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Pregón de la I Jornada Medieval Portillo de Toledo 2006

Ordenando mis carpetas de archivos me he encontrado con este texto que realicé para el pregón de la Jornada Medieval de Portillo de Toledo 2006, que fue la primera, y que año tras año estas jornadas medievales han venido celebrándose con bastante éxito.

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I JORNADA MEDIEVAL

PORTILLO DE TOLEDO

2, 3 y 4 de Junio 2006

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Leyendo el Pregón en el acto inaugural junto a mi sobrino Luis. 2 de junio de 2006 en la Plaza de España de Portillo de Toledo

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PREGÓN:

Excelentísimo Señor Alcalde, dignísimas autoridades, querido Párroco, señoras y señores:

Este fin de semana es especial para Portillo. Y digo ‘especial’ porque celebra su: I JORNADA MEDIEVAL.

A lo largo del año se celebran por muchos rincones de nuestra geografía los ya famosos mercados medievales. Una excusa perfecta para adquirir productos gastronómicos, curtidos o bisutería, con la garantía de estar ante el resultado de una labor totalmente artesanal.

Portillo no ha querido ser menos, y hoy, nos trasladamos por unos días a la época más mágica de nuestra historia: la Edad Media. Por eso a partir de hoy, esta villa llenará sus calles de saltimbanquis, bufones y brujas, mientras nuestra querida banda nos ambientará con notas musicales de la época. Jóvenes artistas de la localidad nos impresionarán con actuaciones teatrales, recitales poéticos y danzas del arte medieval. Magia e ilusión inundarán hasta el último rincón. Podremos participar en los torneos divirtiéndonos como lo hacía la alta nobleza. Veremos algún que otro auto de fe, como los que se celebraban antaño en las plazas públicas, en el que una bruja era condenada a arder en el fuego eterno. Todo esto y más, mientras los comerciantes ofrecerán sus productos artesanos elaborados con todo su cariño.

¡Amigo visitante!, tal vez llegue a creerse ciudadano de esta época tan antigua, descubra sus costumbres y deguste sabores desconocidos. Pero no olvide que a la hora de pagar, no se aceptan maravedíes.

La Edad Media comienza  en el siglo V con la caída del Imperio Romano y termina con el descubrimiento de América en 1492. En muchos aspectos los tiempos medievales nos parecen remotos y misteriosos, poblados de caballeros y damas, reyes y obispos, monjes y peregrinos. Pero las ciudades, los Estados, los Parlamentos, los sistemas bancarios y las universidades de hoy en día, tienen sus raíces en esta época, y buena parte de nuestro paisaje está todavía dominada por los grandes castillos y las catedrales medievales.

No voy a contar aquí la historia completa de la Edad Media. Me conformaré sólo con dar algunas pinceladas sueltas, cuya intención, no es más que conocer algunos matices del marco socio-cultural de esta época y trasladarnos, aún si cabe, un poco más al contexto de la jornada medieval que celebramos hoy.

Empezaré por citar un pequeño fragmento de una de las grandes obras maestras de la literatura universal, que aunque no fue escrita en pleno periodo medieval, describe la locura del protagonista causada por sus continuas lecturas de libros de caballerías propios de la Edad Media. Estoy hablando de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha.

En el capítulo XXXIX DONDE EL CAUTIVO CUENTA SU VIDA Y SUCESOS, Miguel de Cervantes nos relata la historia en la que el padre del cautivo le reúne junto a sus dos hermanos para repartirles su hacienda y transmitirles su voluntad. Dice así:

“… Pero querría que después de que cada uno tuviese en su poder la parte que le toca de su hacienda, siguiese uno de los caminos que le diré. Hay un refrán en nuestra España, a mi parecer muy verdadero, como todos lo son, por ser sentencias breves sacadas de la lengua y discreta experiencia; y el que yo digo dice: “iglesia, o mar, o casa real”, como si más claramente dijera: “Quien quisiere valer y ser rico, siga, o a la Iglesia, o navegue, ejercitando el arte de la mercancía, o entre a servir a los reyes en sus casas”; porque dicen: “Más vale migaja de rey que merced de señor.” Digo esto porque querría, y es mi voluntad, que uno de vosotros siguiese las letras, el otro la mercancía y el otro sirviese al rey en la guerra, pues es dificultoso entrar a servirle en su casa; que ya que la guerra no dé muchas riquezas, suele dar mucho valor y mucha fama.”

