (se lo lleva la corriente de opinión). Barcelona: Mondadori. Citado en:  Arribas Macho, José María, Ángel de Lucas Matilla, Beatriz Mañas Ramírez, and Mario Ortí Mata. 2013. Sociología del consumo e investigación de mercados: una guía didáctica. Retrieved April 20, 2015 (http://site.ebrary.com/id/10804026).

El Ángel de la Historia de Walter Benjamin

"Angelus Novus". Dibujo a tinta china, tiza y acuarela sobre papel, pintado en 1920 por Paul Klee y adquirido posteriormente por el filósofo Walter Benjamin. | Fuente: Wikipedia
«Angelus Novus». Dibujo a tinta china, tiza y acuarela sobre papel, pintado en 1920 por Paul Klee y adquirido posteriormente por el filósofo Walter Benjamin. | Fuente: Wikipedia

Hay un cuadro de Klee que se llama Angelus Novus. En él se muestra a un ángel que parece a punto de alejarse de algo que le tiene paralizado. Sus ojos miran fijamente, tiene la boca abierta y las alas extendidas; así es como uno se imagina al Ángel de la Historia. Su rostro está vuelto hacia el pasado. Donde nosotros percibimos una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única que amontona ruina sobre ruina y la arroja a sus pies. Bien quisiera él detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado, pero desde el Paraíso sopla un huracán que se enreda en sus alas, y que es tan fuerte que el ángel ya no puede cerrarlas. Este huracán le empuja irreteniblemente hacia el futuro, al cual da la espalda, mientras los escombros se elevan ante él hasta el cielo. Ese huracán es lo que nosotros llamamos progreso.

Walter Benjamin (1940). «Tesis sobre la filosofía de la historia. Tesis IX». p. 24.

Cada decenio del hombre tiene su propia dicha

Johann Wolfgang von Goethe Imagen Fuente: http://translatoruy.wordpress.com
Johann Wolfgang von Goethe
Imagen Fuente: http://translatoruy.wordpress.com

Hemos conocido una locura que comprendo demasiado bien. El que a cierta edad quiere realizar sus antiguas esperanzas y los deseos que abriga en su juventud, siempre se engaña, porque cada decenio del hombre tiene su propia dicha, sus propias esperanzas y perspectivas. ¡Ay del hombre que por las circunstancias y por su ceguera es inducido a asir lo futuro y lo pasado! Hemos cometido una locura, ¿es preciso que sea para toda la vida?

Goethe en Afinidades electivas (1809)

El lema de Samuel Butler

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Samuel Butler. Fuente: Wikipedia

Nunca escribo sobre tema alguno, salvo cuando creo equivocada la opinión de quienes gozan de fe pública, y esto implica como consecuencia necesaria que todos los libros que escribo luchan contra quienes acaparan un campo.

Samuel Butler, citado en R. V. Sampson, The Psychology of Power (NuevaYork, Pantheon, 1966), p. 110. A su vez, citado en SZASZ, Thomas. [1992] 2001: Nuestro derecho a las drogas. Barcelona, Anagrama. p. 23.

Samuel Butler (1835–1902) fue un escritor, compositor y filólogo inglés, principalmente conocido por su sátira utópica Erewhon y su novela póstuma The Way of All Flesh. Butler se describió a sí mismo como un «escritor filosófico».

El efecto principal del aumento de la escolarización según Boudon

[…] el efecto principal del aumento de la escolarización no es otro que la mayor dedicación de tiempo que el individuo emplea en satisfacer unas aspiraciones sociales que, desgraciadamente, siguen sin cambiar.

(Boudon, 1983b: 185 en: Guerrero Serón, 2003: 193)

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Raymond Boudon. Fuente: www.contrepoints.org
Raymond Boudon. Fuente: http://www.contrepoints.org

Raymond Boudon (1934-) pertenece a la generación de los sociólogos franceses de Pierre Bourdieu y Alain Touraine, que han avanzado el desarrollo de la teoría sociológica contemporánea. Boudon rechaza de forma rotunda el estructuralismo en sus formas extremas y da mayor énfasis en la importancia de los actores, sus intenciones y decisiones para la explicación de los fenómenos sociales. Forma parte de la tradición individualista de las ciencias sociales, inspirada en Max Weber, que concibe a la vida social como resultante de la agregación de acciones individuales diversamente motivadas. El cometido de la sociología es por tanto hacer visibles los mecanismos a través de los cuales las acciones y las consecuencias de acciones se traban e interceptan para producir hechos sociales relevantes, que requieren explicación justamente por no ser producto intencional de los actores. Entre esos mecanismos destacan sobre todo los «efectos perversos», aunque sus formas y significados para los actores son virtualmente infinitas.

En general, la obra de Boudon aborda diversos temas teóricos y empíricos entre los que destaca su investigación del sistema educativo francés, en la que aplica el modelo individualista para mostrar cómo las decisiones estratégicas individuales pueden, cuando se generalizan, producir efectos amplificados contrarios a sus propios intereses y a las intenciones expresadas de las políticas educativas (Giner, Lamo y Torres, 2006. p. 71).

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Bibliografía: 

GINER, Salvador, Emilio Lamo de Espinosa, y Cristó Torres Albero. (2006). Diccionario de sociología. Madrid. Alianza Editorial, S.A.

GUERRERO SERÓN, Antonio. (2003). Enseñanza y sociedad : el conocimiento sociológico de la educación. Madrid. Siglo XXI.