De este texto me llama la atención ese refrán que el padre del cautivo afirma tan verdadero: “iglesia, o mar, o casa real”. ¿Y por qué? Porque pienso que, efectivamente, tenía mucho de verdad en aquella época. Representa los tres caminos que uno podía elegir para llegar a ser algo en la vida. Tres caminos que explicaré brevemente:

1. Iglesia.

Uno podía escoger el camino de la iglesia. A saber que ésta era entonces una de las pocas entidades organizadas que además de ser dueña de un enorme poder sobre los hombres, participó en importantes cuestiones del estado.

Pero lo más importante, es que al escoger la iglesia, uno podía seguir el camino de las letras. Fueron los monasterios y las escuelas catedralicias los encargados de preservar la cultura. Después, estas instituciones educativas progresaron hasta fundarse las primeras universidades.

Merece la pena mencionar en este punto a la Escuela de Traductores de Toledo, donde sabios cristianos, árabes y judíos consiguieron traducir a las lenguas de las tres culturas los documentos antiguos que se habían salvado del las invasiones bárbaras. Así, Europa se fue inundando con los restos del saber clásico que se habían podido recuperar en Toledo: Aristóteles, Platón, Cicerón, Ovidio, etc.

2. Mar.

Pero si uno no quería hacer votos de castidad, tenía la opción de dedicarse a las actividades de los mercaderes y comerciantes. El refrán dice ‘Mar’ y con ello se refiere a que a finales de la Edad Media, el comercio había experimentado un gran auge en nuestra península, que posteriormente se expande al resto de Europa a través del mar. Sobre todo  por la Ruta del Mediterráneo.

Para entonces, los mercaderes y artesanos se organizaron en gremios y regidos por rigurosas ordenanzas, dotaron a las ciudades de una fisonomía peculiar, con sus talleres, mercados, lonjas, etc.

No obstante, mucho antes de esto, la economía había sido más bien de subsistencia, cuyas únicas actividades de reducían a la agricultura, la ganadería y la explotación de los bosques. La ganadería fue la que más progresó, especialmente en las tierras de Castilla, donde el gran número de ovejas hizo imposible aumentar los pastos y se tuvo que recurrir a la práctica de la trashumancia. De esta manera los reyes concedieron el privilegio de paso, es decir las cañadas, para el traslado del ganado. Esto ocasionó  graves enfrentamientos entre ganaderos y agricultores al ver estos últimos, sus tierras invadidas por el ganado.

Lo que acabo de contar está muy ligado a la Historia de Portillo. Como muchos sabrán, durante los siglos XVI y XVII, los habitantes de nuestro pueblo tuvieron un conflicto con el Duque de Maqueda en el lugar de “La Reyerta”. Al parecer, después de que el pueblo comprara los derechos de pastos, este lugar siguió siendo ocupado por los ganados del Duque. Tras un largo periodo de pleitos, el rey resolvió que “La Reyerta” pasara al común de los portillanos y que las rentas que el Duque reclamaba, serían donadas a la patrona del pueblo, la Virgen de la Paz. Por eso, todos los años, cada 24 de enero, día de nuestra patrona, se repite este acto simbólico de ofrecerla el ramo.

3. Casa Real.

Y por último, uno podía elegir servir en la Casa Real, que como muy bien dice el padre del cautivo: al rey se le solía servir en la guerra.

Habiendo rechazado el mundo de las letras que ofrecía la iglesia, y las riquezas que se podían obtener del comercio. Sirviendo al rey en la guerra, uno buscaba el prestigio y el reconocimiento social.

En un mundo de señores y vasallos impuesto por el sistema feudal, no era tarea fácil llegar a ser un auténtico caballero de la corte real. Pues, La caballería era una clase privilegiada de la sociedad.

Generalmente, el hijo del señor feudal era el que tenía más posibilidades de llegar a ser un gran caballero. Desde los siete años se le enseñaba a manejar las armas y a montar. A los catorce se convertía escudero de un señor más rico. Saber leer y escribir no era obligatorio para un caballero. La vida en el castillo, las canciones y narraciones de las hazañas caballerescas debían inculcarle la idea del honor: la fuerza, el valor y la fidelidad al señor.

Los caballeros pasaban todo su tiempo en las guerras. Vivían en castillos fortificados, necesarios para la defensa durante la guerra y para proteger a los señores del ataque de los campesinos amontillados.

El caballero combatía siempre a caballo. Recubierto de acero, el caballero era en sí, una especie de fortaleza viviente. Existía un dicho popular según el cual ‘cien caballeros equivalían a mil infantes’. Los caballeros eran muy diestros en los combates singulares, pero no sabían actuar  unidos y eran poco disciplinarios en una batalla.

La distracción preferida de los caballeros era los torneos, certámenes militares los cuales se realizaban en las cortes de los reyes o de los grandes señores feudales.

No quiero entretenerles más. Solamente me queda agradecer su atención, esperando haberles acercado un poco más al acontecimiento cultural que celebramos este fin de semana. Con el deseo también de la consolidación de este acto en años sucesivos.

Señoras y señores, solo me queda decirles que disfruten de esta:

I JORNADA MEDIEVAL en PORTILLO DE TOLEDO.

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Rubén Crespo
En Portillo de Toledo, a 2 de junio de 2006.

Incertidumbres, retos y potencialidades del siglo XXI. Grandes tendencias Internacionales

En Cisolog: http://cisolog.com/sociologia/incertidumbres-retos-y-potencialidades-del-siglo-xxi-grandes-tendencias-internacionales/ Durante los días 11, 12 y 13 de noviembre de 2009 tuvo lugar el XI FORO DE TENDENCIAS SOCIALES: Incertidumbres, retos y potencialidades del siglo XXI. Grandes tendencias … Continúa leyendo Incertidumbres, retos y potencialidades del siglo XXI. Grandes tendencias Internacionales

“Somos solitarios conectados”

Zygmunt Bauman. Conferencia: ¿Tiene futuro la solidaridad? en Madrid, 15 de Octubre de 2011.

Por Rubén Crespo.  1 de Noviembre de 2011.
 
Foto: Konrad Pustoła para Solidarność Camp

El pasado sábado, 15 de octubre, Madrid tuvo el gran privilegio de recibir la visita de uno de los pensadores sociales más reconocidos a nivel mundial, Zygmunt Bauman: sociólogo, filósofo, profesor emérito de la Universidad de Leeds y de la Universidad de Varsovia, y Premio Príncipe de Asturias de la Comunicación y Ciencias Sociales 2010. Bauman, el inventor del término y concepto ‘modernidad líquida’, se presentaba como el invitado estrella del proyecto organizado por Solidarność Camp, con ocasión de la Presidencia Polaca de la Unión Europea, para dar una conferencia sobre el futuro de la solidaridad en Matadero, Madrid.

La conferencia fue el plato fuerte de Solidarność Camp, que en un intento de retomar el movimiento del sindicato Solidaridad enla Poloniade los años 80, han pretendido ayudar a pensar críticamente sobre cuestiones clave del futuro europeo:¿Dónde queda la solidaridad? ¿Qué es lo que quedó de aquellos valores y cuántos fueron devastados por el consumismo, los mecanismos de la economía de libre mercado, la creciente materialización de la vida, la avaricia, la identificación del aislamiento con la seguridad, entre otras cosas? ¿Es solidaridad una idea viva de la constitución europea y la civilización o sólo un emblema tras el que ocultar intereses cínicos?