Modelo hobbesiano vs Modelo aristotélico

Recientemente he leído Religión sin redención de Luis Martínez Andrade (Taberna Libraria Editores, 2011). Me encontré con un párrafo que me ha venido como anillo al dedo para la asignatura de Historia de las Ideas Políticas. Reproduzco a continuación el párrafo porque me resulta muy interesante para comprender el giro copernicano que supuso en el pensamiento político el modelo hobbesiano respecto al modelo aristotélico.

En el texto, Sociedad y Estado en la filosofía moderna, Norberto Bobbio arguye que el iusnaturalismo político es iniciado por Thomas Hobbes en 1647, ya que para él, este pensador inglés rompe con el modelo aristotélico imperante en esa época. Las diferencias radican en que si bien el modelo hobbesiano es dicotómico y cerrado, el modelo aristotélico es plural y abierto; en el primero se trabaja sobre la antítesis estado de naturaleza/estado civil, mientras que, en el segundo se emplea una visión evolutiva y gradual de la sociedad. Para Hobbes la idea del hombre se expresa en el homo homini lupus y, para Aristóteles, el hombre es un zóom politikon. Aunque existen otras diferencias fundamentales en ambos modelos me interesa acentuar un elemento axial de la perspectiva iusnaturalista que es la dicotomía entre «estado de naturaleza” versus «estado civil». Para los iusnaturalista la “sociedad civil” no es la prolongación, ni mucho menos, el perfeccionamiento del “estado de naturaleza”, sino la sustitución de éste. La “sociedad civil” es un momento antitético al “estado de naturaleza”, es un estadio diametralmente opuesto al: “estado en el que se encuentran ciertas sociedades primitivas, ya sean los de los pueblos salvajes de esta época, como algunos grupos indígenas de América, ya sean las de los pueblos bárbaros de la antigüedad, ahora civilizados” (Bobbio, 1994:71). Esta idea es de importancia capital: refleja la visión de mundo de los pueblos coloniales. Cabe preguntarse: ¿Cuáles son las implicaciones políticas y epistemológicas de seguir trabajando con conceptos y categorías que suprimen a los pueblos de la periferia? ¿La dicotomía utilizada en el modelo iusnaturalista actualiza la idea maniquea salvaje/civilizado? ¿Este tipo de planteamientos siguen siendo válidos aún cuando las ideas de progreso, modernidad y desarrollo han perdido legitimidad?

(Martínez Andrade, 2011, pp. 52-53)

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Nota.

La bibliografía reseñada dentro del párrafo de Martínez Andrade es:

BOBBIO, Norberto y  Michelangelo Bovero. (1994). Sociedad y Estado en la filosofía moderna, México, FCE.

Cualquiera puede enfadarse… pero…

Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo.

Aristóteles, Ética a Nicómano.

Hace uno días vi la película La Odisea de Andrei Konchalovsky (EEUU, 1997). La película está basada en La Odisea de Homero. Bueno, atribuida a él, porque no hay certeza absoluta de que el poema épico griego lo escribiera Homero. La Odisea, narra las aventuras y todos los obstáculos que tiene que superar el héroe griego Odiseo (Ulises en latín) en su viaje de vuelta a casa tras la Guerra de Troya. Ulises tarda veinte años en regresar a la isla de Ítaca, donde poseía el título de rey, período durante el cual su hijo Telémaco y su esposa Penélope han de tolerar en su palacio a los pretendientes que buscan desposarla (pues ya creían muerto a Ulises), al mismo tiempo que consumen los bienes de la familia.

Evidentemente, la película no es un retrato fiel de la obra original y no narra la historia con la misma cronología, aparte de que omite muchas aventuras que le acaecen a Ulises de las que, gracias a su astucia e inteligencia, logra salir airoso. No obstante, sin ser una superproducción, como las que estamos acostumbrados a ver últimamente, la película es muy interesante y digna de ver.

El motivo por el que escribo esta entrada es la frase que encabeza este artículo. Resulta que en la película, cuando Ulises por fin logra regresar a Ítaca con la ayuda de los feacios, una vez que su hijo Telémaco lo ha reconocido y le manifiesta sus deseos de venganza contra los pretendientes que acosan a su madre y su reino, Ulises aconseja a su hijo que debe controlar su ira a través de esas palabras. Sabía que dicha frase la había oído o leído en algún sitio. Enseguida encontré donde. Fue en el primer capítulo ‘El desafío de Aristóteles del libro’ de Daniel Goleman, Inteligencia Emocional. Efectivamente la frase es de Aristótles, y no recuerdo que la original Homero, supuestamente, la hubiera puesto en boca de Ulises. Supongo que se trata de un suplemento oportuno que los guionistas introdujeron en la adaptación cinematográfica. Y la verdad, encaja a la perfección en el contexto de la obra, al igual que le sirve a Goleman en su libro para enfatizar su mensaje de la necesidad de saber controlar las emociones.

Aristóteles —como dice Goleman—, en Ética para Nicómano, realiza una indagación filosófica sobre la virtud, el carácter y la felicidad, desafiándonos a gobernar inteligentemente nuestra vida emocional. Nuestras pasiones pueden abocar al fracaso con suma facilidad y, de hecho, así ocurre en muchas ocasiones; pero cuando se hallan bien adiestradas, nos proporcionan sabiduría y sirven de guía a nuestros pensamientos, valores y supervivencia. No obstante, según Aristóteles, el problema no está en las emociones en sí, sino en su conveniencia y en la oportunidad de su expresión. La pregunta es: ¿de qué forma podemos aportar más inteligencia a nuestras emociones y más afecto a nuestra vida social?

Rubén Crespo
20 de noviembre de 2011