El sábado, 15 de octubre, era un día bastante especial; había concentraciones convocadas en 45 países para un cambio con «dignidad, democracia directa y proactividad». Zygmunt Bauman comenzó su conferencia mencionando a estos movimientos, en especial a «Ocupa Wall Street» de Nuev York, que declara ser la indignación del 99% de la población contra el 1% que ha hecho mal las cosas. ¿Serán capaces movimientos como «Ocupa Wall Street» o el 15M de recrear el movimiento del sindicato Solidaridad enla Poloniade los años 80 liderado por Lech Walesa? Parece que en nuestros días se dan circunstancias similares por las que surgió el movimiento Solidaridad. Pero Bauman todavía no está muy seguro de que estos movimientos vayan a regenerar una solidaridad permanente. En un análisis en clave sociohistórico, también el movimiento Solidaridad en Polonia se inició con mucha esperanza, se forjaron muchas uniones entre la ciudadanía, se consiguieron muchos de los objetivos propuestos… Todo fue muy bonito y maravilloso, pero… al final surgieron divisiones y los lazos se disgregaron.

Vivimos en unos tiempos que Bauman denomina de “interregno” (tiempo en el que una época muere y una nueve empieza ahora), que tienen que ver con la manera de organizar nuestras vidas y las sociedades, las formas de pensar, la lógica del momento… Hoy, existe una serie de cosas que ya no funcionan en nuestra vida. Al igual que hace muchos años, cuando llegaba una plaga o epidemia y no sabíamos que iba a ocurrir, en nuestro tiempo existe esa misma sensación de incertidumbre. Es mas, aunque supiéramos qué va a suceder, la mayoría de la gente somos incapaces de reaccionar ante ello para solucionar los problemas y mejorar el presente. Hoy, más que nunca, existe una gran deseabilidad de remplazar la organización sociopolítica y construir un nuevo edificio en el cual a todos nos gustaría vivir. Pero… ¿cómo debe ser ese edificio?

Según Bauman, el precariado, término que sustituye al antiguo concepto de proletariado, está en la base de la solidaridad. Ya no queda mucho proletariado como el que antaño conocimos en la lucha de clases tras la ‘revolución industrial’, y los poco que queda de él, tiene mucho miedo a reclamar. Sabe de la facilidad que tiene un jefe, gracias a los grandes avances de las tecnologías de la información y la comunicación, de coger el móvil, hacer unas cuantas llamadas, y en poco tiempo desplazar los medios de producción a otra nación. Ya no es posible la solidaridad pesada de las fábricas porque ya no existen las fábricas. Por tanto, el poco proletariado que queda se ha debilitado de tal forma que su capacidad de incidencia política es residual. Que no haya proletariado como antes, no significa que hayan mejorado las condiciones. El proletariado ha sido sustituido por el precariado, que incluye a las clases medias. Más abajo están la subclases, personas que están fuera del sistema, o mejor dicho, no son adscritos a ninguna clase (excluidos socialmente).

Hasta ahora, puede que mucha gente haya tenido éxito y no le hayan acaecido hechos desfavorables. Sin embargo, aunque todo haya ido bien, ahora la sensación de un futuro incierto es más intensa y constante. La incertidumbre, el miedo, la ansiedad son, precisamente, los fenómenos que están uniendo a los individuos actualmente. Pero, todavía los individuos que estamos en ese 99% de indignados, no sabemos qué hacer. El proceso de individualización en el que nos hemos sumergido cada vez más, hace creer que el individuo es el creador de su propia vida y él es el responsable, tanto si triunfa como si fracasa. Es éste un fenómeno, como dice Anthony Giddens, que pertenece a una nueva esfera social donde todo tiene su propia ‘política lógica’. Se supone que individualmente tenemos la responsabilidad de encontrar siempre soluciones, aunque sea a problemas globales; pero existe una inmensa distancia entre ‘ser individuo’ y ‘ser institución’. Entre la teoría y la praxis hay un gran abismo: el ‘individuo en teoría’ no es igual al ‘individuo en la práctica’.

Ante la idea del precariado como una nueva clase mundial y ante la incertidumbre, el Bauman formula las siguientes preguntas: ¿Será esta nueva clase capaz de cambiar las cosas que le indignan?, ¿Van a poder sustituir la sociedad actual por una mejor?, ¿Dónde queda la solidaridad en toda esta sombría amalgama de acontecimientos inciertos? Bauman piensa que, más que solidarios, “somos solitarios conectados”.

Gracias a la revolución de las TIC (sobre todo las redes sociales en Internet), es muy fácil convocar a la gente para salir a la calle a indignarse y protestar por buenas causas; pero, también es muy fácil manejar las emociones y manipular este tipo de movimientos sociales a los que estamos asistiendo actualmente. El individuo tiene la percepción de una victoria subjetiva, es decir, pasa de ser un solitario a sumarse en masa en un ámbito de pertenencia. Como miembro de la muchedumbre, el individuo se siente unido a otros para manifestarse y gritar los mismos eslóganes. El individuo encuentra por fin una de sus mayores satisfacciones en esta sociedad individualizada. Sin embargo, las emociones, aunque tengan mucho poder para conseguir grandes cosas, desaparecen enseguida. Las emociones tienen una vida muy corta. Éste es el problema de nuestro momento y es necesario profundizar sobre ello.

A diferencia de las antiguas clases, lo que une al precariado, es una sensación de pulverización y de atomización. Sean cual sean las causas de la indignación, los miembros del precariado sufren una especie de castigo individual por no ser lo suficientemente listos o lo suficientemente trabajadores. Los miembros del precariado, hasta ahora, raramente han encontrado intereses comunes; ha habido siempre una sensación de estar cada uno a lo suyo. Es decir, existen muy buenas intenciones, pero el resultado final parece que queda en manos del destino, haciendo gala del refrán “el hombre propone y Dios dispone”.

De todo lo anterior, Zygmunt Bauman no se esconde en decir que se muestra todavía bastante escéptico con todo este tipo de movimientos, como el 15-M y «Ocupa Wall Street», y alude a una reflexión metafórica de hallar las diferencias entre ‘revolución’ y ‘mina’. No obstante, aunque Bauman no contesta a las preguntas anteriores, ni tiene recetas seguras para construir una sociedad mejor, apunta la necesidad de resucitar la idea misma de “la buena sociedad”: una sociedad sin divisiones, no tóxica… Sólo después de este ejercicio –y no antes- llegará la solidaridad.

Por otro lado, Bauman no condena con exclusividad a la clase política. Sin embargo, sí advierte de la existencia de un divorcio entre el Poder y la Política. Mientras el Poder es la capacidad para hacer cosas, la Política es la capacidad para decidir qué cosas hacer. Poder y Política se han convertido en dos actores globales que van por caminos separados. La Política ya no dispone del poder tradicional, por esta razón, Bauman dice que los políticos no necesariamente tienen la culpa; hagan lo que hagan, no tienen suficiente capacidad para hacer cambiar las cosas. Por tanto, urge restablecer el equilibrio entre Política y Poder.

Momentos previos a la conferencia. Zygmunt Bauman a la izquierda conmigo en el centro y mi compañero del CECPS, Rafael Domingo, a la derecha.

Retomando la idea de “la buena sociedad”, la primera noción a entender, para no estancarse, es el “bien común”. Es necesario, pues, un sentido de misión colectiva. ¿Cómo llegamos a esa idea del “bien común” y “la buena sociedad”? Bauman no contesta, no tiene recetas, e incluso, nos advierte de no confiar en sociólogos con métodos de bola de cristal. La ambición de Bauman no va más allá del esfuerzo que haya podido hacer para realizar un correcto análisis de la realidad social y mostrarnos sus resultados.

No obstante, Bauman da algunas referencias para poder transitar por caminos provechosos. Por ejemplo: crear escenarios parecidos a laboratorios donde la gente pueda buscar nuevos medios de acción, haya posibilidad para la heurística y se puedan producir comportamientos ejemplares que exhibir. Al igual que Richard Sennett, Bauman apoya la colaboración informal abierta como procedimiento que nos aproximará a una idea y a una praxis de sociedad más justa. Se trata de crear polílogos en múltiples perspectivas que no presupongan reglas por anticipado. No se pueden decidir por adelantado las reglas que van a tener que ser tenidas en cuenta para una sociedad más próspera. Por tanto, las reglas se irán estableciendo en el transcurso del propio diálogo (el polílogo). Sólo desde la informalidad se podrá llegar a la colaboración y a la cooperación para poner en práctica las ideas.

Bauman intentó explicar esto último alegóricamente a partir de la maquiavélica trampa de la diversidad que puso en práctica Mao Tse-Tung, el cual  dejo que florecieran 100 flores -haciendo creer que preservaba la diversidad- para luego destruir las 99 flores que no podían ser toleradas. Es éste un ejemplo donde sólo un individuo elige qué flor seguirá con vida. Ante el dilema de no saber cuál es la mejor flor, se precisa  una mente abierta al debate, al diálogo, a la reflexión. Concediendo al diálogo (al polílogo) el tiempo suficiente, será más probable que cada vez más gente llegue al consenso de decidir qué flores permitir que florezcan; e incluso, hasta se podrá llegar a saber si es más conveniente que existan las 100 flores.

Foto: Konrad Pustoła para Solidarność Camp

Zygmunt Bauman terminó la conferencia calificando su discurso de vago e indeterminado. La sensación de indeterminación se debe a que muchas veces anhelamos la simplificación y quisiéramos hacer el mundo menos complejo, pero no se puede, ni se debe caer en ese error. Toda vez que se tienda a simplificar, sería hacer del mundo una cárcel. Estamos en un “interregno” indefinido, indeterminado. Estamos rodeados de brumas.

Enlazo aquí el vídeo en youtube de la entrevista que le hicieron y retransmitieron en el programa Para todos la 2:

Reflexiones sobre ‘La política vigilada’. Nuevo libro de Antoni Gutiérrez-Rubí

El pasado jueves, 27 de octubre, Antoni Gutiérrez-Rubí, asesor de comunicación y consultor político, presentó en Madrid su último libro titulado La política vigilada. La comunicación política en la era de Wikileaks. El acto tuvo lugar en el Círculo de Bellas Artes (sala María Zambrano), y contó con la intervención de Gumersindo Lafuente, adjunto al director de El País y José de la Peña Aznar, director de Educación y Conocimiento en Red de la Fundación Telefónica. Además, el acto pudo seguirse a través de Twitter en @fundacionTef #politicavigilada, y por streaming en la web de la Fundación Telefónica.

Hace aproximadamente cuatro meses, el 30 de julio, Antoni tuvo la cortesía de recibirnos junto al Círculo de Bellas Artes de Madrid a algunos compañeros del CECPS (Círculo de Estudiantes de Ciencia Política y Sociología). Gracias a los contactos previos que había mantenido mi querido amigo y compañeros de la UNED, Israel González, pudimos pasar más de una hora con él charlando sobre algunos de sus últimos libros como Filopolítica: filosofía para la política32 Tendencias de cambio (2010-2020), y POLÍTICAS. Mujeres protagonistas de un poder diferenciado. Más concretamente sobre el primero de los mencionados, le pasamos un cuestionario que, en pocos días más tarde, Antoni nos devolvió contestado y que publicamos en la web del CECPS. La entrevista se puede ver también en una de mis entradas en este blog: Entrevista del CECPS a Antoni Gutiérrez-Rubí.

De derecha a izquierda: Antoni Gutiérrez-Rubí, Rubén Crespo, Rafael Domingo, Israel González y Ricardo, en la Calle Alcalá, cerca del Círculo de Bellas Artes de Madrid. Foto: Rubén Crespo.

Además, al exponerle nuestras iniciativas y nuestra propuesta del proyecto de Asociación del CECPS, Antoni nos aconsejó perseverar en la ética horizontal para no ahogar la energia creativa de la comunidad con los formalismos jerárquicos de estructuras asociativas más típicas del siglo pasado. Para nuestro proyecto, Antoni nos transmitió conceptos como porosidad, talento, creatividad, informalidad, vizcosidad, horizontalidad en la comunicación, la transmisión y creación del conocimiento… En definitiva, ideas que, sin generar compromisos y ataduras, permitan espontáneamente la creatividad de una manera más dinámica y horizontal.

Cuando supimos de la salida a la venta de su nuevo libro, a través del CECPS y con bastante antelación, creamos un anuncio del evento de la presentación del libro para informar a todos los miembros del Círculo. Algunos compañeros asistieron al acto (yo tenía previsto asistir, pero al final me fue imposible). Al día siguiente, Rafael Domingo tuvo la amabilidad de compartir en el CECPS las sensaciones que le había transmitido la presentación del libro:

Mereció la pena subir los cinco pisos de escalera (¡¡y qué escaleras!!) , del CBA.  […]  Fue estimulante escuchar a Antoni, que con su vehemencia característica, nos puso en posición de «prevengan» ante la que se le viene encima a la sociedad en su conjunto, respecto a los nuevos paradigmas, aún por descubrir, de la relación de los individuos con sus representantes. Lúcido y directo, nos dijo que, o se hace bien y rápido esta «revolución del método», que él ha denominado «política vigilada/democracia vigilante», o el riesgo es alto de fractura profunda y posiblemente irreversible, entre voluntad cívica y poder real, con el «populismo fascistoide» al acecho, para ocupar un lugar de primacía. Yo no estoy tan convencido de que la inmediatez vaya a ser una clave absolutamente determinante para que eso ocurra así, pero sí comparto con Antoni la premisa de que hay que hacerlo «bien»… aun a sabiendas de que no sabemos, de verdad, en qué consistirá esa cualidad (transparencia, capacidad en vez de jerarquización, ejemplaridad, humildad, horizontalidad, etc., por ahí pueden ir las cosas). Mi sensación es que los acontecimientos van a llevar un ritmo rápido, pero no tan acelerado como parecía deducirse de las palabras del amigo Antoni; serán nuestros hijos (para los de mi generación), o nuestros nietos, los que vivan inmersos en este nuevo entorno que se está empezando a gestar ahora… Lo que sí me sugirió lo hablado ayer, es que la gente debe tomar YA postura militante en estas cosas… y el ejemplo del CECPS sobrevoló mi pensamiento, escuchando las reflexiones de todos… La gente es consciente de que estamos ante el momento histórico más determinante de los últimos años, equiparable (y eso se verá en los e-books de los que estudien este período, en el futuro….seguro), con los hitos de la civilización más relevantes de la humanidad. Se palpa, se percibe, se respira… Pero la inercia de siglos del paradigma social de una relación distante (por intereses mutuos, no solo de los poderosos), entre ciudadanos y apoderados políticos y económicos, pesa todavía mucho…, aunque la balanza ya se ha empezado a mover hacia el otro lado…

Por su parte, mi compañera de la UNED, Silvia Brasa, también se tomó la molestia de transmitir sus reflexiones a mí y a algunos compañeros dela UNED.

Sobre las reflexiones que me ha provocado la presentación del libro de Antoni Gutierrez Rubí:

Algo que ya hace tiempo me ronda, y es más que evidente, es que la política va por detrás de las inquietudes sociales. Aunque esto ha sido así a través de la historia, se hace más notable y notorio con el acceso que Internet nos proporciona. Rafael Domingo hizo una reflexión sobre la desaparición de las élites muy interesante y que Antoni compartía en cuanto a un surgimiento de «mediadores» como lo llamaba él. Pienso más en interlocutores que no se caracterizan por quienes son, por ostentar un cargo o un estatus económico como nos decía el autor y es que Internet, es el medio en el que la publicidad es mas efectiva: rápido, impactante en toda la medida que tu creatividad se extienda, gratuito y que puede llegar a mas personas.

Internet nos ofrece información en tiempo real, pero ¿hasta que punto estamos capacitados para filtrar, analizar, sesgar investigar? Sindo (director adjunto del País) contestaba que en eso la prensa está mas al día, cierto. La prensa se ha digitalizado pero es el mayor escaparate de cuáles son las limitaciones de los lectores. ¿Os habéis parado a leer los foros de opinión?  […]  Es increíble que teniendo el privilegio hasta de poder escoger qué información nos interesa más, contrastarla de inmediato haya tanta gente que se moleste en registrarse para dejar insultos u observaciones radicales hasta límites insospechados en una sociedad tan aparentemente global y abierta. Tengo la extraña sensación de que la era de la globalización y la comunicación nos ha posicionado culturalmente de un modo más estático, defensivo, temerosos de perder una identidad…

La política no ha sabido gestionar el hecho de que ahora estén desnudos ante la sociedad. Por mi manera de ser y pensar me resulta harto imposible no «pensar-decir-hacer» lo mismo en todos los ámbitos de mi vida. Puedo cambiar de opinión ante algo que tal vez no he interiorizado pero eso es evolución, lo que no me parece viable es vender unos valores o principios de los que se carece en la intimidad, pero sé que esto es la norma. No acabo de comprender como el hecho de que tengamos unos medios que nos conecten y nos hagan interactuar han servido para vender humo personal, social, ideológico más que en ninguna otra época, más, si cabe, en el cara a cara donde se puede disimular. Cierto es que Internet nos permite «googlear» a cualquiera y pillarle en un renuncio en segundos, pero, por muy buen actor que seas, estás expuesto a una imagen con movimiento y voz… Todo cambió con los primeros debates televisados…. La cercanía a los líderes se incrementó y se les dio una nueva dimensión de idealización porque eran más cercanos, pero sólo en lo público había un control de lo privado. Me encantó la reflexión de Eva (compañera también de la UNED) en ese sentido: controlar tu nombre en la red es controlar tu espacio vital. Es más difícil que boicoteen tu personalidad si tú eres dueño de tu identidad en Internet. Y es que ahora perder la dignidad o que alguien la pisotee es más fácil que nunca y más difícil de evitar.

[…] el espionaje tal y como se entendía hace diez años ha sido abofeteado por wikileaks. Esto es falso. El hecho de que tengamos mas acceso no quiere decir que lo sepamos todo o que podamos saberlo todo y mucho menos que estemos capacitados para juzgarlo o creernos participes capaces de tomar medidas por el mero hecho de que Internet, de algún modo, ha dado legitimidad al saber.

¿Hasta que punto el hecho de que la creencia a la que induce esta apertura de información, sea la necesidad de una horizontalidad, no nos somete también? ¿Realmente esa horizontalidad es posible o es utópica? Todos necesitamos referentes, que nos enseñen, que nos induzcan a superarnos, a sobrevivir en las mejores condiciones en definitiva y a esos referentes siempre les situamos en un plano superior…

Las redes nos proporcionan mas visibilidad que da una nueva dimensión al hecho de que no somos un granito de arena solitario, sino que formamos parte de un desierto en el que puede un solo grano provocar un ligera brisa que mueva a todos los de alrededor y a su vez a más y más y se convierta en una tormenta de arena que mueva dunas (véase la primavera árabe); pero dudo que nos paremos a analizar por la velocidad que tienen los acontecimientos incrementada por la facilidad de acceder a los datos si está bien que corra una brisa o que como muchos granitos se mueven vamos a dejarnos llevar por el huracán. ¿Cuantos de los que acamparon en Sol siguen creyendo en la original idea? ¿Cuantos han pasado de «indignados» a «desilusionados» o «frustrados», ahora por doble motivo? ¿Hasta qué punto el hecho de ver que es tan fácil provocar un movimiento social en la red no nos induce aún más al egoísmo? Si todos estos ya se mueven para cambiar el mundo ¿para que voy a hacerlo yo? ¿qué puedo hacer yo, un simple granito de arena?

Me gustó especialmente una frase: «Internet no te pregunta de donde vienes si no hacia donde quieres ir». Discrepo, con Internet o con la posibilidad de viajar a Plutón, el ser humano tiende a clasificar, enumerar y dar magnitud a todo y todos. Tan importante sigue siendo el de dónde vienes porque valoraré de otro modo que me puedas llevar de la mano al lugar al que quiero ir o acompañarte en tu camino ya que ahora son infinitos y mas visibles.

Finalizó Antoni su presentación con la reflexión de que siempre se ha defendido la libertad levantando empalizadas y que lo que toca es abrirlas… en Internet, de algún modo, se abren con la patada en la puerta. Y la transparencia, por mucho que deje ver todo, no modifica el color del cristal con que se mira.

El acto de presentación del libro se puede ver en diferido a través de la web de Fundación Telefónica en el siguiente link: Presentación del libro: La Política Vigilada de Antoni Gutiérrez-Rubí, o haciendo click sobre la siguiente imagen: